Palabra Impresa / Sin poesía la vida no tiene - TopicsExpress



          

Palabra Impresa / Sin poesía la vida no tiene imaginación. Entrevista con Juan Domingo Argüelles. Domínguez Osorio Cada lector trae consigo una historia de lectura: momentos y lugares para encontrarse con la palabra escrita en los libros. Buscar la vida en la novela, en el cuento, en la poesía, en el ensayo, y escuchar de cerca el eco del pensamiento y de la voz que va dejando la pluma del escritor cuando dibuja sobre la hoja del cuaderno el cuerpo de las letras. Los libros como tema para conversar con Juan Domingo Argüelles. Aquí la charla como visita a esos momentos de cercanía con el libro, la lectura, la poesía... Compártanos, ¿qué emociones provoca en usted el visitar una librería, una biblioteca y estar junto a muchos libros, a posibles lecturas futuras? Las emociones siempre son las mismas en ambos espacios. Son muchísimos los libros que es imposible leerlos todos. De ahí que tenga uno que destinar el tiempo a leer lo que más nos atraiga, lo que más nos prometa satisfacción. Ya que no podemos leerlo todo, hay que leer aquello que nos gusta, que nos satisface y nos emociona; aquello a través de lo cual se cumple el sueño de leer algo que representa al todo. Cada libro que uno deja de leer no es tiempo perdido si a cambio leemos otras cosas que nos maravillan. En esa búsqueda dentro de una librería, ¿cómo selecciona sus próximas lecturas?; ¿por el nombre del escritor, por género literario, por temas? Cuando entro a una librería a veces ya tengo una idea precisa del libro que voy a buscar, porque he leído un anuncio en el periódico a propósito de la aparición del libro, o porque alguien me lo ha recomendado, o porque lo requiero para una información o una lectura específica. Pero otras veces es el azar el que me lleva por las estanterías y las mesas. Ojeo y hojeo, veo títulos, autores, editoriales, y me detengo un momento con todo aquello que me atrae. Y es así como he conseguido descubrir lecturas maravillosas, libros extraordinarios que de otro modo no hubieran llegado a mis manos. Hay que hacerles caso a las intuiciones, además de las recomendaciones. Un ejercicio que disfruto mucho es entrar a las librerías de viejo o de usado. Están llenas de maravillas, mucho más diría yo que las mesas de novedades de las librerías de nuevo. *¿Qué tanto estima el lector en México a los espacios como una librería, la biblioteca, una sala de lectura o la biblioteca personal en casa? Hay diferentes tipos de lectores. Hay quienes aprecian los libros en la casa y hay quienes piensan que no tiene sentido llenarse de papeles. Generalmente, los que piensan que los libros son un estorbo, no tienen ningún aprecio por la cultura. Es cierto que cada día es más fácil tener bibliotecas completas en un dispositivo electrónico, pero está probado que tener mucho en poco espacio tampoco te garantiza que lo disfrutes intensamente. Una biblioteca personal en casa da la oportunidad de llevar la mano a los estantes en cualquier momento y leer una página o dos o tres, o cien, de un libro que había estado esperando su tiempo para asombrarnos. En el caso de los libros en formato electrónico, encriptados en dispositivos, pasa como con la música: ¿De qué sirve tener un millón de canciones, si uno no escucha más que unas pocas en un día, en una semana, en un mes, en un año? No hay que caer en locuras de la desmesura. *¿Qué valor le da el lector en México a la poesía? La poesía es uno de los géneros más cultivados en México y uno de los menos leídos. La gente cree, en general, que leer poesía es difícil. Esto le han hecho creer en las escuelas. Lo extraordinario es que la poesía es el género más fácil de comprender, porque su comprensión se produce antes que nada en la emoción. La interpretación siempre viene después. Cuando en México la escuela le vuelva a dar la importancia debida a la poesía, que es el género literario más refinado por excelencia, entonces tendremos un público para los libros de poesía y no nada más para las novelas que son hoy por hoy los libros que más se venden. Coménteme un poco sobre la publicación de la Antología General de la Poesía Mexicana. *¿Por qué es necesario el surgimiento de este libro? Una antología es una invitación a la lectura. Por muy grande que sea el volumen (y éste no es pequeño), no deja de ser una lectura parcial. Lo que busca la Antología general de la poesía mexicana es invitar a los lectores a disfrutar una página, un poema o unos versos para que después cada lector vaya a los libros originales de donde fueron tomados esos poemas, esos versos. Las antologías de poesía son necesarias en un país donde se lee poca poesía. *¿Qué le ha ofrecido la poesía, la que usted escribe, además de lo que consigue leer de otros poetas? La poesía abre mundos, amplía horizontes, nos enseña la música y el significado de las palabras, nos entrega momentos maravillosos, y a mí en lo particular me ha determinado la existencia. No puedo imaginar un mundo sin poesía, y los grandes poetas nos enseñan a apreciar más la vida con todas sus dichas y desdichas. De todos los poemas que conforman el cuerpo de la Antología General de la Poesía Mexicana, debe haber algunos que son de su agrado. *¿Puede compartirnos cuál poema es de su gusto? Es difícil responder a esta pregunta porque al elegir un poema acabamos siendo injustos con los demás. Pero para no evadir la pregunta, debo decir que entre los muchos poemas maravillosos de la antología, es imposible no ceder ante la belleza y la profundidad de textos tan extraordinarios como Algo sobre la muerte del mayor Sabines, de Jaime Sabines; La hermana agua, de Amado Nervo; Muerte sin fin, de José Gorostiza, y todo, todo absolutamente, de Sor Juana Inés de la Cruz, genio entre los genios. *Puede compartirnos ¿cómo fue la infancia lectora de Juan Domingo? Comencé a leer historietas desde muy pequeño. Por eso creo que ningún lector que se inicia con lecturas fáciles o superficiales está condenado a quedarse ahí. Puede ir siempre hacia lecturas más exigentes. Mi primer libro que leí completo fue Corazón, Diario de un niño, de Edmundo de Amicis, y nadie me obligó a leerlo; lo que es más, nadie me lo recomendó: lo encontré en casa por accidente, y lo leí maravillado. Ahí se decidió mi vocación lectora y de escritura. A Corazón le debo mi afición por los libros y mi amor por la literatura. Leía también los poemas del Álbum de oro del declamador, y aunque no siempre entendía en mi niñez todas las imágenes y las metáforas, la música y el poder verbal de los poetas me cautivaban, y eso también determinó mi vocación. *¿Cómo busca Juan Domingo a la poesía en su creación diaria? Escribo poesía sin prisa, y leo poesía sin prisa. La poesía no es para leerse a prisa. La poesía es el género literario más moroso (y amoroso). Y hay poesía en todo: en la música, en el paisaje, en la cotidiana existencia, más allá de que exista en los libros. Sin poesía, la vida no tiene imaginación. *¿Qué le sorprende y le maravilla a Juan Domingo Argüelles del libro, de los libros? Sigo creyendo que el libro, que los libros, tienen futuro, y no sólo en los dispositivos electrónicos y en Internet: el libro tradicional, el libro en papel todavía tiene un poco de historia por escribir. En cualquiera de sus soportes, el libro sigue siendo el mayor invento para la transmisión del pensamiento y la imaginación, para la creación y la recreación de cultura, para la formación intelectual y emocional. Los libros nos siguen sorprendiendo porque continúan enriqueciendo la vida. oem.mx/elsoldemexico/notas/n3012515.htm
Posted on: Mon, 10 Jun 2013 20:28:22 +0000

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