Otra vez le llevó el diablo a un monte muy alto, y le mostró - TopicsExpress



          

Otra vez le llevó el diablo a un monte muy alto, y le mostró todos los reinos del mundo y la gloria de ellos, y le dijo: Todo esto te daré, si postrado me adorares. Entonces Jesús le dijo: Vete, Satanás, porque escrito está: Al Señor tu Dios adorarás, y a él sólo servirás. (Mateo 4:8-10). Y le llevó el diablo a un alto monte, y le mostró en un momento todos los reinos de la tierra. Y le dijo el diablo: A ti te daré toda esta potestad, y la gloria de ellos; porque a mí me ha sido entregada, y a quien quiero la doy. Si tú postrado me adorares, todos serán tuyos. Respondiendo Jesús, le dijo: Vete de mí, Satanás, porque escrito está: Al Señor tu Dios adorarás, y a él solo servirás. (Lucas 4:5-8). Satanás declaró, en su orgullo y arrogancia, que él era el legítimo y permanente gobernante del mundo, el dueño de toda su gloria, como si él hubiera creado el mundo y todas las riquezas y la gloria que hay en él. Se esforzó por hacer un convenio especial con Cristo, cederle inmediatamente todo lo que él pretendía que era suyo, si Jesús lo adoraba. Satanás mostró a Jesús los reinos del mundo. Se los presentó en la forma más atrayente. Le dijo a Jesús que renunciaría a sus demandas de la posesión de la tierra si tú postrado me adorares. Satanás sabía que su poder tenía que ser limitado y finalmente suprimido, si el plan de salvación se llevaba a cabo. Sabía que si Jesús moría para redimir al hombre, después de un tiempo terminaría su poder y él -Satanás- sería destruido. Por lo tanto, su premeditado plan era impedir -de ser posible- que se completara la gran obra que había sido comenzada por el Hijo de Dios. Si fracasaba el plan de la redención del hombre, Satanás retendría el reino que entonces reclamaba; y si lograba éxito, se hacía la ilusión de que reinaría en oposición al Dios del cielo. Satanás afirma que este mundo es su territorio. Aquí tiene su sede y mantiene bajo su dominio a todos los que se niegan a guardar los mandamientos de Dios, los que rechazan un claro Así dice Jehová. Estos están bajo la bandera del enemigo de Dios, pues sólo hay dos bandos en el mundo. Todos se alistan bajo la bandera de la obediencia o bajo la bandera de la desobediencia. Dijo Jesús: El que no es conmigo, contra mí es; y el que conmigo no recoge, desparrama. (Mateo 12:30; Lucas 11:23). Si me amáis, guardad mis mandamientos. (Juan 14:15).
Posted on: Sun, 03 Nov 2013 08:27:45 +0000

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