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PRESENTACIÓN A LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA PROVINCIA DE MENDOZA ANTECEDENTES La Cámara Mendocina de Empresario Mineros (CaMEM), institución no gubernamental sin fines de lucro con Personería Jurídica N° 1.051/2010 ha elaborado el presente documento para hacerle conocer a esta Suprema Corte nuestras opiniones e inquietudes sobre la Ley Provincial 7.722 y sus efectos prohibitivos para con el desarrollo de la industria minera mendocina; así como también brindar información relacionada con el potencial de desarrollo social y económico que representa para Mendoza contar con una industria minera local. CaMEM fue creada con el fin de fomentar y trabajar por una industria minera que diversifique la matriz productiva provincial con inversión social y responsabilidad ambiental. Creemos que este documento puede aportar en tal sentido ya que estamos convencidos que es mejor desarrollar y controlar que prohibir. Consideramos que la Ley 7.722 hace prohibitiva la industria minera metalífera y no sólo es inconstitucional, sino que también está condenando al fracaso el futuro de Mendoza. Ahora está en manos de la Suprema Corte de Justicia de Mendoza corregir el rumbo que, por desconocimiento o intereses contrapuestos, propugnan quienes defienden la Ley 7.722. Es por ello que CaMEM y en representación de todos sus asociados se ve en la necesidad de expresar sus inquietudes y opiniones: Es una Ley que fue aprobada por la Honorable Legislatura Provincial sin fundamentos técnicos ni jurídicos y sin considerar que los efectos prácticos de esta Ley representa una traba sustancial para el desarrollo social y económico de Mendoza. Las Instituciones académicas y científicas explicaron oportunamente que la industria minera es viable con la sola aplicación de la legislación existente antes de la Ley 7.722. La Resolución 778/1996 del Departamento General de Irrigación ya contemplaba restrictivos parámetros de sustancias químicas, incluyendo cianuro, en efluentes y tutelando así el recurso hídrico. Consideramos que la ley 7.722 es discriminatoria y violatoria del derecho a desarrollar una industria lícita de interés público, tal como taxativamente lo expresa el Código Minero Argentino, como así también conculca el derecho a la igualdad prohibiendo el uso de sustancias sólo a la minería metalífera a la vez que las permite a otras industrias en las mismas circunstancias. Es infundada la aseveración que la industria minera provoca contaminación ambiental por uso de sustancias químicas. Lo demuestran más de 15 años de producción minera moderna en las provincias de Jujuy (Pirquitas y Aguilar), Catamarca (La Alumbrera, Farallón), San Juan (Veladero, Gualcamayo, Casposo) y Santa Cruz (C° Vanguardia, Mina Martha, Manantial Espejo y San José). NO existe un solo caso de contaminación comprobado por la Justicia argentina. Hace más de 50 años, la Universidad Nacional de Cuyo, con su prestigio internacional, creó las carreras de Ingeniería de Minas y Geología, las cuales con posterioridad pasaron a la Universidad Nacional de San Juan. Existen numerosas Casas de Estudio a lo largo y ancho del país que forman profesionales de la minería y no es lógico pensar que los profesionales egresados de dichas Instituciones educativas, con su trabajo, permitan la contaminación del ambiente. La inseguridad jurídica, representada en este caso por la Ley 7.722, afecta a otras tantas inversiones que se proyectan en la provincia. El país es importador neto de uranio e increíblemente, la prohibición de usar ácido sulfúrico en la industria minera local pone en riesgo el Plan Nuclear Argentino La Ley 7.722 descartó la primera producción de cobre fino (99.9%) del país cuando está en plena vigencia el plan de sustitución de importaciones. Peor aún, la economía mendocina es un importante consumidor de cobre en varios sectores de su economía; como por ejemplo para el control de plagas en la producción fruti-hortícola. MENDOZA Y SU GEOGRAFÍA ECONÓMICA La geografía y el clima fueron, son y serán los condicionantes del desarrollo social y económico en este desierto cuyano. El agua es el principal factor de desarrollo social y económico de la región, siendo la disponibilidad de suelos para uso agrícola un factor limitante. Los suelos potencialmente productivos representan menos del 5% de la superficie total de Mendoza, siendo que el 95% restante corresponde a montañas y desiertos. El 20 de noviembre de 1884 el pueblo mendocino dicta la Ley General de Aguas, marcando vanguardia a nivel