Nuevo Nacimiento Explicado. W. Campo verde 6. EL MEDIADOR. Llega - TopicsExpress



          

Nuevo Nacimiento Explicado. W. Campo verde 6. EL MEDIADOR. Llega el Mediador: ¡entra la justicia! Ahora llegamos a otro aspecto maravilloso de la obra de Dios a su favor. El envió a Su amado Hijo desde el cielo, no solo para ser su Postrer Adán, sino para ser el Mediador entre usted y El Mismo. Un mediador es aquel que hace de puente entre dos partes con el propósito de reconciliar sus diferencias cuando hay una brecha entre ellos. Y el abismo entre Dios y usted es considerable. REQUISITOS. El Señor Jesús es el único Mediador de Dios. Y El es el único mediador posible para usted. Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre (1 Timoteo 2:5) El mediador debe ser uno en quien las dos partes involucradas confían y lo aceptan. Dios dijo del Señor Jesús: Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia; a él oíd. (Mateo 17:5). Él le pide que reciba a Su Hijo. Usted toma su parte en esta mediación al aceptar y confiar en el Mediador de Dios. Para poder ser el Mediador entre Dios y el hombre, el Señor Jesucristo tuvo que participar de ambas naturalezas, la de Dios y la del hombre. Eso es mediar. El entró en las mismas naturalezas de ambas partes involucradas. ¿No siente que le estremece lo maravilloso de todo esto? El Señor Jesús siempre fue Dios; El ha tenido la naturaleza divina desde la eternidad. Al nacer de la virgen María, tomó sobre Sí Mismo la naturaleza humana. La Escritura lo menciona de ambas formas El Hijo de Dios y El Hijo del Hombre. PAGADO TOTALMENTE. Observe lo que añade la Palabra de Dios acerca de Jesucristo: El cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. (Filipenses 2:6-8). Nuestro Señor voluntariamente derramó Su sangre-vida en la Cruz, muriendo de la más agonizante y vergonzosa muerte criminal por usted. Sí, el Cordero de Dios fue sacrificado para pagar la pena de muerte que a usted le correspondía. Y sin derramamiento de sangre no se hace remisión {perdón} (Hebreos 9:22). Su bendito Substituto: {hizo} la paz mediante la sangre de su cruz. . . Y a vosotros también, que erais en otro tiempo extraños y enemigos en vuestra mente, haciendo malas obras, ahora os ha reconciliado en su cuerpo de carne, por medio de la muerte, para presentaros santos y sin mancha e irreprensibles delante de él. {Dios} (Colosenses 1:20-22). Más aún, como Mediador, el Señor Jesús debe representar equitativamente a Dios y al hombre. ¡Piense en esto! El se puso en medio de: Dios Santo y la raza humana pecadora. Tenía que ser uno que satisficiera cada demanda de Dios sobre el hombre, y cada reclamo del hombre ante Dios, y esto con el fin de reconciliarlos. Siendo su Creador, Dios tiene una demanda considerable sobre usted, ¿Vedad? ESTABLEZCA SU DEMANDA. Hay una sola demanda legítima que usted tiene ante Dios, y es que usted está condenado y no hay absolutamente nada que pueda hacer para cambiar ese hecho. Aunque no tiene nada que ver con su nacimiento en la familia equivocada, por su propia voluntad peco y con ello confirmó su condenación. No importa cuánto trate de alterar su condición, o cuánto se esfuerce por ser bueno, usted todavía está dependiendo de usted mismo, la fuente equivocada, la misma que es totalmente inaceptable delante de Dios. Así que la exclamación que tiene ante El es: “Dios, nada puedo hacer ni con mi posición espiritual, ni con mi condición de pecador. Tendrás que hacerte cargo de eso por mí.” ¡Y El ya se ha encargado de ese requisito, en su caso personal! El mandó a su Hijo para tomar su lugar, porque el pecado demanda la muerte. El Señor Jesús tomó sobre Sí esa muerte y pagó en la cruz del calvario la sentencia que a usted le tocaba. Sabiendo que fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir, la cual recibisteis de vuestros padres, no con cosas corruptibles, como oro o plata, sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación, ya destinado desde antes de la fundación del mundo, pero manifestado en los postreros tiempos por amor de vosotros, y mediante el cual creéis en Dios, quien le resucitó de los muertos y le ha dado gloria, para que vuestra fe y esperanza sean en Dios. (1 Pedro 1:18-21). facebook/vidanuevapachuca
Posted on: Fri, 14 Jun 2013 13:29:08 +0000

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