Nuria González Orozco Si te refieres a mí en lo de mujer cristiana no me veo reflejada en ninguna de las cosas que has dicho. Ni soy sumisa, tengo el orgullo y la vanidad necesarias a veces creo que demasiado y no me gusta cuando me paso, no tengo pobreza de inteligencia y cuestiono bastante, y con respecto a los puestos eclesiásticos la verdad es que nunca me ha interesado acceder a ellos. Te lo he dicho muchas veces, me parece que es que no quieres enterarte. Estás tan obcecado que no ves más allá, creo que es un defecto que tienes. Y si te quieres burlar hazlo estás en todo tu derecho, porque es a mí y no a tí a quién no le gustan esas cosas. 17:04 Adrián Pisuicas Solórzano Rodríguez Ojalá algún día tengás una hija, aunque sea a través de la FIV. Y que ella, igualmente adoctrinada y sumisa a tu religión, te exprese su deseo (que las sumisas no lo divulgan para no contradecir a su religión): "Mami, mi deseo es ser parte de la clerecía católica". Por supuesto, lógico, coherente... que digás que no nunca has estado interesada en esos puestos. ¿Acaso podrías accesar a ellos? ¿Hay alguna católica, una sola, que confiese públicamente que quiere se parte de esa discriminadora, arrogante y misógina clerecía? Es como si un pederasta de la clerecía confesara sus acciones. Es como si una mujer maltratada por su pareja lo denuncie (bueno, en estos casos sí hay excepciones; pero muy pocas). Es como si un gay del clóset lo confesara públicamente. Es como si un fan de la tauromaquia aceptara que eso es un maltrato animal. Es como si una mujer católica dijera públicamente que el dios bíblico (el único que hay) es misógino, homofóbico y asesino. Tu problema es que considerás que tu deseo es genérico para las mujeres y, por tanto, rechazás la defensa que hacemos por ellas. Quiera una o no quiera una ser parte de la clerecía, es un derecho de las mujeres. Igual, hace algunos años la iglesia católica española consideraba que los indígenas no tenían alma y no tenía derecho a pertenecer a la iglesia. Hace algunos años las mujeres no tenían derecho a votar. Pero todavía hoy las mujeres católicas no tienen derecho a ser eclesiásticas y las que aceptan esa prohibición son SUMISAS a su religión. Tengo muchos de ejemplos: verbigracia, para visitar al papa, la mujer tiene que vestir de falda, color negro y velo. El hombre va como le da la gana. Eso mismo pasó hace poco con nuestra presidenta, que es igualmente sumisa a tu religión. Pero, ¿va una mujer sumisa a aceptar que lo es? Sería un milagro.
Posted on: Thu, 22 Aug 2013 02:32:54 +0000
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