Nota de Jesús Matías Filomeno Ocampo, Chilecito, 26 de julio de 2013 para el Diario de Chilecito en La Rioja, pariente de Sor Leonor.: Recuerdos Chileciteños en “La Docta” La universidad Nacional de Córdoba junto a la de Buenos Aires y la de La Plata, fundada por el ilustre nonogasteño Dr. Joaquín Víctor González, fueron durante muchos años las únicas en nuestro país. A partir de la década de 1970 comenzó un proceso de creación de universidades nacionales en el conurbano bonaerense y en todo nuestro país. Hoy son ya 47, a las que se suman numerosas universidades privadas, una provincial y una internacional, que integran el sistema universitario nacional. Sin embargo nuestras familias siguen eligiendo a la UNC para la formación de sus hijos. El miércoles pasado estuve en Córdoba compartiendo recuerdos, anécdotas y afectos con tres chileciteños y tres cordobeses. Y con la sañogasteña Isora Ocampo, monja en el Convento Santa Catalina de Siena, en proceso de canonización. Cuerpo ● AFECTOS QUE SE ACRECIENTAN A TRAVÉS DEL TIEMPO: Mi hermano Samuel Feliz Ángel Ocampo, Chamelo, al terminar sus estudios secundarios en la Escuela Normal Mixta Joaquín Víctor González de nuestra ciudad, “la Normal”, en 1956, se radicó en Córdoba para realizar allí sus estudios universitarios, egresando de la UNC como abogado. Allí constituyó su familia y allí vive en el Barrio San Martín. Bernabé González es Médico Veterinario egresado de la UNLP y radicado en Córdoba donde constituyó su familia y tiene una Clínica para Mascotas, “Chocos”, en el Cerro de Las Rosas. Egresamos juntos de “la Normal” en 1961. Delita Moreno, compañera de promoción de mi hermano Chamelo en “la Normal”, se radicó en Córdoba y allí constituyó su familia y allí vive en el Barrio COFICO. A Esteban Anoardo, Profesor de la UNC e Investigador del CONICET, lo conocí en un congreso en Costa da Caparica, Lisboa, Portugal, en 1995 y establecimos una relación de amistad que se trasladó a nuestras familias y que aún perdura. El Dr. Celestino Piotti exhumó en Diciembre de 2007 los restos de Isora del Tránsito Ocampo Dávila, “Sor Leonor de Santa María Ocampo”, mi bisabuela, en el Convento Santa Catalina de Siena. Cuando leyó en Diario Chilecito dos textos de mi autoría sobre ella, me llamó manifestando su inquietud por conocer la cueva donde nació Isora. En estos tiempos de avances tecnológicos y de urgencias, sin darnos cuenta quizá, nos alejamos de los afectos. Por ello yo procuro mirarme siempre en los ojos de los seres queridos. Los llamé a todos y les anticipé mi visita. ● EN EL BARRIO SAN MARTÍN. Acordamos con Tony que pasaría por la casa de mi hermano al salir de su consultorio rumbo a su hogar. Preparamos una picadita similar a la que solía servir Don Ruarte en su boliche combinado con almacén de la calle La Plata, un poco más arriba de la Esquina Blanca, y un buen vino de los nuestros. Cuando llegó Tony nos sentamos a compartir nuestras experiencias de vida y nuestros recuerdos chileciteños con el fondo musical de un disco compacto de Chito Zeballos, “Homenaje”. Tony recordó con emoción a su mamá oriunda de Italia, Pisetta y a su padre, oriundo de España, González. Se radicaron allá por 1914 en San Miguel y en el seno del hogar conyugal nacieron cinco hermanos. Recordó Tony sus estudios en “la Normal” y en la UNLP. Y su primer trabajo en los frigoríficos Armour y Swift en Berisso, ciudad vecina a La Plata. Cuando publiqué mi libro “Facultad de Mis Sueños”, Tony me escribió un texto que tiene una rigurosa actualidad en relación con nuestras economías regionales y la economía nacional: “HOLA QUECHO: aunque sea indirectamente nos hemos comunicado y quiero contestarte, saludándote en primer lugar y desearte que estés bien junto a tu familia. Nosotros, vamos andando, como dice una parte de una canción de León Benarós, en EL CHACHO PEÑALOZA; Vida y Muerte de un Caudillo, interpretada por Jorge CAFRUNE (La conoces? Es muy emotiva). Quería comentarte con