Para residentes del Condado de Hillsborough, Florida, Estados - TopicsExpress



          

Para residentes del Condado de Hillsborough, Florida, Estados Unidos. ¡Atrévete a saltar! De la redistritación y otras hierbas Uno de los aspectos más positivos y altamente constructivos de la democracia es que los asuntos relacionados con la comunidad son de todos y les competen a todos: No son secretos. Si no los exponemos y los guardamos “bajo la alfombra”, los problemas van a persistir porque nunca fueron admitidos como tales por quienes los ocasionaron ni fueron denunciados por quienes los sufrieron. Como saben los que leen periódicos, ven noticias y siguen acontecimientos en Estados Unidos, por lo general, los asuntos comunitarios se exponen tal como son, se discuten y se llega a soluciones. En la comunidad hispana, lo típico es callarle la boca a quien quiera protestar por alguna injusticia interna o, peor aún, porque quiera denunciar una situación abiertamente. Esa persona corre el riesgo de ser echada a un lado y de ser criticada en círculos cerrados con el fin de seguir teniendo luz verde para actuar como se actuaba. Como consecuencia, cada uno tiene que seguir luchando por su cuenta y ver perder oportunidades que, de otra forma, tendríamos todos a mano año tras año. Se podría decir que muchos de nosotros moriremos sin alcanzar la plenitud en tierra extraña si no saltamos la barrera que produce el miedo para llegar a la verdad. Cuando se pisa a los demás, en algún momento sale a la luz el descontento de diversas formas, por leve o grave que sea. Algunos se retiran silenciosamente (y la comunidad los pierde) y otros protestan a su manera. La verdad es obstinada y siempre encuentra la forma de salir de la oscuridad. Se trata, después de todo, del grado de consideración que se haya mostrado hacia los demás. Hay algunas iniciativas comunitarias aparentemente democráticas que en el fondo violaron algún derecho en su paso hacia su perseguida gloria comunitaria. El que algunas organizaciones o personas usen causas justas y privilegios que ofrece el sistema contributivo para su particular lucimiento, para marginar o ignorar a otras personas u organizaciones que aportaron de corazón y con convicción su esfuerzo y el mismo valioso tiempo que otras dedicaron, es inaceptable. Aquella organización o persona que sienta que está haciendo lo que aquí se dice, se quejará. Aquellas que no, manifestará que está de acuerdo a su manera. Cada uno se clasificará solo, si desea hacerlo, o no manifestará nada. Es una buena oportunidad para saber más. Aquellas personas de las que nadie prefiere hablar porque son conocidas o porque tienen algún puesto o grado destacado de cualquier índole y también atropellan, precisamente son quienes deberían velar más por la comunidad debido al lugar que ésta les ha otorgado, además del que les ha brindado su propio esfuerzo. Personalmente, he sentido miedo muchas veces, pero cuando no he hecho lo posible por vencerlo, me ha seguido dictando mis próximos pasos. Tratemos de contar aquí la historia pertinente como honestamente la conozcamos y con fundamento, por la documentación disponible. Con relación a la redistritación, recordamos la iniciativa de Patrick Manteiga, quien presentó a los comisionados su mapa de redistritación, pero fue rechazado. Llegó a presentarlo en una reunión de la Alianza Hispana. Más adelante, en la primavera de 2011, el grupo LPNet -Latino Professionals Network envió varios comunicados a la comunidad titulados “Mi Presencia Cuenta: en carne y hueso” para invitar a asistir a las reuniones de redistritación que había convocado el Condado de Hillsborough. Asistimos a varias convocatorias y nos reunimos más adelante en un negocio en la avenida Dale Mabry en Tampa con la asistencia de un miembro de la Alianza Hispana, para comentar la importancia de escoger un mapa y que se llevara la propuesta a ésta y otras organizaciones. Así mismo, lanzaríamos una campaña para apoyar tal mapa en un evento social de la comunidad hispana que se aproximaba, con el fin de trabajar todos juntos. Días después, LULAC facilitó una presentación y discusión sobre redistritación en su convención nacional celebrada en Brandon (Fl.) en 2011. Conocimos la organización Latino Justice, la cual cooperó notablemente con nuestra comunidad. Una vez finalizado este evento, y de forma independiente y espontánea, esa noche nos reunimos cuatro personas, hablamos de unir esfuerzos y de llevar el mensaje a nuestros respectivos grupos.* A partir de entonces, más personas se unieron, pero miembros del grupo que se fue formando en pro de un distritio hispano vieron sus esfuerzos, sus derechos y su sudor desestimados cuando una sola persona formalizó en Tallahassee el grupo como organización. Así mismo, nombró por su cuenta a la Junta de Directores sin contar tampoco con el voto ni la posible candidatura de los miembros participantes -ya alrededor de 15- dando una variedad de explicaciones para haberlo hecho así. Si una emergencia fue realmente la razón principal, una votación democrática días después habría sido lo justo hacia un grupo que, además, había comenzado varios meses antes. Se pidió que se hicieran los estatutos para proceder a una votación democrática pero nada ocurrió después. De todas formas, ninguna votación al cabo del tiempo ni aceptación posterior del establecimiento de esta Junta por el aparente orden o conveniencia que percibieran miembros nuevos que desconocían lo ocurrido repara la representación indebida que desembocó en auto-promoción. Para mayor asombro, la lucha por el respeto a una “justa representación” y al “preciado derecho al voto” fueron argumentos usados en medios de comunicación para continuar pidiendo los derechos de los hispanos ante el gobierno en la reclamación de un distrito hispano en el Condado de Hillsborough. Sin embargo, tal preciado derecho al voto y a la justa representación de miembros de aquel grupo no llegaron a ser justamente respetados.* Por último, hasta que la meta de contar con un comisionado hispano sea conseguida, hoy por hoy no podemos escoger una representación oficial que incluya a cada uno de los más de 306,635 hispanos en el Condado de Hillsborough en asuntos como la redistritación. Si, además, mentalmente nos dividimos entre “mi gente” y “tu gente”, nunca seremos “nuestra gente”. Con ambos planteamientos, corremos el riesgo de reflejar que existe una profunda desunión y desconocimiento del sistema. Por el momento, en esencia, cada uno se representa a sí mismo. Si nos apoyamos mutuamente en calidad de voluntarios/as para que diferentes iniciativas válidas de nuestra comunidad salgan adelante, viviremos la gran experiencia de aprender a trabajar juntos hacia un mejor futuro, de camino a ese distrito. Si te has encontrado alguna vez en una situación en la que quisiste sinceramente ayudar a la comunidad y recibiste injusticias y tropiezos, haz lo posible por manifestarte con la verdad. Hazlo por ti, tu familia y tus sueños: por los que te hicieron venir a un país extranjero. No permitas que nos arrebaten las opciones que podríamos tener si hubiera verdadera unidad: Nos quedan muchas batallas por ganar. Tampoco dejas de pertenecer a la comunidad por alejarte del mundo de las organizaciones, y las oportunidades que pierdes son las mismas. ¡Decídete y salta como saltaste aquel día en el que te armaste de valor para salir de tu país, aquel día que tuviste la presencia de ánimo para dar el gran paso! Que nadie te arrebate tus sueños. Que nadie ni nada te obstruya el paso. ¡Salta la barrera del miedo! *Declaraciones documentadas. María Asunción López
Posted on: Sun, 08 Sep 2013 02:14:20 +0000

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