PARÁBOLA DE LA OVEJA PERDIDA Por:Rvdo. Gilberto M. Rufat Base - TopicsExpress



          

PARÁBOLA DE LA OVEJA PERDIDA Por:Rvdo. Gilberto M. Rufat Base Bíblica: Lucas 15:3-7 “3Entonces él les refirió esta parábola, diciendo: 4¿Qué hombre de vosotros, teniendo cien ovejas, si pierde una de ellas, no deja las noventa y nueve en el desierto, y va tras la que se perdió, hasta encontrarla? 5Y cuando la encuentra, la pone sobre sus hombros gozoso; 6y al llegar a casa, reúne a sus amigos y vecinos, diciéndoles: Gozaos conmigo, porque he encontrado mi oveja que se había perdido. 7Os digo que así habrá más gozo en el cielo por un pecador que se arrepiente, que por noventa y nueve justos que no necesitan de arrepentimiento.” Introducción El capítulo 15 del evangelio de Lucas contiene tres parábolas conocidas; la parábola de la oveja perdida, la parábola de la moneda perdida y la parábola del hijo pródigo. Algunos arguyen que las 99 representan a los creyentes que están en el rebaño, mientras que la perdida representa al que no ha conocido el evangelio. Esta interpretación aunque común es errónea. Veamos por qué: 1- Primeramente, las parábolas son ilustraciones que pretenden reforzar o demarcar la idea central o el punto relevante dentro del contexto o la enseñanza. Una parábola no es una alegoría, ya que la diferencia principal es el hecho de que en la alegoría, la narración podría tener contenida en sus partes, diferentes significados o representaciones. 2- Segundo, esta interpretación no hace uso del contexto que da paso a la parábola. El contexto lo es todo. El contexto nos indica cuál es el significado o uso apropiado de la parábola, es decir, como las palabras que dependiendo del contexto, pueden significar varias cosas. Por ejemplo, no es lo mismo, prende una vela, que iza la vela o vela la cena. Se escriben igual pero su significado es precedido por el contexto. Lo mismo sucede cuando estudiamos la Biblia, el contexto precede o da la interpretación correcta de la parábola. El contexto de la parábola de la oveja perdida yace en los primeros versos del capítulo 15:1-2, veamos: “1Se acercaban a Jesús todos los publicanos y pecadores para oírle, 2y los fariseos y los escribas murmuraban, diciendo: Este a los pecadores recibe, y con ellos come.” El contexto de esta parábola está centrado en la murmuración de los escribas y fariseos contra Jesús, por permitir que publicanos y todo tipo de pecadores se acercaran a él. ¿Quiénes eran estos murmuradores? En primer lugar, los fariseos, ¿quiénes eran? El diccionario Mundo Hispano los define de la siguiente manera: “De los tres partidos prominentes dentro del judaísmo en los tiempos de Jesús (los fariseos, los saduceos y los esenios), los fariseos fueron, por mucho, los más influyentes. La palabra fariseo, que en su forma semítica significa los separados o separatistas, aparece por primera vez durante el reinado de Juan Hircano (135 a. de J.C.). Generalmente el término se utiliza en plural más que en singular. También eran conocidos como chasidim, que significa amados por Dios, o leales a Dios. Según Josefo, en su momento de mayor popularidad había más de 6.000 fariseos. Tres facetas o características de la nación judía contribuyeron al desarrollo del partido de los fariseos, o, paradójicamente, puede decirse que los fariseos hicieron estas contribuciones al judaísmo de modo que, en última instancia, farisaísmo y judaísmo llegaron a ser casi sinónimos. La primera de ellas era el legalismo judío que comenzó a ganar firmeza luego de la cautividad en Babilonia. La adoración en el templo y los sacrificios habían cesado, y el judaísmo comenzó a centrar sus actividades en la ley judía y en la sinagoga. El surgimiento de los escribas judíos, que estaban estrechamente relacionados con los fariseos, también le dio un gran ímpetu al legalismo judío. Los fariseos, más cerca