Para quien le interese le dejo para que lean un cuento corto de mi - TopicsExpress



          

Para quien le interese le dejo para que lean un cuento corto de mi autoría y si lo desean su comentario. Gracias por leerlo. Se llama EL RELOJ EL RELOJ Hacía ya unos días que todo había empezado, Juan no sabía como, ni porqué y no atinaba a explicarse lo que sucedía, lo cierto es que cada hora que el viejo reloj de la iglesia frente a la plaza del pueblo, marcaba con su estruendosa campanada la hora, algo cambiaba en su vida. Un jueves por la tarde, caminaba sin rumbo pensando en los muchos problemas de su vida a los que no encontraba solución y ese día en especial en la mensualidad del hotelucho donde vivía. Su dueña la señora Carmen le había comunicado que mañana tendría que dejar su habitación. En su deambular pasó frente a la iglesia en el preciso momento que el reloj marcaba las 4 y lo anunciaba con el golpeteo del bronce de su campana. Juan interrumpió sus reflexiones, sintió que se le aceleraba su corazón y decidió volver al hotel para tratar de hacerle una nueva promesa a la dueña, aunque estaba convencido que no creería nuevamente en sus mentiras. Entró despacito y al querer articular alguna palabra no sabía que decir. No hizo falta quien habló fue ella “Luego le alcanzo a su habitación los recibos de cancelación de su deuda”: Juan no entendía nada, tampoco quería preguntar mucho. Carmen agregó “ Le pido disculpas por no haber notado que no debía nada”, Juan quedó mucho mas confuso, pues bien sabía que no era cierto y la deuda era real. Dos días después un nuevo desvelo agobiaba su vida, estaba sin trabajo, había recurrido a todos los lugares que podrían contratarlo sin resultado. “Mas delante”...”no es lo que buscamos ahora”…”no cubre los requisitos”, son las frases que acostumbraba a escuchar Inmerso en sus cavilaciones se sentó en un banco en la plaza frente al reloj, siendo su única intención percibir el paso del tiempo e irse a dormir con la esperanza que el siguiente día algo se le ocurra. Hacía cuarenta minutos que estaba en el lugar, cuando la campana con su vibración anunciaba que eran las 7. Nue-vamente se sobresaltó sintió que su corazón se aceleraba como la última vez, solo que un poco más. Pensó que seguramente la tensión en la cual se encontraba lo estaba afectan-do. Decidió irse a dormir un rato. Al llegar Carmen lo esperaba..”Señor aquí tiene un sobre que le trajeron, dijeron que era por una solicitud de trabajo que había hecho” Abrió el sobre con curiosidad. Se había presentado a un empleo hacía casi dos años, como le era habitual fue rechazado. Decían que en su momento habían cometido un error y que sería un honor que trabajase para ellos, asignándosele un sueldo muchísimo mayor del que hubiere esperado, cosa que aturdió a Juan pues en su momento su pretendido empleador había dicho que no servía para ningún puesto. La confusión que tenía aumentaba por momentos, se le habían solucionado dos problemas en dos días, se empezó a preguntar si no le traía suerte el pasar frente a aquel reloj que lo saludaba con la hora. En lugar de irse a dormir decidió ir nuevamente ante la presencia del reloj a ver si pasaba “algo” con el resto de sus preocupaciones que eran muchas, la más urgente en ese momento era su novia, lo había dejado hacía una semana, y no podía olvidarla. Llegó 20 minutos antes de las 9 se sentó en el mismo banco a mirar el reloj antiguo, grande intimidante, de enormes agujas. En su observación estaba cuando el viejo reloj le indicó que eran las 9, se aceleró su corazón como un caballo desbocado, creyó que tal vez se estaba enfermando y tendría que ir al médico el siguiente día. Estaba por irse a dormir cuando vió llegar a su novia, quien al verlo corrió hacia él, rogándole que la disculpara, que era el amor de su vida y se había equivocado, que nunca más lo dejará. Juan no salía de su asombro, era la tercera ocasión que el reloj le cumplía sus deseos. Su novia se marchó acordando verse el día siguiente. Juan se quedó sentado en su asiento como paralizado no solo por la extrañeza de lo que estaba pasando, sino por el golpeteo de su corazón que daba la sensación de salirse de su pecho o iba a explotar. Así se hicieron las diez, revelada puntualmente por las agujas del reloj y el gritar de las campanas, que a esta altura no sabía si su sonido emanaba desde el campanario o de su pecho. Su corazón se aceleró tanto, que oía el sonido de su palpitar, Fue tan fuerte que ni pudo levantarse por el ahogo y dolor que le provocó. Percibió una voz en su interior o algo que le susurraba..”Mientras vivas tendrás todo lo que quieras, CUIDATE” El cuídate lo sentía como un grito desgarrador. Se hicieron las once, la campana bramó como tigre enfurecido. Sonaría once veces, con cada golpe sentía en su pecho que el latido de su corazón era más fuerte, un dolor punzante en aumento se apoderaba de su cuerpo. A la octava campanada, Juan estaba tirado en el suelo y escucho en su interior nuevamente esa voz no humana amenazadora “Soy tu corazón, te he concedido todo lo que deseabas, menos salud que no pediste, te pedí cuidados” Sobre el último vibrar proveniente del campanario Juan lo com-prendió todo, su corazón se desaceleraba, se estaba muriendo, su mente se iluminó y entendió todo lo que pasó, estaba enfermo sin haberse dado cuenta y su corazón había sincronizado sus latidos con el reloj para que se diera cuenta, los regalos eran concedidos solo para prestar atención al reloj. Si, lo comprendió todo cuando ya era tarde, muy tarde. Minutos antes de las once el reloj se detuvo al igual que el corazón de Juan. Fernando Gavazzo
Posted on: Sun, 28 Jul 2013 15:37:59 +0000

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