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Ok aqui esta el siguiente capitulo ESTE CUERPO NO ES MIO Capitulo 11: Ryoga ¡No lo hagas! Desde aquella ocasión en la que el chico de la trenza escuchó aquella hiriente conversación de su prometida y la amazona, se distanció de la primera, aunque había escuchado la versión de la peli azul, no sabía porque pero algo dentro de él se negaba a aceptarlo, en su cabeza se había formado la idea de que a Ranma no le importaba en lo más mínimo demostrar un amor puro y sincero cuando a la primera oportunidad acepta el atajo que regularmente viene lleno de problemas y desilusiones, quería creerle, de verdad que quería hacerlo con todas sus fuerzas pero su pobre corazón herido no se lo permitía, ¿Qué era lo que tenía que hacer? Una joven perdida en sus pensamientos observaba el hermoso color de la noche, parecía una tela llena de preciosos diamantes que brillaban inmensamente. ¿Por qué tenía que pasar eso? ¿Por qué siempre se dejaba manipular por las demás prometidas? No recordaba muy bien lo que le había dicho a su prometido la noche anterior, pero si de algo estaba seguro era de que no permitiría que nada ni nadie haría que el compromiso de ellos dos se rompiera. -¿Por qué siempre tienes que complicarlo todo?- decía la joven pegando sus rodillas a su cuerpo y lanzando un gran suspiro. Estaba tan pérdida en su mundo que no escucho los pasos de alguien más. La chica volteó y observó a su prometido subir lentamente para después quedarse mirando un rato. -yo…yo no sabía que estaba ocupado, lo siento- el joven se disponía a bajar. -Espera Akane, quédate- dijo la joven observando el cielo. -¿Para qué quieres que me quede?- -Quiero…tu compañía- La joven ni siquiera miró a su prometido así ninguno de los dos pudo notar el sonrojo que tenían en las mejillas, el joven sin hablar lentamente se sentó a un lado de su prometida y ambos vieron fijamente el firmamento. -Akane…yo…yo lamento lo que te dije ayer- -No te preocupes Ranma yo también dije cosas que no sentía, ambos actuamos muy inmaduros- -Pero tú eres la más inmadura- El joven frunció el ceño cosa que le provocó gracia a la peli azul. -¿De verdad le regresaste el sobre a Shampoo?- dijo el joven mirando a su prometida. -Si, le dije que no los quería- -Pero esos polvos pudieron regresarnos a la normalidad- -pero Akane, tu misma dijiste que preferías la otra manera- Ambos jóvenes se sonrojaron. -¿Qué? Yo…yo…yo no dije…yo no dije eso- -Si lo hiciste- el tono de la joven era de burla. -Claro que si- -Yo te oí- -No es cierto- -Mentirosa- -Además yo pude haberlo dicho pero tu demostraste que también preferías esa forma- -¿De qué hablas? Claro que no- -tú me lo dijiste, por eso le regresaste esos polvos a Shampoo- la joven ya no tuvo nada que decir en su defensa, simplemente giró su cabeza bruscamente hacía el otro lado mostrándose enojada. -Bueno Ranma, creo que ahora podré dormir mejor- -Si Akane, yo pienso lo mismo- -Hasta mañana- -Hasta mañana- La joven se paró para dirigirse a su habitación cuando sintió un tirón que provenía desde su pie, sintió perfectamente como la loseta que estaba pisando se desprendía para después caer lentamente, pudo ver la cara de miedo que tenía su prometido, éste intentó salvarla dándole la mano pero solo provocó que ambos cayeran, el joven se volteó en el aire para quedar debajo de su prometida, la joven fue la primera en reaccionar y observó que su prometido se había impactado directamente contra el suelo además de tener los ojos cerrados. -Akane..akane…-decía la joven moviendo levemente a su prometido. -Akane, contéstame…- unas pequeñas lágrimas comenzaban a salir de los hermosos ojos marrones de la jovencita. -Ran…ma, eres…un…tonto- dijo el joven con dificultad. -tu eres la tonta ¿Por qué rayos cambiaste de lugar?- -No lo sé, tal vez fue un reflejo- -Bueno, ¿te lastimaste algo?- -No, creo que no- Ambos notaron la posición en la que estaban, él estaba en el suelo y ella encima de él, los dos chicos se miraron y sus corazones comenzaron a palpitar aún más rápido, su respiración se agitaba, sentían un cosquilleo invadirlos de pies a cabeza, la joven sujeto la barbilla de su prometido y la fue acercando lentamente a ella, sólo unos centímetros más…podía hacerlo, esta vez nada iba a arruinarlo, el joven se limito a cerrar los ojos, ambos estaban ansiosos de ese tan inesperado momento…podían sentir la magia que los invadía, se miraron una vez más, querían asegurarse de que aún seguían ahí, si esto era un sueño…era el sueño mas real que habían tenido. Ambos entre abrieron sus labios. -Mi pobre Akane- se acercaba el señor Soun llorando con toda la familia detrás de él. -¡Demonios!