No soy hijo del compadre del vecino del chofer del asistente de un - TopicsExpress



          

No soy hijo del compadre del vecino del chofer del asistente de un amigo de la amante de un alto funcionario de Gobierno. Todos quieren ser Alcaldes, Diputados, Regidores o Síndicos, funcionarios de primer nivel, chance de segundo o tercero, no menos de Jefe de Departamento, eso ya es lo menos peor. Asesores o mejor aún Coordinadores de Asesores, es decir, algo que valga la pena, como decía un maestro de Economía hace tiempo, “me han venido a buscar gentes cercanas a Ney, quieren que regrese, que nomás le pida el favor y me reingresa. Fíjese que cuando trabajaba yo en SEPEN me encargaba de bajar recursos federales para equipamiento de escuelas y un día Ney se quedó con el ojo cuadrado ante tanto recurso que no pasaba por sus manos. Me pidieron que siguiera bajando pero que él los administraría directamente, que ocupaba dinero para la operación política, decía mi maestro, mejor renuncié”. “Ney sabe que le soy útil, nadie sabe hacer lo que yo hacía, además somos vecinos, de la Mololoa, pero yo no me voy a humillar pidiéndole el favor”. “Pero eso sí, finalizó mi profe, si le vendiera mi alma al diablo no sería por menos de 50 mil pesos mensuales, que es lo que anda ganando un subsecretario de Gobierno. Usted sabe que nosotros los hombres tenemos ciertas necesidades y los 7 mil por quincena de la UAN no me sirven, apenas para comer y nosotros los hombres necesitamos otras cosas, usted sabe”. ¿Qué opinan de mi profe?, no quería nada, mínimo 50 mil, ése era su cañonazo, que nunca le dieron y con Roberto no creo que haya negociado, pues le gusta sentirse que él es el buscado, no el que busca que le den las chambas públicas. Ya saben, de esa clase de gente que se piensa indispensable y tiene la idea de que los demás son quienes deben buscarlo a él porque es el que todo lo puede. De repente lo vemos opinando en el canal de Megacable. Engreído pero muy capaz mi profe, no como otros que sí siguen en Gobierno, ensuciándole la lengua con las botas de Roberto y sin chance de hablar cuando algo está mal en la conducción del Gobierno, pues saben que no se puede mamar y dar de topes. Alguna vez en 2010, cuando el apogeo de la deuda de Ney, le pregunté vía inbox a un mediano funcionario ¿por qué no dice nada de la deuda, se lo tienen prohibido?, a lo que me respondió: ¿tengo por qué darte alguna explicación?, seguro que no, él sigue llenándose la lengua de las heces que pisa Roberto en sus caballerizas. La economía, el desarrollo de la entidad y el bienestar de la gente le vienen valiendo madre con los 20 mil quincenales que se embolsa, más su sueldo de profe de tiempo completo en la UAN que ignoro el dato actual, pero hace diez años andaba en 14 mil por quincena los que más ganaban y ya ven que ahí les dan más por el tiempo, los grados y su “productividad”. Con estos ejemplos hemos querido dar entrada a una discusión permanente en las aulas universitarias, no sólo de Nayarit sino de otros Estados que crecieron bajo el modelo de que “hay que vivir del presupuesto” y así educaron a las generaciones de jóvenes que deseosos de colgar en la sala su título profesional, “ya se ven” despachando en alguna dependencia y los más aguerridos planean su llegada a algún cargo de representación. Nos han formado bajo la lógica de que si no estás en Gobierno y además en un buen puesto entonces no la hiciste. Imagínense cómo estará la competencia si así piensan igualito muchos que ni educación universitaria tuvieron, pero tienen suerte porque son hijos del compadre del vecino del chofer del asistente de un amigo de la amante de un alto funcionario que algún día -cuando se pueda- les dará un huesito, mientras tanto a “talachearle”. Una vez en una clase una alumna comentaba, “mire profe, a mí nada de lo que me enseñen me interesa, yo nomás vengo aquí por el título porque lo necesito para que cuando mi mami se jubile me pueda heredar su plaza en el SUTEM”. Por cierto nomás me miraba y escondía su presencia cuando pasaba por Palacio Municipal, donde con todo y licenciatura lo único que hace es sacar copias en el Ayuntamiento, pero eso sí, sindicalizada la chamaca por méritos