PEQUENÍSIMA HISTORIA Por dónde Doña Rosa pasaba se iba haciendo una casa, bajo su techo se consagraba el lodo, la ceniza azucarada de sus manos. Desde las ondulaciones del barranco salía un halcón a reproducirse, se escuchaba la hondura de los cuerpos, las patadas ansiosas de algún vegetal. Rosa contenía el mundo con el gesto del pan y una lágrima. De pronto los violentos pasaron la tierra regresó sobre sí misma. Como caracoles entre la sangre, -con un llamado de pianos muertos- los huesos esperaron a Rosa. Un monstruo recogió los centavos para partirlos en tres y maldecirlos. Así fue como el mundo de Rosa desapareció pues ella solamente sabía sostener el aire. Nunca supo en qué surco la plantaron, en qué fruto se nombra hoy el silencio.
Posted on: Wed, 28 Aug 2013 14:30:11 +0000
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