Para una clase de grupo, la dinámica para el profesor, también es muy diferente, a la de clases privadas. El tono de voz, la ejecución, el flujo de los ejercicios, el tema, todo cambia. Es muy aburrido recibir una clase de grupo, con ciertas características, que por el contrario son necesarias en una clase privada. Las clases de grupo se me hacen un reto muy grande, sobretodo cuando se pretende tener en cuenta las necesidades generales de cada participante y aún así no perder la dinámica, ni la energía. Es un reto grande, mostrar los ejercicios, y hacerlos entendibles cuando de pronto los alumnos no pueden verte. Mostrarlos de tal forma que se vean y entiendan los detalles. Marcar la respiración, la coreografía y algunas correcciones, las suficientes para no abrumar y para no entorpecer el ritmo del movimiento. Las instrucciones tan claras que te deberían entender hasta con los ojos cerrados, y tratar cada vez de usar menos frases ambiguas, como: más o menos así, por acá, si quieren, etc. Estas frases permiten interpretación, lo que no es conveniente en este tipo de clases. Me gusta pensar en las clases de grupo, como en esas fábricas en que los procesos son limpios y precisos y todo sucede orquestado por un director de operaciones, o como una orquesta, y es responsabilidad del director que cada instrumento armonice en la sinfonía. No es tan fácil como parece. Es un reto delicioso y debe ser una experiencia única para cada alumno.
Posted on: Fri, 05 Jul 2013 02:52:52 +0000
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