heredados. Un compañero que realizó estudios de maestría trabaja sin ser jefe en la oficina de una delegación de importante institución de salud, cuando le pregunté cómo le hizo sólo me respondió: “es la plaza de mi mamá, me la dejó”. Otro compañero, también, tuvo que hacer méritos para poder ingresar a trabajar en el CEFERESO, ya ven que es difícil acceder ahí por lo largo y complejo de los trámites; ni tardo ni perezoso el joven se hizo padrino de bodas a un funcionario del penal, que ya conocía porque eran cercanos en otro lugar donde el joven continuaba sus estudios, no de maestría, sino de Técnico Superior Universitario, pero esa es otra historia. El caso es que el funcionario le agilizó los trámites y el compañero está feliz de la vida ganando 7 mil mensuales -ya ha de ser más- y descanando los días festivos, además de lunes a viernes, a todo dar. Pocos recuerdo y tengo presentes sus procesos de inserción al mercado laboral, algunos prefirieron el Gobierno al costo que fuera, incluso en su momento algunos compañeros se sentaron en la banca a esperar que les llamaran sin mover un dedo. Hay a quienes no les fue tan bien como hubieran querido y siguen sufriendo los salarios chiquitos de los abonos chiquitos. Suerte la de las damas, una que se acomodó de rápido gracias a un importante personaje nayarita en las filas del Gobierno del Estado de México y ya ligó dos administraciones con opción segura de participar en el Gobierno federal. Otra anda en el ramo de las ideas y la imagen, sin olvidar a una que me gustaba, pero que nunca se lo dije, me caía bien y reíamos mucho, pero pues uno tenía otras cosas en la mente. Ésta chamaca se endiosó en el gerenciamiento. Hubo épocas en las que quienes contaban con estudios de postgrado no tenían trabajo, buscaban, no sé si pidiéndole a Dios no hallarlo, pero tenían presentes que un día les haría justicia la revolución. En lo particular siempre tuve el gusto por las aulas, la investigación, publicar, enseñar. Comencé dando clases y de ahí me ligué a Gobierno -Gobierno siempre está en la mente de los universitarios y más aún de quienes no conocíamos todavía el mundo- para seguir dando clase y posteriormente hubo oportunidades de desarrollo a nivel gerencial, lo que en el fondo de mi alma nunca me dejó satisfecho. Siempre regresaba la felicidad a mi vida si además de hacer cualquier otra cosa también tenía al menos una hora de clase que impartir al día. Así continué a veces sin clases pero metido en las empresas, volviéndome experto en ventas y todas esas cosas de manejo de personal y servicio al cliente. Cuando descubrí que no siempre podría estar en la docencia, por la escasa oferta para ello, dediqué tiempo también constante a escribir donde hubiera la oportunidad de publicar hasta que llegó la censura de los Gobiernos nayaritas que lo obligan a uno a buscar sus propios medios de subsistencia para que las ideas no se mueran antes de nacer. Luego de un período sabático -no merecido pero sí necesitado- en que poco hacía mientras ordenaba aspectos de mi vida personal a veces desordenándolos más, llegó la oportunidad de un cambio geográfico. Hace falta en las aulas que los maestros enseñen que el cambio es necesario, que no hay que temerle, que en ocasiones el cambio nos puede abrir la mente y vaya que sí vemos diferente la realidad con sólo cruzar la línea entre Nayarit y cualquier Estado vecino, los del norte o los del sur. Siempre he dicho que la situación geográfica de Nayarit es envidiable pero también que ha sido poco aprovechada por la sociedad y el Gobierno, pues parece que estuviéramos en un estancamiento permanente y el desarrollo comienza si caminas hacia el norte, iniciando en Sinaloa o hacia el sur, donde comienza Jalisco. En uno o en otro sentido comienzan a verse industrias por la carretera, las fábricas, el desarrollo, empresas de las que en nuestro Estado no hemos escuchado. Recuerdo que los viajes familiares, académicos o de cualquier índole, representaban la ocasión de aprender, de maravillarse. Hace días platicaba en la sobremesa cómo cuando iban personajes a la Facultad todos nos quedábamos atentos imaginándonos cambiando el mundo. Cuando alguien daba una plática y era del D. F. o