respecto a lo de la ciudad de BERISSO.” “Yo alcancé a participar de los últimos años de esa pujanza, pues trabajé como Veterinario en los Frigoríficos Armour y Swift, en los años 1968/69, en el Departamento de Control de Calidad. Realmente era una actividad y una cantidad de gente trabajando en los distintos sectores, con decirte que la faena diaria era de 2.500 vacunos y alrededor de 4.000 corderos, con 500 despostadores y 2.500 charqueadores. Se exportaba a todo el mundo carne fresca, congelada, en cuartos, en trozos, se elaboraban 500.000 latas de picadillo y 120.000 de Corned Beef (Viandada) por día, se enviaba carne cocida, congelada, etc. Realmente eso era una pequeña ciudad. Yo trabajé y aprendí un montón”. “Por que se perdió? Simplemente por que eran compañías extranjeras que se llevaban los productos y los dividendos los cobraban en el exterior, quedando depositados en los bancos de Europa y EE.UU. y de a poco se fue produciendo una sangría y un vaciamiento de las empresas. Cuando les pareció conveniente, cerraron sus puertas o vendieron a otras firmas, habiendo sacado el jugo al país y a la gente. No hicieron otra cosa distinta de lo que actualmente vemos, dejando pueblos enteros sin trabajo, porque las leyes argentinas no tienen restricciones a la salida de capitales (todo impuesto por los capitales extranjeros, de los cuales somos deudores y lo seremos hasta el día el juicio final). Nada se reinvirtió ni se reinvierte. Producen una desertificación económica, llevándonos de a poco a la pobreza y a un marasmo del cual no podemos recuperarnos. En fin, algo viví y algo conozco del tema, si en algún comentario o recuerdo puedo colaborar, avísame, todavía no me agarró el Alzeimer y recuerdo aquellos tiempos. Te mando un abrazo”. Escribime. TONY GONZÁLEZ” Asiduo lector de Diario Chilecito, Tony me envió días pasado el siguiente aporte: “Por otro lado te quería comentar, a título anecdótico, que cuando hablas del único gobierno radical en La Rioja, entre 1963 y 1966 (en coincidencia con el del Dr. Illia), recuerdo a su Gobernador, Don Juan José de CAMINOS, quien fuera muy amigo de mi padre (trabajaron juntos en la Bodega Pisetta Hnos.) y que fue tutor mío y de mis hermanos cuando cursábamos el secundario en "la Normal", con el que tuvimos largas charlas. Fue un hombre probo y decente y de su planificación surgieron los emprendimientos de la Colonización de los campos de nuestra zona y que no pudo concretar al ser derrocado. Luego, por suerte y con buen tino supo llevar a cabo Don Guillermo Iribarren (a pesar de ser Interventor en la época de la dictadura)”. “No he olvidado nada” recitaba Chito Zeballos. Nosotros no olvidamos nada de nuestro Chilecito. ● EN EL BARRIO COFICO. Las casas construidas por la Compañía Financiera Córdoba tienen un estilo definido, tres metros de jardín, un piso, etc. Llegamos a la esquina de Liniers y Fragueiro con el sol de la siesta a la elegante casa de Delita Moreno. Nos esperaba con su esposo. Y su simpatía y afabilidad. Los recuerdos tuvieron su centro en “la Normal”, anécdotas del Nolo Vichi, la belleza de la Profesor Cavero, y la construcción de capacidades de los profesores, esos orfebres de nuestras almas. Recordamos hasta los dichos de algunos de ellos, como el de Julio Ibiri: “La nota máxima para el alumno es 8, porque el 9 es para el profesor y el 10 para el autor del libro”. Desfilaron los hijos de Chamelo, los míos, los de Delita, Se incorporó a la charla su esposo, el Ingeniero Goldes. Recordamos a la Kela, al Gonino, a sus padres, al Dr. Moreno, nuestro vecino en la calle José Hernández al frente del Hotel de Turismo y a todas las amistades comunes en Famatina. Los Moreno vivían en Chilecito en la casa donde ahora viven Antonito Chied y su familia, al lado de la casa de los Nader en la calle Dr. Bazán. Allí iba yo todas las tardes a prepararme con la mamá de Delita, excelente profesora, en Matemática y Lengua par rendir el examen de ingreso a “la Normal”. El tiempo pasó rápidamente, como siempre pasa cuando uno está disfrutando de una buena compañía, y debíamos partir hacia la casa del Dr. Piotti. Antes de subir al auto, miré a Delita y a su esposo en el jardín de su bella casa y sentí, con la caricia tibia del sol, una caricia infinita en el alma que se agiganta con el recuerdo de las siestas chileciteñas. .