PADRE PEPE: PDFImprimirE-mail “Donde entra un Libro no entra un revólver, donde entra una pelota no entra el Paco”. Por Pablo Roy Layús. El Padre Pepe Di Paola fue despedido por integrantes del MSD y amigos de la parroquia de Caacupé antes de viajar a Roma para entrevistarse con el Papa Francisco. “Donde entra un Libro no entra un revólver, donde entra una pelota no entra el Paco” fue la maravillosa, resonante y concreta frase que dejó como sentencia y enseñanza el Cura Pepe ante los comensales que compartían un almuerzo realizado el pasado domingo como despedida ante su inminente viaje a Roma, Italia, para encontrarse con el Papa Francisco. El evento se llevó a cabo en las instalaciones de la nueva Capilla de la Virgen del Milagro, ubicada en las inmediaciones de la Villa de Emergencia de la Cárcova (José León Suárez), en el partido de San Martín de la provincia de Buenos Aires. Entre los presentes se encontraban amigos de la parroquia de Caacupé de la Villa 21 – 24 de la Ciudad de Buenos Aires e integrantes del Movimiento Social del Deporte (MSD), como Víctor Lupo, el actor Edgardo Nieva, la Lic. Nélida Posse, Ester Greco, el cantautor tucumano Mario Cabrera y el Director de Ediciones Fabro, Fabián D ‘Antonio, entre otros. José María de Paola, más conocido como «Padre Pepe», viaja en estos próximos días a Roma (Italia) para entrevistarse con la máxima autoridad de la Iglesia Católica, su amigo Jorge Bergoglio, convertido desde el 13 de marzo pasado en el Papa Francisco. Por su cercanía, el Padre Pepe considera a Bergoglio “un amigo y un padre espiritual”. “Fue él quien me mandó en 1997 a la Villa 21”, asegura, mientras cuenta que en aquel momento lo puso al frente de un “equipo de sacerdotes” en una parroquia extrema, situada en una tierra de compra y consumo de drogas. Y, en relación a la tarea que le tocó llevar adelante junto a solamente otros tres sacerdotes para cuarenta mil personas, sostiene: “Gracias a él, a su presencia, hemos conseguido desarrollar muchos trabajos de prevención y recuperación utilizando la educación, el arte y el deporte como herramientas”. Di Paola cuenta que fue salvado por la intervención del arzobispo Bergoglio: “Me la habían jurado, él me protegió”. Y explica que todo fue por la droga. “Yo coordinaba a los sacerdotes, corría el año 2009 y habíamos hecho una declaración pública sobre el narcotráfico que no tenía control ni límite en Villa Miseria, estaba devastando a todos, incluyendo a los niños”, relata. Esto no pasó desapercibido, y un hombre bien vestido y con acento de ciudad se apresuró a explicárselo: “Me dijo que me matarían”. Después vinieron las amenazas telefónicas y las cartas. “Pero Bergoglio me defendió: durante una misa en la Plaza de Mayo, habló abiertamente de las amenazas cuando nadie lo sabía. Tanto es así que los medios de comunicación me buscaron, empezaron a interesarse, se despertó la atención por lo que estaba sucediendo. Pero no sólo eso, el Cardenal venía a la villa, se dejaba ver a mi lado, me acompañaba como un padre, apoyándome personal y públicamente en el momento para mí más difícil”, concluye. Gran parte de la charla durante el largo encuentro fue sobre Francisco, sobre el corto tiempo que lleva como Papa, los recuerdos de él en su visita a las Villas y su denodada lucha contra los flagelos modernos como el Sedentarismo y la Droga en los jóvenes. Varios de los presentes estuvieron hace poco semanas en Río de Janeiro participando en las Jornada Mundial de la Juventud junto al Papa Francisco. Sobre el cierre de la jornada, los integrantes del MSD le entregaron al Cura Pepe una carta y varios libros y DVD para que le entregue al Papa y le obsequiaron pelotas de fútbol para la parroquia. Las canciones de Mario Cabrera fueron el mejor final para un día inolvidable. Además, quedó el compromiso de una próxima actuación de teatro producida por el actor Edgardo Nieva.
Posted on: Fri, 06 Sep 2013 00:22:49 +0000
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