mundial. Hacia el año 2006, los oasis bajo riego representaban aproximadamente el 3,4% de la superficie total provincial y ya existía un déficit hídrico en aumento. Según los informes elaborados por el Departamento General de Irrigación de Mendoza y la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación de la Nación para el proyecto de Naciones Unidas PNUD/FAO/00/008 presentados en el 2006; el consumo de agua promedio era de 329 metros cúbicos por segundo. Siendo los principales usos: Agricultura: 98% Potabilización: 2.21% Uso industrial: 0.12% (diferencia entre captado y reciclado) Cabe destacar que sólo un tercio del agua destinada a la agricultura entra a las fincas. El resto del agua se pierde a lo largo del obsoleto sistema de canalización existente. Bajo ningún concepto se pretende minimizar el gran aporte que genera la agricultura al desarrollo económico, social y cultural de la provincia. Con el sólo objetivo de ilustrar el impacto del uso del agua en la economía, es que realizamos el siguiente análisis: Durante el año 2006, la agricultura generó el 10% del Producto Bruto Geográfico (PBG) utilizando el 98% del recurso hídrico, mientras que el complejo industrial tuvo una participación relativa en el PGB del 40% y utilizó el 0.12%. Según datos del Gobierno de Mendoza, en el año 2010, el consumo de agua agrícola aumentó y su participación en el PBG disminuyó por debajo del 8% (DEIE, 2011). Para colocarlo en perspectiva, el agua necesaria para los procesos de industrialización mineral de los proyectos San Jorge, Don Sixto y Sierra Pintada, rondaría los 0,4 metro cúbico por segundo, lo que equivaldría al 0.10% de la demanda bruta de agua a valores del año 2006. El modelo de desarrollo económico ideado por quienes crearon la Ley General de Aguas en el Siglo XIX fue todo un éxito, ello generó la Mendoza que conocemos. Sin embargo, los paradigmas del desarrollo han cambiado en el siglo XXI. El desarrollo sustentable, con sus pilares básicos de minimizar el impacto ambiental y maximizar el desarrollo social y económico, es hoy un objetivo ineludible. MENDOZA Y EL APROVECHAMIENTO DE SUS RECURSOS NATURALES El aprovechamiento de los recursos minerales e hidrocarburíferos han estado siempre ligados al desarrollo económico y social de Mendoza. Sin lugar a dudas estas industrias seguirán aportando diversidad y sostenimiento económico a la Provincia. El petróleo mendocino ha sido vital para desarrollar la economía actual, generando recursos genuinos que son invertidos en el desarrollo agrícola a través de subsidios, planes de contingencias climáticas y de control fitosanitarios, entre otros. Los recursos minerales han sido aprovechados desde tiempos jesuíticos. La industria minera mendocina actualmente está limitada sólo a las rocas de aplicación, como áridos; y minerales no metalíferos, como yeso. Sin embargo, el aprovechamiento de minerales metalíferos y nucleares, con un papel importante en el pasado y con una gran potencialidad para el futuro, es inexistente en la actualidad. Desde la vigencia de la ley 7.722 (2007) la Autoridad Ambiental sólo ha emitido dos Declaraciones de Impacto Ambiental para proyectos mineros metalíferos: San Jorge (producción) y Huemul (exploración). La primera de ellas fue archivada sin fundamento explícito por la Legislatura Provincial; y la otra sigue a la espera de su ratificación legislativa desde fines del año 2009. Ello pese a que ambas fueran aprobadas por el Poder Ejecutivo bajo los términos de la Ley 7.722. Otros 50 Informes de Impacto Ambiental de proyectos de prospección y exploración minera se encuentran demoraros en su proceso administrativo desde que esta Ley fuera aprobada. El potencial metalífero mendocino se encuentra sub-explorado. La Ley 7.722 trabó todo tipo de prospección y exploración de minerales metalíferos y nucleares, tal como puede verse en los siguientes mapas de proyectos y minas en la cordillera argentino-chilena Proyectos en desarrollo Pre-Ley 7722 Proyectos en desarrollo Post-Ley 7722 Cabe destacar que el tiempo y la baja probabilidad de éxito de descubrir una mina hacen que la exploración sea un proceso continuo en la industria minera, y que recuperar las reservas lleva años de inversión. El haber trabado la exploración es haber negado descubrir nuevos depósitos minerales en el corto plazo, más allá de los descubiertos en el pasado, y así incumplir con la obligación del Estado en reconocer su potencial minero. Pese a estar sub-explorada, la Provincia muestra un potencial geológico importante que podría llegar a igualar lo observado al otro lado de