Pascua (Lv 23,5-8; Nm 9,1-14; Dt 16,1-8; Jos 5,10) 12 1 En - TopicsExpress



          

Pascua (Lv 23,5-8; Nm 9,1-14; Dt 16,1-8; Jos 5,10) 12 1 En aquellos días, el Señor dijo a Moisés y a Aarón en Egipto: 2 –Este mes será para ustedes el principal, será para ustedes el primer mes del año. 3 Digan a toda la asamblea de Israel: El diez de este mes cada uno se conseguirá un cordero o un cabrito para su familia, uno por casa. 4 Si la familia es demasiado pequeña para terminarlo, que se junte con el vecino de casa; el animal se repartirá según el número de comensales y lo que coma cada uno. 5 Será un animal sin defecto, macho, de un año, cordero o cabrito. 6 Lo guardarán hasta el día catorce del mes, y entonces toda la asamblea de Israel lo matará al atardecer. 7 Con algo de la sangre rociarán el marco de la puerta de la casa donde lo coman. 8 Esa noche comerán la carne, asada a fuego, acompañada de pan sin fermentar y verduras amargas. 9 No comerán de ella nada crudo ni cocido en agua, sino asado a fuego: con cabeza, patas y entrañas. 10 No dejarán restos para la mañana siguiente, y si sobra algo, lo quemarán. 11 Y lo comerán así: ceñidos con el cinturón, las sandalias en los pies, un bastón en la mano; y lo comerán rápidamente, porque es la Pascua del Señor. 12 Esa noche atravesaré todo el territorio egipcio dando muerte a todos sus primogénitos, de hombres y de animales; y daré un justo escarmiento a todos los dioses de Egipto. Yo soy el Señor. 13 La sangre será su contraseña de ustedes en las casas donde estén: cuando vea la sangre, pasaré de largo; no los tocará la plaga exterminadora cuando yo pase hiriendo a Egipto. 14 Este día será para ustedes memorable, en él celebrarán fiesta al Señor. Y lo harán de generación en generación como una ley perpetua. Los Ázimos (Nm 9,11; 1 Cor 5,7s) 15 –Durante siete días comerán panes sin levadura; el día primero harán desaparecer de sus casas toda levadura, porque el que coma algo fermentado será excluido de Israel. Así del primero al séptimo día. 16 El día primero hay asamblea litúrgica y también el día séptimo: en esos días no trabajarán; solamente prepararán lo que haga falta a cada uno para comer. 17 Ustedes celebrarán la fiesta de los Ázimos, porque en ese día sacó el Señor a sus escuadrones de Egipto. Harán fiesta ese día: esto es ley perpetua para todas sus generaciones. 18 Desde la tarde del día catorce del mes primero a la tarde del día veintiuno comerán panes sin levadura; 19 durante siete días no habrá levadura en sus casas, porque quien coma algo fermentado será excluido de la asamblea de Israel, sea forastero o nativo. 20 Por lo tanto no coman nada fermentado, dondequiera que ustedes vivan, coman panes sin levadura. Órdenes de Moisés 21 Moisés llamó a todas las autoridades de Israel y les dijo: –Elijan un cordero o un cabrito por familia y mátenlo para celebrar la pascua. 22 Tomen un manojo de ramas de hisopo, mójenlo en la sangre del plato y unten de sangre el marco de la puerta, y ninguno de ustedes salga por la puerta de casa hasta la mañana siguiente. 23 El Señor va a pasar hiriendo a Egipto, y cuando vea la sangre en el marco de la puerta, el Señor pasará de largo y no permitirá al exterminador entrar en sus casas para herir. 24 Cumplan este mandato del Señor: ésta es una ley perpetua para ustedes y sus hijos. 25 Y cuando entren en la tierra que el Señor les va a dar, según lo prometido, deberán seguir celebrando este rito. 26 Y cuando sus hijos les pregunten qué significa este rito, 27 les responderán: es el sacrificio de la Pascua del Señor. Él pasó en Egipto, junto a las casas de los israelitas, hiriendo a los egipcios y protegiendo nuestras casas. 