Para los que piensan que el arte no sirve para nada, es hora de - TopicsExpress



          

Para los que piensan que el arte no sirve para nada, es hora de que se pongan a pensar, porque la vida de cada uno y de todos como ciudadanos, depende de que sepamos hacerlo. La memoria y la reflexión sobre nuestra historia marcan nuestro presente y condicionan nuestro futuro. Avanti Mariana, muy bueno el proyecto. Por favor lean el reportaje PERSONAJE / MARIANA OLIVARES, ESTUDIANTE AVANZADA DE ARTES VISUALES Esencialmente Como parte de su trabajo de tesis, sorprendió la semana pasada a todo transeúnte y conductor, con una obra artística en los carteles indicativos de la calle General Acha que invitaba a cuestionar el accionar de este militar en la Batalla de Angaco. ¿Quién es esta futura licenciada y que la motivó a hacer la intervención callejera de la que habló San Juan? Paulina Rotman. Fotos Federico Levato Los pormenores de la Batalla de Angaco, ocurrida en tierras sanjuaninas, allá por 1841, surgieron en la sobremesa familiar. Un hombre -General Mariano Acha-, unitario para más datos, que con su accionar eliminó a 1.000 combatientes cuyanos, entre los que había indígenas y hombres pobres, terminó pasando a las páginas de la historia como héroe (en lugar de asesino). "Hasta tiene su propia calle frente a la plaza 25', se dijo Mariana Olivares. Y eso fue sufiente para plantear su tema de tesis en la carrera de Artes Visuales. ¿Por qué no contar la historia desde la calle misma? Así lo hizo: preparó más de 100 placas idénticas a las que identifican con nombre (y apellido en este caso) y numeración a cada arteria. Con un detalle, en lugar de General Acha podía leerse (al menos en una de las caras del cartel) "Esto fue un campo de batalla'', haciendo referencia a los hechos sangrientos y dejando la pregunta abierta a todo el que pasara por toda la extensión de la calle, desde Pocito, pasando por Rawson, Capital y Chimbas. La intervención artística que tan solo duró el día 16 de agosto -fecha en que se cumplieron 272 años de la batalla considerada la más sangrientas de todas las guerras civiles argentinas- causó revuelo, salió en los medios locales, provocó opiniones de todo tipo en los sanjuaninos e inclusive puso a la autora en la mira de la policía que cuestionaba la veracidad de los permisos municipales que había gestionado para llevar adelante. Conocer la propuesta de esta "casi estudiante' quizás sea una invitación a desandar los hechos de la historia cercana, desde otro carril. ¿Quién es Mariana Olivares y por qué es artista? -Soy una sanjuanina, de 28 años que empezó estudiando Letras, pero que dejó en 1¦ año para intentarlo en Mendoza. Como no resultó me volví a San Juan, a estudiar Filosofía. Hice el primer cuatrimestre pero cambié definitivamente por Arte. -¿Qué buscabas que no encontraste en esas carreras? -Las dos carreras siempre me gustaron pero había un punto en que no me divertían, entonces decidí dedicarme a algo que me apasionara como el Arte y seguir leyendo y estudiando Filosofía por mero placer. Ahora disfruto de todo. Inclusive es tan amplio el campo de las Artes Visuales que la Literatura y la Filosofía son un complemento que fortalece y sustenta lo que hago. Me interesa mucho la posibilidad que me da el arte para cuestionar las cosas ya consabidas, de plantear preguntas. -¿Qué preguntas quisiste plantear con el cambio de carteles en la calle General Acha? -Quería trabajar sobre el espacio público y plasmar uno de mis intereses que es la relación del arte y la política. Yo considero que todo arte es político, no importa que se lo plantee así o no. -¿Qué te motiva a ejercer la profesión desde ese lugar? -Siempre me interesó pese a que nunca milité en ningún grupo político. Sí he leído bastante de política y vengo de una familia que está involucrada en política: mi papá fue preso político, mi hermano milita en el PJ, mi hermana en el Comunismo. -Entonces, los almuerzo de domingo son re divertidos en tu casa -Son terribles. Por suerte son espacios para buenos debates en donde no hay lugar para la pelea, el odio y las divisiones como es usual ahora sino desde la posibilidad de encontrar acuerdos y acercamientos. Al ser familia prevalece el cariño y el compartir una idea más que imponerla. -¿Por qué nunca se te generó la necesidad de afiliarte a un partido? -He intentando pero me cuesta mucho concebir esos mandatos verticalistas que hacen perder las