● EN EL BARRIO ALTO ALBERDI. Llegamos la casa del Dr. Celestino Piotti, quien nos esperaba con su esposa, el profesional que hizo el informe sobre los restos óseos de Isora Ocampo para ser enviado al Vaticano. Le conté que Isora era uno de los ocho hijos del matrimonio integrado por Amaranto Ocampo y Solana Dávila. Hermana de Jamín Ocampo, padre de mi abuelo Luis, vendría a ser, generacionalmente, mi bisbuela. Le expliqué que por una norma del Mayorazgo de San Sebastián de Sañogasta, institución de la Corona Española abolida por la Asamblea del Año XIII, el hijo mayor del matrimonio Amaranto Ocampo-Solana Dávila, Ramón, debía llevar el apellido Brizuela y Doria. De allí que las actuales familias Brizuela y Doria, por razones legales y de sangre, son Ocampo. Y le expliqué las causas por las que Isora nació en una cueva en las primeras estribaciones del cerro Famatina, hacia el oeste de Sañogsta. El Dr. Piotti, médico forense durante 40 años de los Tribunales cordobeses, creador de la cátedra “Antropología Física y Evolución Humana”, nos contó sobre su experiencia relacionada con la exhumación de los restos de Isora Ocampo que permanecían en uno de los nichos en el patio de atrás del Convento de Catalina de Siena para monjas de clausura en Córdoba, donde Isora se destacó por su fe y humildad y por sus intervenciones milagrosas en muchos casos, razones por las cuales está en curso el proceso de canonización. Piotti nos explicó con detalle su trabajo, nos mostró fotos de las distintas etapas del método científico aplicado y los documentos y mediciones que le permitieron determinar fehacientemente que los restos pertenecen a Isora y reconstituir su esqueleto en un 100%. Nos dio algunos ejemplos: está documentado que en un accidente hogareño se torció el tabique nasal: así lo comprobó; en una foto antigua, Isora tiene una ceja más alta que la otra: un orificio ocular está más alto que el otro; está documentado que Isora era asmática: sus costillas están aplanadas. Pero lo más significativo de sus explicaciones es que durante su trabajo hubo hechos para normales. Y además, que pudo comprobar que, habiendo repartido las estampitas de Sor Isora en su consultorio de Tribunales, en 16 casos se produjeron curas milagrosas, todas las cuales las documentan las monjas de clausura bajo la dirección de una de ellas, abogada y dedicada al estudio de la vida de los santos, Nora Díaz Cornejo. El Dr. Piotti desea conocer la cueva donde nació Isora y propone que allí se ponga una placa recordatoria. .● EN EL BARRIO LOS NARANJOS. Después de la extensa conversación con el Dr. Piotti, nos dirigimos a la casa de mi colega Esteban Anoardo. Nos esperaba con su esposa Julia, profesora e investigadora también, y con su hija Agustina. Como en las casas chileciteñas, nos sentamos en la mesa de la cocina, Julia dejó su oficio académico y preparó unas exquisitas empanadas, Esteban abrió un buen vino y compartimos en una amena cena, los proyectos comunes y las grandes y pequeñas cosas de cada día. Cuando regresábamos a casa, Samuel me dijo: “que gente agradable”. Pensando en nuestro encuentro con Tony, con Delita, con el Dr. Piotti, con Esteban y Julia, le respondí: “son como nosotros, como nos criaron papá y mamá, y la abuela Vicenta y la tía María”. Y pensé que quizá, con su profunda fe, su humildad y sus hechos milagrosos, tenemos a nuestro lado a Isora del Tránsito Ocampo Dávila, “Sor Leonor de Santa María Ocampo”, como ella eligió llamarse. ¿Una futura Santa Riojana?.
Posted on: Mon, 29 Jul 2013 01:30:39 +0000
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