la cordillera. Aunque no se puede descartar que dicho potencial sea aún mayor si se considera la zona extra-cordillerana. Chile cuenta con 4 minas con producción de cobre-molibdeno frente al límite geopolítico, pero no geológico, que comparte con Mendoza, con una producción anual de 1.724.000 toneladas de Cobre (US$ 14.050 millones), todas producidas por el método de flotación. Entre ellas se encuentra la mina subterránea de cobre más grande del mundo, El Teniente, ubicada aguas arriba del agrícola valle de Rancagua. El Teniente, en producción desde 1905, produce aproximadamente 400,000 toneladas de cobre al año, unos US$3.260 millones anuales. Actualmente está en desarrollo un nuevo nivel mina que asegurará producción por 50 años más. Unos 10,000 empleos directos e indirectos están relacionados con dicha planta industrial. Se encuentra en plena construcción, a 15 km del Paso Internacional Los Libertadores, el mayor distrito de cobre del mundo, constituido por las minas Andina (Codelco), Los Bronces (Anglo AmericanPLC) y los proyectos Los Sulfatos y San Enrique Monolito (Anglo American, Codelco, Mitsubishi y Mitsui). La producción del distrito es de 1 millón de toneladas de cobre por un valor de US$ 8,150 millones anuales. EL POTENCIAL MINERO MENDOCINO Y SU IMPACTO EN LA ECONOMÍA La prospección y exploración por minerales de cobre, oro y uranio, iniciada en la década del 60 y seguida en forma saltuaria por empresas privadas y públicas, ha confirmado que el potencial minero no reconoce de límites geopolíticos. Mendoza posee características y valores que ninguna otra provincia argentina pude igual como mano de obra calificada, acceso a mercados internacionales, cultura de trabajo entre tantos otros. A modo de ejemplo, a corto plazo (2 años), el impacto social y económico de los tres proyectos pre-factibilizados generarían: Cobre en el Proyecto San Jorge, departamento de Las Heras; con reservas geológicas que superan las 270 millones de toneladas de cobre “in situ”, equivalente a US$2,000 millones de dólares aprox.. Oro en el proyecto Don Sixto, departamento de Malargüe, con reservas geológicas que llegarían a un millón de onzas “in situ”, equivalente a uS$1,700 millones de dólares. Uranio de la mina Sierra Pintada, departamento de San Rafael, con reservas y recursos de uranio por 6,000 toneladas, equivalente a 50 años del actual consumo argentino de ese combustible nuclear. Los tres proyectos de producción mineral mencionados, generarían más de 6,000 puestos de trabajos durante la fase de construcción y casi 4,000 durante la producción industrial, sumando empleos directos e indirectos en regiones descentralizadas y donde difícilmente otra industria pueda desarrollarse. La inversión necesaria para ponerlos en producción rondaría los US$400 millones y sus ventas anuales sumarían cerca de US$300 millones. El Estado recaudaría al menos US$150 millones sólo en concepto de regalías, impuestos y retenciones cada año y el Producto Bruto Geográfico provincial se vería incrementado en casi 10%. El total de regalías mineras que la provincia percibiría por estos tres proyectos equivaldrían a la inversión necesaria para impermeabilizar aproximadamente 2,500 kilómetros de canales de riego, lo que equivale al 75% del total de canales impermeabilizados hasta el año 2006. Aunque la impermeabilización no sería la mejor solución pues ya existen métodos más modernos de canalización, con ello se permitiría ahorrar cerca de 20 metros cúbicos por segundo de agua. Distribución por sectores del PBG 2010 en pesos corrientes sin minería y estimado con 4 minas en producción (incluye PRC) a valor corriente 2010 (modificado de DEIE, 2011) Si se pudieran desarrollar los proyectos mineros conocidos en etapa exploratoria, las previsiones estimadas a mediano plazo (10 años), podrían ser: Un total de 14 proyectos desarrollados y/o en desarrollo. El potencial geológico de cobre “in situ” estimado para todo Mendoza superaría las 2.000 Millones de toneladas de cobre. Una producción anual estimada en 1.446.000 toneladas de cobre por año y 42.000 onzas de oro por año, que a valores actuales, generarían US$11.084 millones anuales. Se podrían generar más de 100.000 puestos de trabajo directo e indirecto durante la etapa de construcción de las minas y casi 48.000 puestos de trabajo directo e indirecto, durante la etapa de producción. La inversión estimada rondaría los US$30.000 millones. Sólo en concepto de regalías, la provincia podría percibir US$333 millones de dólares anuales, el equivalente al déficit presupuestario estimado para la Provincia