Nov 17 a las 1:08 PM Está en primer grado y buscan - TopicsExpress



          

Nov 17 a las 1:08 PM Está en primer grado y buscan desesperadamente un donante de médula para salvarle la vida Liam tiene una deficiencia genética cuya única solución es un trasplante de médula ósea. Pese a que muchos creen que donar médula es doloroso y complejo, hay técnicas de extracción simples, similares a la donación de sangre. Liam tiene seis años y hasta hace dos meses era tan sólo eso: un nene lleno de rulos que sonreía abrazado a la mochila nueva con su maestra de primer grado. Pero en septiembre le diagnosticaron una enfermedad muy rara y compleja que tiene una única solución: un trasplante de médula ósea. Algunos de los chicos como él que tienen hermanos son más afortunados: cualquiera de ellos podría ser un donante natural compatible. Pero Liam es hijo único, y eso significa que a su donante hay que salir a encontrarlo. Liam Llambi Atrio tiene HLH (Linfohistiocitosis hemofagocítica), una deficiencia genética que le causa diferentes problemáticas en su organismo y lo deja sin defensas. Y hace poco un virus (el de la mononucleosis) le activó la deficiencia inmunológica y ahora está siendo tratado con quimioterapia en el Hospital Alemán. “La única solución para él es un trasplante de médula ósea. Su caso es tan complejo que estadísticamente una de cada 40.000 personas es compatible. Por eso es que comenzamos una campaña entre familiares y amigos para tratar de encontrar a esa persona que sea compatible con su código genético y quiera ayudarlo”, explicó a Clarín Federico Llambi, su papá. La médula es crucial para que Liam pueda seguir viviendo porque produce principalmente células sanguíneas: glóbulos rojos, blancos y plaquetas. Los glóbulos rojos transportan oxígeno, los glóbulos blancos combaten las infecciones y las plaquetas son necesarias para evitar hemorragias. Pero lo importante para ayudarlo es terminar con los mitos. Mucha gente cree que donar médula es muy complejo, por eso sólo lo haría por alguien muy querido. Sin embargo, eso es un mito. Lo primero que hace falta para ser candidato a donante es hacerse un sencillo análisis de sangre que permite identificar nuestra “huella genética” y ver si somos o no compatibles. En caso de serlo, hay dos formas de extracción de médula. Una de ellas se hace en un hospital, mediante punción. Es una técnica que no duele porque que se realiza con anestesia y al día siguiente el donante puede volver a su vida habitual. La otra técnica demanda hacer algo muy parecido a lo que hacemos al donar sangre: se ponen dos vías, una en cada brazo, y se hace circular la sangre por un aparato que filtra las células progenitoras que más tarde se trasplantarán al receptor. El donante no corre más riesgos que algunas posibles náuseas y en dos semanas recupera las células extraídas. Liam corre todos los riesgos y lo que recupera, en caso de encontrar a ese donante, es la vida. Hace click aquí para agregarte a Me Gusta y compartir en Facebook. Clic en esta imagen
Posted on: Mon, 18 Nov 2013 13:43:19 +0000

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