28 El pueblo se inclinó en señal de adoración. Y los israelitas fueron y pusieron por obra lo que el Señor había mandado a Moisés y a Aarón. Muerte de los primogénitos y salida de Israel (Sab 18,5-19; Sal 105,36-38) 29 A medianoche, el Señor hirió de muerte a todos los primogénitos de Egipto: desde el primogénito del faraón que se sienta en el trono hasta el primogénito del preso encerrado en el calabozo, y los primogénitos de los animales. 30 Aún de noche, se levantó el faraón y su corte y todos los egipcios, y se oyó un clamor inmenso en todo Egipto, porque no había casa en que no hubiera un muerto. 31 El faraón llamó a Moisés y a Aarón de noche, y les dijo: –Levántense, salgan inmediatamente de en medio de mi pueblo, ustedes con todos los israelitas, vayan a ofrecer culto al Señor como lo habían pedido; 32 llévense también como querían las ovejas y las vacas y váyanse. Y rueguen a Dios por mí. 33 Los egipcios apuraban al pueblo para que saliese cuanto antes del país, porque temían morir todos. 34 El pueblo sacó la masa sin fermentar, la envolvió en mantas y se la cargó al hombro. 35 Además, los israelitas hicieron lo que Moisés les había mandado: pidieron a los egipcios utensilios de plata y oro y ropa; 36 el Señor hizo que se ganaran el favor de los egipcios, que les dieron lo que pedían. Así despojaron a Egipto. 37 Los israelitas marcharon de Ramsés hacia Sucot: eran seiscientos mil hombres de a pie, sin contar los niños; 38 y les seguía una turba inmensa, con ovejas y vacas y enorme cantidad de ganado. 39 Como no habían tenido tiempo de preparar comida cocieron la masa que habían sacado de Egipto haciendo tortas de pan ázimo, ya que no había fermentado, porque los egipcios los echaban y no podían detenerse y tampoco se llevaron provisiones. 40 La permanencia de los israelitas en Egipto duró cuatrocientos treinta años. 41 Cumplidos los cuatrocientos treinta años, el mismo día, salieron de Egipto los escuadrones del Señor. 42 El Señor veló aquella noche para sacarlos de Egipto: por eso será para los israelitas noche de vela por todas las generaciones. Rito de la Pascua 43 El Señor dijo a Moisés y a Aarón: –Éste es el rito de la Pascua. Ningún extranjero la comerá. 44 Los esclavos que te hayas comprado, circuncídalos y sólo entonces podrán comerla. 45 Ni el criado ni el jornalero la comerán. 46 Cada cordero se ha de comer dentro de una casa sin sacar afuera nada de la carne, y no le romperán ningún hueso. 47 La comunidad entera de Israel la celebrará. 48 Y si el emigrante que vive contigo quiere celebrar la Pascua del Señor, hará circuncidar a todos los varones, y sólo entonces podrá tomar parte en ella: será como el nacido en el país. Pero ningún incircunciso la comerá. 49 La misma ley vale para el nacido en el país y para el emigrante que vive con ustedes. 50 Así lo hicieron los israelitas: todo lo que el Señor había ordenado a Moisés y a Aarón lo cumplieron. 51 Y aquel mismo día el Señor sacó de Egipto a los israelitas, por escuadrones. 13 1 El Señor dijo a Moisés: 2 –Conságrame todos los primogénitos israelitas; el primer parto, lo mismo de hombres que de animales, me pertenece. 3 Y Moisés dijo al pueblo: –Guarden siempre el recuerdo de este día, en que han salido de Egipto, de la esclavitud, cuando el Señor con mano fuerte los sacó de allí. Este día no se comerá nada fermentado. 