- susurró la joven. Los dos chicos al escuchar eso se separaron al instante, sonrojados, se pusieron a una distancia considerable, ¿Por qué siempre había algo que arruinaba todo? Esta vez iba a ser perfecta, pero al parecer el destino aún no quería que regresaran a sus cuerpos. -Lamentamos haber interrumpido a los enamorados- decía en burla la mediana de los Tendo. -Nabiki no seas así, Akane, Ranma ¿Se lastimaron?- dijo en un tono dulce Kasumi. -No Kasumi, estamos bien- contestó el oji azul. -No se preocupen, estamos bien ¿Verdad Akane?- la peli azul miro a su prometido con una sonrisa. -Si, será mejor que se vayan a dormir-. Dijo el oji azul. -Bueno ya que estamos todos aquí, prepararé algo de comer- decía Kasumi sonriendo. -Eso me parece una gran idea- decía el letrero del panda. -Si Kasumi, esto ya me dio hambre- -De acuerdo, creo que no me caerá mal- Toda la familia se reunió en el comedor, para así poder disfrutar otro de los deliciosos platillos de la más grande de las hermanas, platicaron un rato, para después volver cada quien a sus respectivas habitaciones. En otro lugar de Nerima: -Vaya, Shampoo estar muy contenta de verte- -Temía que fueras tú, había notado que alguien me estaba siguiendo pero para mi desgracia tenías que aparecerte por aquí-. "serás de gran utilidad"-pensaba la amazona. -En fin ¿Para qué me quieres?- -Shampoo tener que contarte algo muy malo- -No pienso perder mi tiempo contigo escuchando tus problemas, adiós- -Espera, lo que Shampoo tener que decirte ser importante para ti- -Dímelo de una vez- -Lo que pasa es que Shampoo ha escuchado que Ranma y Akane han tenido muchas peleas- -Eso no es nada nuevo, ¿Eso era todo?- el joven se dispuso a marcharse. -Espera, tener que escucharme, han tenido muchos problemas, pero Ranma ha hecho algo muy malo-. -¿A qué te refieres?- -Ranma intentar golpear a Akane- -¿Qué? ¡Ese maldito!- el chico apretó los puños fuertemente y comenzaba a chasquear sus dientes. La amazona se esforzaba demasiado al tratar de no emitir sus risas. -Así es, ni siquiera Shampoo desearle eso a Akane- -¿Cómo se atreve ese infeliz a hacerle eso?- -Si, eso ser muy malvado- -y ¿Cómo sé que todo esto es verdad?- -Shampoo tener testigos, muchas personas ver ese acontecimiento- -De acuerdo, ¿Entonces? ¿tú que ganas al decirme esto?- -Muy simple, ¿Quieres que Ranma maltrate a Akane? O peor ¿Qué le llegue a pegar?- -Que no se atreva el maldito a hacerle daño a Akane porque no sabe de lo que soy capaz- el tono del muchacho era ronco. -Shampoo tener un plan para evitar eso- -¿Tu quieres ayudar a Akane?- -am…eh…Por supuesto- la amazona sonrio. -Entonces ¿cuál es tu plan?- -Muy fácil, la única forma es que pelees con Ranma, mientras yo cuido de Akane-. -¿Tú quieres cuidar a Akane? ¿Cómo sé que no le harás nada?- -Shampoo dar su palabra de no tocar a chica violenta- -De acuerdo, Ranma no se escapará de ésta- -Bueno adiós- diciendo esto la amazona se marchó saltando tejado sobre tejado. Fue así como la amazona ponía en marcha un nuevo plan, seguramente este no fallaría, no había manera de que hubiera un fallo, además la persona que la "ayudaría" no cometería ningún error, de eso estaba segura. Esta vez Ranma y Akane seguramente romperían ese absurdo compromiso. La amazona se alejó de ese lugar con una malévola sonrisa, no se iba a rendir, Ranma tenía que ser suyo, se casaría con ella costase lo que le costase, ahora sí…Akane y Ranma tendrían muchos problemas. Un nuevo día llegaba a la ciudad de Nerima, el sol despedía un hermoso resplandor que entraba por las ventanas de la familia Tendo, respectivamente iban levantándose para poder disfrutar de otros platillos de Kasumi, ambos jóvenes despertaron con mucha energía, con un humor muy bueno, éste sería el día en el que recuperaran sus cuerpos…algo dentro de ellos se los decía. Esta vez nada ni nadie se interpondría, esta vez lograrían besarse… lograrían demostrarse todo ese amor que los carcomía por dentro. Habían tenido un desayudo tranquilamente, sin las constantes peleas entre Genma y Ranma, sin ver el techo destrozado debido a que Ranma salía volando, sin los acosos del maestro Happosai, sin las indeseables interrupciones por parte de las otras prometidas de Ranma. Este día realmente se podía respirar tranquilidad, paz y otras sensaciones relajantes. Desde aquella ocasión en el parque, la joven pareja no había tenido noticias de la amazona, de ninguna de las otras prometidas, ni siquiera de Ryoga…aunque eso era realmente extraño ¿Y si estaban planeando algo? Era muy probable ya que no había rastro de ninguno o tal vez habían decidido dejarlos en paz. -Ranma ¿Puedo hablar contigo unos instantes?