PERSECUCIÓN INTERNACIONAL CONTRA OLIMPIA. Me pidió mi inolvidable y entrañable amigo Arnaldo González, que haga un comentario más técnico y sobre la expulsión de Juan Manuel Salgueiro, razón por la cual voy a intentar ser lo más objetivo posible en la siguiente exposición. Yo no comulgo con la expulsión de Salgueiro por el árbitro López - y menos con su eventual drástica sanción -, porque el que creó todo el problema fue Bedoya, futbolista del Independiente de Santa Fé. De eso no queda ninguna duda, pero si alguien no está aún convencido de ello, que vea el video del partido y ahí se dará cuenta que el que agredió física y verbalmente fue Bedoya; el que reaccionó física y verbalmente fue Bedoya; el que estaba con tarjeta amarilla era Bedoya, por lo tanto, la expulsión de Salgueiro fue una decisión interesada del árbitro brasileño fue a favor de un club del país al cual pertenece: Atlético Mineiro. (conste que se apuntó de paso un porotazo con Grondona en caso de si clasificarse Newels) El planeta tierra es testigo de la barbaridad que se cometió contra un futbolista que vive de esta profesión, que se sacrificó para llegar adonde llegó y que no le agredió ni le provocó ni le insujltó ni reaccionó contra Bedoya (a pesar de que se merecía un soberano sopapo y una patada en el culo por puerco) ni reaccionó contra nadie. En fin, lo hecho hecho está y la injusticia es una triste realidad que tiene dos aristas: en primer lugar, inmerecido castigo contra Juan Manuel Salgueiro, un jugador sano que en toda su carrera deportiva siempre se distinguió por su corrección, que en cada partido se juega la vida por su equipo; que se ha preparado para convertir goles cada vez más espectaculares y que si alguna vez fue sancionado ha sido no por jugadas violentas, desleales y de contramano al fair play. En segundo lugar, esta tremenda injusticia es otro nuevo y crudo testimonio de la implacable y miserable persecución internacional contra el club más glorioso y poderoso del Paraguay y el mejor de de los mejores de América. Se ha evidenciado la maldad, la envidia y el odio contra el Club Olimpia, un rey de copas, glorioso tricampeón de América que representando a un pequeño país de 3 a 6 millones de mendigos, ha masacrado y seguirá masacrando futbolísticamente a los más grandes equipos de grandes países de 45 a 500 millones de habitantes. Para desgracia de estos tenebrosos y siniestros enemigos del Olimpia, sus planes no van a prosperar porque Dios y el destino han consagrado hoy, como victorioso comandante conductor del equipo, a quien fuera ayer, como legendario arquero ganador de las más épicas batallas protagonizadas por el Decano del fútbol paraguayo: Ever Hugo Almeida, director técnico y digno continuador de las hazañas logradas por el más grande presidente de todos los tiempos: Osvaldo Domínguez Dibb (Odd)
Posted on: Sat, 06 Jul 2013 05:05:22 +0000
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