4 Salen hoy, en el mes de abril. Los panes ázimos 5 –Cuando el Señor te haya introducido en la tierra de los cananeos, los amorreos, los heveos y los jebuseos, en el país que el Señor te dará, porque así lo juró a tus padres, tierra que mana leche y miel, entonces en este mes celebrarás el siguiente rito: 6 Durante siete días comerás panes sin levadura y el día séptimo se hará fiesta en honor del Señor. 7 Durante esos siete días se comerá pan sin levadura y no ha de aparecer en todo tu territorio levadura ni nada fermentado. 8 Y ese día le explicarás a tu hijo: Esto es por lo que el Señor hizo en mi favor cuando salí de Egipto. 9 Este rito te servirá como si tuvieras una señal en el brazo y un recordatorio en la frente, para que tengas en los labios la Ley del Señor, que con mano fuerte te sacó de Egipto. 10 Guardarás este mandato todos los años, en su fecha. Los primogénitos (Dt 15,19-23; Nm 3,11-13) 11 Cuando el Señor te introduzca en la tierra de los cananeos, como juró a ti y a tus padres, y te la entregue, 12 dedicarás al Señor todos los primogénitos: el primer parto de tus animales, si es macho, pertenece al Señor. 13 La primera cría de asno la rescatarás con un cordero; si no la rescatas, la desnucarás. Pero los primogénitos humanos los rescatarás siempre. 14 Y cuando mañana tu hijo te pregunte: ¿Qué significa esto?, le responderás: Con mano fuerte nos sacó el Señor de Egipto, de la esclavitud. 15 El faraón se puso terco en no dejarnos salir, entonces el Señor dio muerte a todos los primogénitos de Egipto, lo mismo de hombres que de animales. Por eso yo sacrifico al Señor todo primogénito macho de los animales. Pero los primogénitos de mis hijos los rescato. 16 Te servirá como señal en el brazo y signo en la frente de que con mano fuerte te sacó el Señor de Egipto. Hacia el Mar Rojo 17 Cuando el faraón dejó marchar al pueblo, Dios no los guió por el camino de Palestina, que es el más corto, pensando que si se veían atacados, se arrepentirían y volverían a Egipto, 18 por eso Dios hizo que el pueblo diese un rodeo por el desierto hacia el Mar Rojo. Los israelitas habían salido de Egipto muy bien equipados. 19 Moisés tomó consigo los huesos de José, como se lo había hecho jurar a los israelitas: Cuando Dios se ocupe de ustedes, se llevarán mis huesos de aquí. 20 Partieron de Sucot y acamparon en Etán, al borde del desierto. 21 El Señor caminaba delante de ellos, de día en una columna de nubes para guiarlos; de noche, en una columna de fuego, para alumbrarles; así podían caminar día y noche. 22 No se apartaba delante de ellos ni la columna de nubes de día ni la columna de fuego de noche. Paso del Mar Rojo (Sab 19,1-9; Sal 136,13-15) 14 1 El Señor dijo a Moisés: 2 –Di a los israelitas que se vuelvan y acampen en Fejirot, entre Migdal y el mar, frente a Baal-Safón; pongan los campamentos mirando al mar. 3 El faraón pensará que los israelitas están perdidos en el país y que el desierto les cierra el paso. 4 Haré que el faraón se empeñe en perseguirlos, y me cubriré de gloria derrotando al faraón y a su ejército, y sabrán los egipcios que yo soy el Señor. Así lo hicieron los israelitas. 5 Cuando comunicaron al rey de Egipto que el pueblo había escapado, el faraón y su corte cambiaron de parecer sobre el pueblo, y se dijeron: ¿Qué hemos hecho? Hemos dejado marchar a nuestros esclavos israelitas. 6 Hizo enganchar su carro y tomó consigo sus tropas: 7 seiscientos carros escogidos y los demás carros de Egipto con sus correspondientes oficiales. 8 El Señor hizo que el faraón se empeñase en perseguir a los israelitas, mientras éstos salían triunfalmente. 