- dijo el joven con tímidez. -Claro- Los dos chicos se pararon y se fueron al lugar en el que siempre se le veía a Ranma entrenar. Ambos se encontraban de pie, el joven adquirió un semblante serio y miro a su prometida, ésta no pudo evitar ponerse nerviosa. -Ranma, no podemos seguir así- dijo el joven angustiado. -¿A qué te refieres?- -A nuestros cuerpos, tenemos que cambiarnos cuanto antes- -¿Por qué la prisa?- la joven tenía un tono muy calmado. -tu deberas no recuerdas lo que nos ha pasado últimamente ¿Verdad? Tu viste lo que Shampoo hizo, quien sabe que otros planes se le ocurran, igual a las otras-. -pero Akane, no tienes de qué preocuparte, hace mucho que no sabemos de ella- -Eso es lo que me preocupa- - Pero no debes preocuparte, tal vez decidieron dejarnos en paz, además…- -Ranma…bésame- el joven estaba completamente rojo. -¿Qué?- la chica no pudo evitar dar un grito. -Que me beses- -Pero..Akane…- -Hazlo de una buena vez- -¿Estás segura?- -Te lo estoy pidiendo ¿No?- -pero…yo- -Hazlo-. El joven cerró los ojos delicadamente y entre abrió sus labios, su prometida no podía dejar de observar sus labios, realmente estaban deseosos de aquel beso ¿A quién engañaba? Ella también quería besarlo. -No Akane- -¿Qué?- el semblante del joven era de sorpresa y desilusión. -Lo que escuchaste, no- -pero ¿Por qué?- -si me fuerzas a besarte no sería una muestra de amor sincero- -Pero- La peli azul colocó el dedo índice sobre los labios de su prometida. -Tranquila, ya llegará la ocasión- -Pero Ranma…ese es el pretexto más tonto que he escuchado- el semblante triste del joven se transformo en enojo. -¿De qué estas hablando? No es ningún pretexto- -Por favor Ranma, sólo di que no quieres besarme- -Yo jamás he dicho eso- la joven no entendía nada de lo que estaba pasando. -Claro, que tonta, puedes besar a todas tus demás prometidas pero a mi no- -¿Qué estás diciendo?- -Lo suponía, claro, yo no soy tan femenina ni bonita como todas las demás, por eso las prefieres a ellas- -Akane ¿cómo rayos has llegado a eso?- -No tienes que decírmelo, ¿Por qué no te largas con las otras?- -Akane ya hemos hablado de eso, pensé que te había quedado claro- -¿Cómo quieres convencerme? Ni siquiera puedes darme un beso- -Es que no nos podemos forzar- -Dímelo Ranma, acepta que yo no te gusto que ante tus ojos solo soy una niña infantil, fea, marimacho- el joven comenzaba a derramar lágrimas. -¿Pero qué demonios dices?- -Claro, debí suponerlo- -Akane no entiendo nada ¿Ves? Por esas actitudes son por las cuales prefiero no acercarme a ti, Shampoo y las demás son mucho más cariñosas aunque estén locas, pero ellas no se crean historias en su cabeza, ellas no se adelantan a las conclusiones, son mucho más femeninas y no me tratan mal, créeme que si por mi fuera ya hubiera deshecho esta maldición, por que eso es lo que es…una maldición ¿Pero de qué me sorprende? Si estoy lleno de maldiciones, no puedo creer que digas esas idioteces ¿Cómo puedes pensar en eso? Pensé que te había demostrado lo suficiente para convencerte de que eras la única que…¡olvídalo! No pienso seguir discutiendo contigo, tienes razón debería irme con Shampoo y las demás…ellas si saben apreciarme- El oji azul sentía como si cada palabra de su prometida diera directamente a su corazón, estaba furioso, sus ojos llenos de lágrimas destellaban cólera, frustración, dolor. La peli azul estaba dispuesto a retirarse cuando sintió como la jalaban del brazo y pudo sentir la palma de su prometido impactarse contra su mejilla, ésta cayó al suelo para después limpiarse el pequeño hilo de sangre que había brotado de su boca. Observó que su prometido lloraba y lo miraba con rabia. ¿Cómo rayos habían llegado a eso? ¿Cómo una simple plática se convirtió en una pelea, en insultos…en golpes? En el patio se pudo observar como una sombrilla caía velozmente quedando clavada en el suelo. Los dos jóvenes miraron a la dirección de donde la sombrilla fue arrojada y pudieron notar a un chico con una enorme aura roja, puños apretados y el ceño fruncido. -Ryoga- exclamaron los dos jóvenes al mismo tiempo. -¿Cómo te atreviste a pegarle?- la voz del joven de la pañoleta era quebrada, podía sentirse la ira que llevaba dentro de él. -Ryoga…yo- el joven no pudo evitar expresar el miedo por medio de su voz. -¡Eres un miserable!- Ryoga se arrojó sobre el oji azul, con todas las intenciones de pegarle. -Ryoga ¡No!- la joven gritó aterrorizada. Continuara..
Posted on: Fri, 02 Aug 2013 19:56:04 +0000

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