PERCY B. SHELLEY, UN ROMÁNTICO EN LA HOGUERA (1792-1822) A - TopicsExpress



          

PERCY B. SHELLEY, UN ROMÁNTICO EN LA HOGUERA (1792-1822) A decir de muchos, el mejor poeta inglés de todos los tiempos no se llama ni lord Byron ni John Keats, pero irremediablemente, cada vez que se le menciona, de inmediato viene a la memoria su mujer. El poeta es Percy Bysshe Shelley y su esposa, Mary Shelley, la escritora que creó la historia de Frankenstein y que ya apuntaba maneras macabras cuando se llevó a su amado ante la tumba de su madre para jurarle amor eterno. Bien, pues el matrimonio Shelley protagonizó uno de los funerales más excéntricos que se recuerdan entre gentes de la literatura. El muerto era él, y ella, la viuda doliente. El escenario, una playa italiana; los asistentes, un puñado de poetas y un pequeño grupo de pescadores, y la ceremonia elegida, una gran hoguera donde el poeta ardió. Aquel improvisado crematorio fue tan romántico como poco efectivo, así que al final hubo que enterrarlo. Pero a la“tumba se fue incompleto: Mary Shelley se quedó con su corazón... ¿o fue el hígado? Percy B. Shelley es el ideal del poeta romántico: indómito, expulsado de Oxford, depresivo, colgado gran parte de su vida entre el opio y el láudano, y muerto de forma trágica antes de cumplir los treinta. Si a todo esto se añade el suicidio de su primera esposa —quien, pese a estar separada, no pudo soportar el lío de su marido con Mary— y los mencionados funerales insólitos, el mito está servido. La muerte de Percy B. Shelley tiene un principio, porque el poeta comenzó a morir mucho antes de hacerlo definitivamente, y fue su propia irresponsabilidad la que le llevó primero a la pira y luego a la tumba. El poeta estuvo en dos ocasiones a punto de ahogarse: una navegando junto a lord Byron y otra en los canales de Venecia. Como la suerte aguanta pocos tientos, a la tercera fue la vencida, y el 8 de julio de 1822 el insensato Shelley, pese a las advertencias de amigos y conocidos, se embarcó en mitad de una tormenta. Pasó lo que tenía que pasar. Diez días después las corrientes marinas de la costa de Italia devolvían su cuerpo a la playa. Estaba irreconocible pero se le identificó por un libro de poemas de John Keats que llevaba en el bolsillo. Su mujer y los amigos, unos románticos exagerados, organizaron los funerales en una playa de Vareggio, cerca de Pisa, que consistieron en una pira funeraria donde el cuerpo del poeta fue pasto de las llamas. Unas fuentes biográficas aseguran que Mary Shelley exigió que antes se le extrajera el corazón a su marido para guardarlo, pero otras, la mayoría, relatan un episodio mucho más escabroso. Cuentan que cuando el cuerpo estaba medio chamuscado, uno de los amigos, Edward Trelawny, metió la mano en las llamas y, quemándose, sacó el corazón de Shelley. Otro amigo intentó quitárselo y allí mismo se organizó una trifulca por ver quién se quedaba con el músculo del poeta. El asunto lo resolvió la viuda, que exigió el órgano por los derechos adquiridos. Mary Shelley conservó el corazón el resto de su vida, casi treinta años más, viajando con él, escribiendo junto estaba sobre su escritorio y finalmente fue enterrado en el cementerio de Bournemouth (Inglaterra), junto al sepulcro de uno de sus hijos, Percy. Lo que quedó de Percy B. Shelley, que no fue poco, porque una porque una vulgar hoguera en la playa no incinera totalmente un cuerpo, fue enterrado en el cementerio protestante de Roma, donde aún puede verse su tumba, muy cerca de la de su amigo Keats. Respecto a la ajetreada víscera, hay quien asegura que lo que se extrajo de la hoguera por error fue el hígado, y no el corazón. Pero esto mejor no creerlo porque resta mucho romanticismo al asunto.” Pasaje de: Concostrina, Nieves. “Polvo Eres.” ePub Bud (epubbud), 2011-12-08. iBooks. Es posible que este material esté protegido por copyright.
Posted on: Mon, 19 Aug 2013 19:45:23 +0000

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