ideas y opiniones de los individuos. Eso no me cuadra. También me parece que se ha perdido la responsabilidad y el compromiso del militante ha pasado a ser más light y eso me cuesta asumirlo. Por ejemplo, yo lo veo entre quienes van a las villas o entre los mismos estudiantes inclusive que no respetan los horarios, nunca llegan temprano cuando uno en ese rol debería ser ejemplar porque no hay que olvidarse que uno está recibiendo una educación gratuita que paga gente que no va a la universidad y uno debe ser responsable y respetuoso de eso. Por supuesto que esto pasa en todos los ámbitos. Hay que hacerse cargo de las cosas que uno dice y hace. -¿Quizás tu meta sea militar desde el arte? -Y sí, este es el lugar desde donde puedo aportar algo o por lo menos plantear interrogantes que me parece más apropiado. Si yo propongo una verdad, mi verdad, no dejaría de ser una verdad con cierto tinte autoritario. En cambio si desde mis trabajos en el espacio público yo planteo interrogantes, esas respuestas se van llenando entre todos, inclusive se puede rebatir lo que yo propongo. -¿Qué te pasó concretamente con las última obra? -Hace unos días hice "Esto es un campo de batalla' que es un trabajo sobre la historia de General Acha y su responsabilidad en la matanza de mil combatientes cuyanos anónimos y defensores del federalismo en la Batalla de Angaco, también llamada Punta del Norte. Para mí, ese hecho marca con el lenguaje la historia y eso se ve traspolado a las representaciones sociales colectivas. Cuando empecé a investigar el tema, fui leyendo relatos sobre la batalla escrito por historiadores sanjuaninos (como Arias, Videla, entre otros) y es muy llamativa la forma por la que optan para narrarla. Coincidentemente lo colocan a General Acha como el héroe épico y no como un asesino y un traidor, tomando una postura, una decisión, una posición ideológica. Es más, en el cartel que está en el lugar de los hechos, en Angaco, dice algo así como "aquí donde el valor y la bravura se sobreponen a la ideología'', una oración que es imposible ya que la ideología está siempre. Esta fue una batalla ideológica. Para mi esa oración denota cómo la historia está tratando de encubrir, de mentir en cierta forma los sucesos. Entonces el lenguaje nos permite "construir'' la historia en este caso, colaborando en generar mayor poder para el poder de turno y en hacer más anónimos a los muertos. Es muy fuerte porque esto se traduce a cualquier hecho de todos los tiempos. Por eso, debemos aprender de esto para no cometer los mismos errores. Paralelamente es una situación callada porque si bien hay algunos registros, no está presente precisamente en la memoria colectiva de los sanjuaninos. Ni lo aprendemos como parte de la educación escolar. Me pasó que cuando estaba pegando los carteles muchas personas se acercan para preguntar de qué se trataba porque no lo conocían. Creo que cumplí con el proyecto. A algunos les molestó, a otros no, otros estaban fascinados y hasta querían cambiar el nombre de la calle porque entendieron que esa calle que antes se llamaba "Del Cabildo" pero que Sarmiento cambió por General Acha hace referencia a un invasor, que mató personas y que traicionó a Dorrego a cambio de que le aumentaran el rango militar. Mi objetivo no es cambiar el nombre porque no tendría sentido si la sociedad no se hace cargo de la historia. Mi idea era introducir un cuestionamiento. -¿Esta no fue tu primer obra polémica? -Entre otras, tengo un trabajo reciente sobre Telechea que presenté para el concurso "30 años de Democracia' que pretende demostrar que no solo es un "sujeto' desaparecido sino además señalizar que está desaparecido del discurso social. Y otro que hice con Sergio Centeno que consistió en pintar los labios de color rosado a todos los bustos del Jardín de los Poetas. Quisimos plantearlo como una construcción social sumamente machista y falocéntrica porque todos los poetas son hombres, excepto un busto de una mujer poeta que no existe (sólo está el pedestal) y un relieve de Alfonsina Storni que es diferente, no es un busto como el resto. Fue llamarle la atención a la sociedad. Y hay muchas más. -Mariana, ¿te hacés cargo que sos una transgresora? -Me hago cargo de lo que digo y hago y después que cada uno me vaya rotulando como quiera.diariodecuyo.ar/home/new_noticia.php?noticia_id=587305
Posted on: Sun, 25 Aug 2013 21:51:19 +0000

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