de ser una orden fraternal o sociedad religiosa que una secta, eran los seguidores organizados de estos expertos en la interpretación de las Escrituras. Ellos formalizaron la religión de los escribas y la pusieron en práctica. Por esta razón, el NT menciona juntos a los fariseos y los escribas 19 veces, todas en los Evangelios.” Mientras que los escribas, según El diccionario Mundo Hispano los define de la siguiente manera: “Una clase de eruditos que hicieron del estudio sistemático de la ley y su exposición su ocupación profesional. Ellos son, muchas veces, asociados con los fariseos. Mas también son mencionados solos y no eran necesariamente fariseos. La mayoría de los escribas pertenecía al partido de los fariseos, que reconocía las interpretaciones legales de los escribas; los saduceos también tenían sus escribas. Los escribas de los días previos al exilio eran escritores o intérpretes públicos, secretarios de gobierno, y copistas de la ley y otros documentos.” De manera que “los entendidos y más estrictos devotos de la ley de Dios” eran los que criticaban y rechazaban al dador de la ley, al verbo de vida. Ahora, ¿quiénes se acercaban?, al menos se nos dice que entre los pecadores, algunos publicanos se acercaron. ¿Quiénes eran los publicanos? El diccionario Mundo hispano los define de la siguiente manera: “Un recaudador de los impuestos que recibía el gobierno romano. Los cobradores de impuestos se destacaban por exigir el pago de impuestos excesivos a fin de enriquecerse más rápidamente. Los cobradores de impuestos en tiempos del NT eran considerados traidores y apóstatas, pervertidos por su frecuente relación con los paganos, y por su disposición a ser instrumentos del opresor.” En fin, eran judíos que trabajaban para el gobierno romano, los cuales eran considerados por la naturaleza de su trabajo, como indignos de la gracia divina. El problema de estos fariseos y escribas era el que no podían concebir que Jesús si era un rabino o profeta, pudiese juntarse con semejante gentuza, según sus creencias. Lo que estos líderes no entendían era que ningún hombre es considerado ante Dios como bueno. Por tal razón, no sólo juzgaban con severidad el pecado de otros, sino que se justificaban o se veían a sí mismos como superiores a los demás. Mientras nos consideramos o nos medimos entre nosotros, tal vez pensemos que existen algunos hombres mejores que otros, pero delante de Dios todos somos pecadores y necesitamos el perdón a través del arrepentimiento que únicamente puede ofrecer Cristo. De manera que, los 99 no pueden representar a los salvos, sino todo lo contrario, aquellos que rechazan el evangelio porque no tienen necesidad de arrepentimiento, pues se ven buenos en sí mismos. El verso 7 es de suma importancia, veamos: “7Os digo que así habrá más gozo en el cielo por un pecador que se arrepiente, que por noventa y nueve justos que no necesitan de arrepentimiento.” Los fariseos y escribas necesitaban arrepentirse, pero no lo entendían. Por consiguiente, los 99, como hemos dicho, representan los que rechazan el evangelio, no los salvos dentro del rebaño. En fin, Jesús estaba interesado en recibir a los arrepentidos no importándole la naturaleza de sus pecados. De ahí que Jesús presentase la parábola con el propósito central de resaltar, que de la misma manera que ellos sentían gozo cuando una oveja perdida era encontrada, así había gozo en los cielos cuando un pecador se acercaba en clara señal de arrepentimiento a Jesús. Amado, todavía Jesús busca tales ovejas, si eres una de ellas y puedes entender que estás perdido, es hora de acercarte a Jesús. Esta parábola muestra, que él te recibirá con gozo y te perdonará, proveyendo salvación para tu vida y vida eterna. ¿Qué esperas? Ven a Jesús… Bendiciones...
Posted on: Mon, 26 Aug 2013 06:53:24 +0000

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