POR QUÉ DEBEMOS USAR EL NOMBRE DE DIOS 6 El nombre singular de - TopicsExpress



          

POR QUÉ DEBEMOS USAR EL NOMBRE DE DIOS 6 El nombre singular de Dios, Jehová, sirve para diferenciarlo de todos los demás dioses. De ahí que aparezca tantas veces en la Biblia, especialmente en el texto hebreo. Muchos traductores no emplean el nombre divino; sin embargo, Salmo 83:18 dice claramente: “Tú, cuyo nombre es Jehová, tú solo eres el Altísimo sobre toda la tierra”. De modo que es apropiado que utilicemos el nombre personal de Dios cuando hablamos de él. 7 El nombre Jehová es una forma de un verbo hebreo cuyo significado es “llegar a ser”. Por consiguiente, el nombre divino significa “Él Hace que Llegue a Ser”. De modo que Jehová se identifica a sí mismo como el Gran Dios de Propósito. Él siempre hace que sus propósitos se realicen. Y como el ser humano jamás puede saber con certeza si sus planes tendrán éxito, al único al que le corresponde llevar ese nombre es al Dios verdadero. (Santiago 4:13, 14.) Solo Jehová puede decir: “Así resultará ser mi palabra que sale de mi boca [...,] tendrá éxito seguro en aquello para lo cual la he enviado”. (Isaías 55:11.) 8 Los tres patriarcas hebreos Abrahán, Isaac y Jacob ‘invocaron el nombre de Jehová’, pero no llegaron a conocer el significado pleno del nombre divino. (Génesis 21:33; 26:25; 32:9; Éxodo 6:3.) Posteriormente, cuando Jehová reveló su propósito de liberar a los descendientes de estos, los israelitas, de la esclavitud a Egipto, y darles “una tierra que mana leche y miel”, debió parecer imposible. (Éxodo 3:17.) Sin embargo, Dios puso de relieve la trascendencia eterna de su nombre al decir a su profeta Moisés: “Esto es lo que habrás de decir a los hijos de Israel: ‘Jehová el Dios de sus antepasados, el Dios de Abrahán, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob, me ha enviado a ustedes’. Este es mi nombre hasta tiempo indefinido, y este es la memoria de mí a generación tras generación”. (Éxodo 3:15.) 9 Moisés pidió a Faraón, el rey de Egipto, que permitiese la salida de los israelitas para adorar a Jehová en el desierto. Pero Faraón, deificado y adorador a su vez de otros dioses egipcios, respondió: “¿Quién es Jehová, para que yo obedezca su voz y envíe a Israel? No conozco a Jehová en absoluto y, lo que es más, no voy a enviar a Israel”. (Éxodo 5:1, 2.) 10 Entonces Jehová actuó de manera progresiva para cumplir su propósito, en armonía con el significado de su nombre. Envió diez plagas contra aquella nación. La última mató a todos los primogénitos egipcios, incluido el hijo del orgulloso Faraón. Al llegar a ese punto, los egipcios desearon que Israel se marchase. Sin embargo, algunos egipcios quedaron tan impresionados por el poder de Jehová que acompañaron a los israelitas en su éxodo de Egipto. (Éxodo 12:35-38.) 11 El obstinado Faraón y su ejército, con cientos de carros de guerra, salieron para recuperar a sus esclavos. Cuando se acercaron a ellos, Dios dividió milagrosamente las aguas del mar Rojo para que los israelitas pudiesen cruzar por tierra seca. Una vez que los perseguidores estuvieron en el lecho del mar, Jehová “siguió quitándoles ruedas a sus carros, de modo que los conducían con dificultad”. Los soldados egipcios gritaron: “Huyamos de todo contacto con Israel, porque Jehová ciertamente pelea por ellos contra los egipcios”. Pero ya era demasiado tarde. Los inmensos muros de agua se derrumbaron y “cubrieron los carros de guerra y a los soldados de caballería que pertenecían a todas las fuerzas militares de Faraón”. (Éxodo 14:22-25, 28.) Así Jehová se hizo un gran nombre, y aquel suceso sigue recordándose hasta el día de hoy. (Josué 2:9-11.) 12 El nombre que Jehová se ha hecho tiene un gran significado para los que vivimos en estos días. Su nombre, Jehová, es una garantía de que él hará realidad todo lo que se ha propuesto. Eso incluye cumplir su propósito original de hacer de la Tierra un paraíso. (Génesis 1:28; 2:8.) Para ello, Dios eliminará a todos los que hoy día se oponen a su soberanía, pues ha declarado: “Tendrán que saber que yo soy Jehová”. (Ezequiel 38:23.) A continuación Dios cumplirá su promesa de introducir a sus adoradores en un nuevo mundo de justicia. (2 Pedro 3:13.) 13 Todo aquel que desee el favor de Dios tiene que aprender a invocar su nombre con fe. La Biblia promete que “todo el que invoque el nombre de Jehová será salvo”. (Romanos 10:13.) En efecto, el nombre Jehová tiene un gran significado. El que usted invoque a Jehová como su Dios y Libertador puede llevarle a la felicidad eterna.
Posted on: Thu, 20 Jun 2013 04:26:18 +0000

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