Para tranquilizarse: Ahora bien, ¿no se convierte así nuestra - TopicsExpress



          

Para tranquilizarse: Ahora bien, ¿no se convierte así nuestra filosofía en una tragedia? ¿No es la verdad enemiga de la vida, de lo más excelente? Parece que no nos atrevemos a formular la pregunta que asoma a nuestros labios: ¿Puede uno permanecer conscientemente en la falsedad?, o, si es que no bay otro remedio, ¿no es entonces preferible la muerte? Ya no hay deberes, y la moral, como deber, ha quedado, tras nuestras consideraciones, tan aniquilada como la religión. El conocimiento no deja en pie más motivos que el placer y el dolor, la utilidad y el perjuicio; pero ¿cómo se relacionan esos motivos con el sentido de la verdad? Toda la vida humana está profundamente inmersa en la mentira; el individuo no puede sacarla de ese pozo, sin experimentar al mismo tiempo una honda aversión por su pasado, sin encontrar sus motivos presentes, como el del honor, carentes de razón y de sentido, sin oponer ironía y menosprecio a las pasiones que nos lanzan hacia el futuro y hacia una felicidad futura. ¿Es cierto que ya no queda más que una forma de ver las cosas: la que implica como conclusión teórica personal la desesperación, la disolución, el abandono, el autoaniquilamiento? Creo que la decisión final respecto a la acción última del conocimiento vendrá determinada por el temperamento de un hombre; posible en las naturalezas singulares, podría concebir otro mediante el cual surgiera una vida mucho más sencilla, más depurada de pasiones que la actual, de forma que, aunque al principio siguieran teniendo fuerza los antiguos motivos del deseo violento en virtud de un hábito heredado, poco a poco se irían debilitando por la influencia purificadora del conocimiento. Finalmente, se viviría ante los hombres y ante uno mismo como en la naturaleza, sin alabanzas, reproches ni entusiasmos, recreándose, como en un espectáculo, con muchas cosas que hasta entonces sólo producían temor. Nos libraríamos del énfasis y no sentiríamos ya el aguijón de este pensamiento: que no somos sólo naturaleza o que somos más que naturaleza. Se requeriría, ciertamente, como he dicho, un buen temperamento, un alma segura, tierna y en el fondo feliz, una disposición que no tendría que prevenirse contra las sacudidas y los estallidos repentinos, y que en sus manifestaciones, no necesitaría adoptar ese tono gruñón y ese gesto hosco que, como sabemos, son propios de los odiosos caracteres de los perros viejos y de los hombres que han estado mucho tiempo encadenados. En cambio, un hombre liberado de los vínculos corrientes de la vida hasta el punto de no vivir ya más que para ir mejorando día a día, ha de renunciar sin envidia ni despecho a muchas cosas, incluso a casi todo lo que valoran los demás hombres; debe hallarse satisfecho, como en la situación más deseable, de volar libremente y sin miedo por encima de los hombres, de las costumbres, de las leyes y de las valoraciones tradicionales de las cosas... Un sujeto tal se deleita comunicando el deleite que le procura esta situación, aunque puede no tener otra cosa más que comunicar, lo que implica ciertamente más bien una privación, una renuncia...Pero si, pese a ello, se quiere algo más de él, nos remitirá con un benévolo movimiento de cabeza a su hermano, el hombre libre dedicado a la acción, sin ocultar quizás un poco de ironía, ya que esa “libertad” es algo muy singular... Friedrich Nietzsche"
Posted on: Tue, 09 Jul 2013 05:22:29 +0000

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