de Mendoza en el presente año. El potencial minero de la provincia en el largo plazo, según los prospectos conocidos, podría duplicar las cifras estimadas anteriormente. EL DESAFÍO MENDOCINO Mendoza ve caer año a año su Producto Bruto Geográfico en relación a otras provincias, y el sueldo promedio provincial es 20% menor al promedio nacional según el INDEC. Mendoza debe aumentar su capacidad productiva para generar más empleos, mejorar sus hospitales y el sistema educativo para combatir la delincuencia, construir nuevas rutas, ayudar al crecimiento de pequeños emprendedores y tantas otras cosas que supimos tener. Para solucionar la problemática anterior, no basta con aumentar el área cultivable, será necesario también incentivar al desarrollo industrial. La diversificación económica es una fortaleza en la economía globalizada actual. Mendoza cuenta con recursos naturales y sociales que le permitirían mejorar y aumentar su industria minera, petrolera, petroquímica y metalmecánica. Siendo la minería madre de industrias, su desarrollo podría incentivar la creación de nuevos polos industriales que dieran valor agregado a sus productos. Vale la pena recordar que el sector industrial consume tan sólo el 0,12% del recurso hídrico provincial, siendo además que dicho sector paga por cada litro y recicla gran parte de lo consumido. El sector industrial en general representa más de un tercio del Producto Bruto Geográfico; dando así una mejor relación de consumo de agua versus desarrollo económico que ningún otro sector económico. Además, la Provincia cuenta con profesionales calificados para monitorear que la producción de recursos naturales e industriales, se haga bajo leyes y normas ambientales acordes al desarrollo sustentable moderno. En particular, la industria minera presenta para esta Provincia, limitada por sus condiciones geográficas, un potencial difícil de obviar. La riqueza mineral observada en el flanco chileno de la cordillera y sus valles fruti-hortícolas aguas abajo representan un verdadero modelo de convivencia de estos dos sectores económicos digno de imitar. CONCLUSIONES La responsabilidad de trabajar por un desarrollo sustentable para Mendoza es de todos y cada uno de los ciudadanos. CaMEM brega por incorporar la industria minera a los esfuerzos que otros sectores económicos ya hacen por esta provincia, pues los períodos de esfuerzos aunados marcan la diferencia y el futuro de un pueblo. Lamentablemente la Ley 7.722 ha discriminado a este sector industrial prohibiendo los métodos de beneficio e industrialización mineral más conocidos y aplicados en todo el mundo. Y con esto, ha desincentivado toda inversión en prospección y exploración por minerales metalíferos. El desarrollo industrial es fundamental para asegurar el crecimiento de cualquier economía y Mendoza no está exenta de esto. El desarrollo sustentable de las industrias minera y petrolera representa el mejor complemento para ayudar al crecimiento de otros sectores económicos, pues generan recursos genuinos que pueden ser re-invertidos por ejemplo en el sector agrícola y así diversificar la economía para darle más fortaleza. Sin desarrollo industrial será difícil sostener el modelo económico actual, el cual muestra claras señales de agotamiento. Mendoza debe pensar en un desarrollo industrial minero englobado en un modelo integral y sustentable para todos los mendocinos. Más allá de los números y estadísticas aquí reflejados, es pertinente aseverar que la industria minera no se encuentra bajo una situación de anomia, sino que por el contrario está normativamente regulada con órganos de control determinados por ley, contando con protocolos de manejo de residuos y presupuestos ambientales que permiten sostener que más allá de la conveniencia económica y social para la provincia, el desarrollo minero puede realizarse con las normas existentes. La vigencia de la Ley 7.722 prohíbe inconstitucionalmente la industria minera, siendo que se debería legislar para controlar y desarrollar eficientemente la industria. Hoy está en manos de los Ministros de la Suprema Corte de Justicia de Mendoza, corregir el rumbo que, por desconocimiento o intereses contrapuestos, propugnan quienes defienden dicha ley.- Listado de Anexos: I. Dimensionamiento del Aporte Económico de la Minería en Argentina – Cámara Argentina de Empresarios Mineros - ABECEB (2012) II. Mapa Minero Metalífero Argentino – El Inversor Energético y Minero – Número 71 - Septiembre de 2012.-
Posted on: Sun, 21 Jul 2013 14:26:56 +0000

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