de Guadalajara, para nosotros era como si viniera de otro mundo, de Europa o algo así, hasta los maestros y directivos de la Universidad se quedaban perplejos y el éxtasis de escuchar cosas diferentes a lo cotidiano nos ponía en un estado de euforia que duraba hasta dos o tres días después de la conferencia. Siempre pensábamos que sí era posible el cambio, mejorar, ser alguien, nos lo demostraban los que llegaban a despertarnos con sus experiencias de fuera, pero nunca nos dijeron ni como chascarrillo que la clave era precisamente salir para ver las cosas desde afuera, ya que desde dentro la realidad es diferente, aunque usted no lo crea. Hace algunas semanas dialogaba con un amigo vía Facebook y me preguntaba, literal: ¿cómo se ve el rancho desde lejos, jodido verdad? Él ha viajado fuera de México y sabe de lo que habla, lo malo es que hay muchos otros nayaritas que le han dado la vuelta al mundo y eso no los ha motivado a hacer algo diferente para que el Estado se desarrolle, pero de verdad, no artificialmente como la campaña mediática que circuló hace días donde señalaban un supuesto crecimiento que ni es real y además la agencia que hizo la gráfica -gente de Meridiano- manipuló la información para hacer quedar bien al Gobernador. Y vaya que don David es hombre de mundo que presume conocer los más exquisitos lugares y manjares y disfruta en las reuniones privadas mofarse de sus invitados cuando no saben como comerse sus exquisiteces. La culpa no la tiene Meridiano, ni la Universidad y tampoco el Gobierno, seamos justos, la responsabilidad del estado actual de cosas en Nayarit es responsabilidad de todos y es producto de cómo ha operado el sistema por años y no sólo en Nayarit sino en entidades similares. Decía un ex jefe que “cuando estás en un lugar que ya se encuentra corrompido tienes que moverte para que no te corrompas tú también”. Pero también hay que señalar que es difícil tomar una decisión de cambio, no siempre se reúnen las condiciones y a veces teniéndolas teme uno dar el primer paso. Éste ex jefe también decía “si no tienes un plan vas a formar parte del plan de otra persona”. En esto tiene y no razón, no digo que sea bueno anclarse al plan de alguien más -que puede tener coincidencias con tu propio objetivo- pero siempre dos cabezas piensan más que una. En ocasiones ocurre que uno todavía tenga fe, se espera que las cosas mejoren, pero llega un día en que nos damos cuenta de que es demasiado lo corrompido del lugar donde uno yacía y sales o sales. Es increíble cómo un hot-dog con un pan diferente en Ciudad Obregón, Sonora, te puede enamorar el paladar y desear llegar lo más lejos posible de tu origen si eso representa más sabores y más placeres que los que te proveía el terruño. Qué decir de la machaca en Santa Ana o la comida china en Baja California, que es china de verdad y dista mucho de la china que nos venden en el centro de Tepic o en Forum. Los tacos de borrego los domingos pecamos si no los comemos, los de asada y de pastor, éstos últimos con perdón de mis amigos defeños, están mejor que en chilangolandia. El plan se fue construyendo y las condiciones para alcanzarlo se han presentado por añadidura. En clase de planeación nos decían que planear era pensar cómo querías verte en el futuro e ir haciendo lo necesario para llegar a ese punto. No sé si estemos bendecidos por Dios pero muchas circunstancias se han presentado solas, las cosas se han ido acomodando y después de un breve período de picar piedra se presentaron oportunidades de desarrollo y estabilidad que jamás hubieran llegado en mi lindo Nayarit. Allá que se queden quienes prefieren ensuciarse la lengua con las botas de Roberto que pisan heces en sus caballerizas o andan viendo a quién lamérselas para merecer un huesito. Suertudos y qué bueno por ellos los que tienen una mamá o un papá que les heredará la plaza del SUTSEM o del SETUAN o del SPAUAN. Paciencia y serenidad a quienes dependen de la talacha, esperando que un día les de chamba un alto funcionario, sólo por ser hijos del compadre del vecino del chofer del asistente de un amigo de la amante de éste.
Posted on: Tue, 08 Oct 2013 05:49:42 +0000

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