Padre Nuestro de San Francisco de Asís Paráfrasis del - TopicsExpress



          

Padre Nuestro de San Francisco de Asís Paráfrasis del Padrenuestro ¡Oh santísimo Padre nuestro: creador, redentor, consolador y salvador nuestro! Que estás en los cielos: en los ángeles y en los santos; iluminándolos para conocer, porque tú. Señor, eres la luz; inflamándolos para amar, porque tú, Señor, eres el amor; habitando en ellos y colmándolos para gozar de la eterna bienaventuranza, porque tú. Señor, eres el bien sumo, eterno, de quien todo bien procede, sin quien no hay bien alguno. Santificado sea tu nombre: clarificada sea en nosotros tu noticia, para que conozcamos cuál es la anchura de tus beneficios, la largura de tus promesas, la sublimidad de tu majestad y la hondura de tus juicios. Venga tu reino: para que reines en nosotros por la gracia, y nos hagas llegar a tu reino, donde está la visión manifiesta de ti, el amor perfecto a ti, la unión bienaventurada contigo, la fruición de ti por siempre. Hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo: para que te amemos con todo el corazón, pensando siempre en ti; con toda el alma, deseándote siempre a ti; con toda la mente, dirigiendo todas nuestras intenciones a ti, buscando en todo tu honor; y con todas nuestras fuerzas, destinando todas nuestras fuerzas y los sentidos del alma y del cuerpo al servicio de tu amor y no a otra cosa; y para que amemos a nuestros prójimos como a nosotros mismos, atrayendo a todos, según nuestras fuerzas, a tu amor, alegrándonos de los bienes ajenos como de los nuestros y compadeciéndolos en los males, y no siendo causa de tropiezo para nadie. El pan nuestro de cada día: tu amado Hijo, nuestro Señor Jesucristo, dánosle hoy: para que recordemos, comprendamos y veneremos el amor que nos tuvo y cuanto por nosotros dijo, hizo y padeció. Y perdónanos nuestras deudas: por tu inefable misericordia, por el poder de la pasión de tu amado Hijo y por los méritos e intercesión de la beatísima Virgen y de todos tus elegidos. Así como nosotros perdonamos a nuestros deudores: y lo que no perdonamos plenamente, haz tú, Señor, que plenamente lo perdonemos; para que por ti amemos de verdad a los enemigos y por ellos intercedamos devotamente ante ti, no devolviendo a nadie mal por mal, y para que nos esforcemos por ser en ti útiles en todo. Y no nos dejes caer en la tentación: oculta o manifiesta, imprevista o insistente. Mas líbranos del mal: pasado, presente y futuro. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amén.
Posted on: Fri, 04 Oct 2013 15:10:35 +0000

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