9 Los egipcios los persiguieron con caballos, carros y jinetes, y les dieron alcance mientras acampaban en Fejirot, frente a Baal-Safón. 10 El faraón se acercaba, los israelitas alzaron la vista y vieron a los egipcios que avanzaban detrás de ellos, y muertos de miedo gritaron al Señor. 11 Y dijeron a Moisés: –¿No había sepulcros en Egipto? Nos ha traído al desierto a morir. ¿Qué nos has hecho sacándonos de Egipto? 12 ¿No te decíamos ya en Egipto: Déjanos en paz, y serviremos a los egipcios; más nos vale servir a los egipcios que morir en el desierto? 13 Moisés respondió al pueblo: –No tengan miedo; manténganse firmes y verán la victoria que el Señor les va a conceder hoy; esos egipcios que están viendo hoy, no los volverán a ver jamás. 14 El Señor peleará por ustedes; ustedes esperen en silencio. 15 El Señor dijo a Moisés: –¿Por qué me invocas a gritos? Ordena a los israelitas que avancen. 16 Tú alza el bastón y extiende la mano sobre el mar, y se abrirá en dos, de modo que los israelitas puedan atravesarlo a pie, sin mojarse. 17 Yo haré que el faraón se empeñe en entrar detrás de ustedes y mostraré mi gloria derrotando al faraón con su ejército, sus carros y jinetes; 18 para que sepa Egipto que yo soy el Señor, cuando muestre mi gloria derrotando al faraón con sus carros y jinetes. 19 El ángel de Dios, que caminaba delante del campamento israelita, se levantó y pasó a su retaguardia; la columna de nubes que estaba delante de ellos se puso detrás de ellos, 20 metiéndose entre el campamento egipcio y el campamento israelita; la nube se oscureció y la noche quedó oscura, de modo que no pudieron acercarse unos a otros en toda la noche. 21 Moisés extendió la mano sobre el mar, el Señor hizo retirarse al mar con un fuerte viento del este que sopló toda la noche; el mar quedó seco y las aguas se dividieron en dos. 22 Los israelitas entraron por el mar a pie, sin mojarse, y las aguas les hacían de muralla a derecha e izquierda. 23 Los egipcios, persiguiéndolos, entraron detrás de ellos por el mar, con los caballos del faraón, sus carros y sus jinetes. 24 De madrugada, miró el Señor desde la columna de fuego y de nubes y desbarató al ejército egipcio. 25 Trabó las ruedas de los carros, haciéndolos avanzar pesadamente. Los egipcios dijeron: –Huyamos de los israelitas, porque el Señor combate por ellos contra Egipto. 26 Pero Dios dijo a Moisés: –Tiende tu mano sobre el mar, y las aguas se volverán contra los egipcios, sus carros y sus jinetes. 27 Moisés tendió su mano sobre el mar: al despuntar el día el mar recobró su estado ordinario, cuando los egipcios trataron de huir, se toparon con las aguas, y el Señor arrojó a los egipcios en medio del mar. 28 Las aguas, al reunirse, cubrieron carros, jinetes y todo el ejército del faraón que había entrado en el mar persiguiendo a Israel, y no escapó uno solo. 29 Pero los israelitas pasaron por el mar a pie, sin mojarse, mientras las aguas les hacían de muralla a derecha e izquierda. 30 Aquel día el Señor libró a los israelitas de los egipcios, y los israelitas vieron los cadáveres de los egipcios a la orilla del mar. 31 Los israelitas vieron la mano magnífica de Dios y lo que hizo a los egipcios. Así, Israel respetó al Señor y tuvo confianza en él y en Moisés, su servidor. Canto de Moisés 15 1 Entonces Moisés y los israelitas cantaron este canto al Señor: Cantaré al Señor, que se ha cubierto de gloria, caballos y jinetes ha arrojado en el mar. 2 Mi fuerza y mi poder es el Señor, él fue mi salvación. Él es mi Dios: yo lo alabaré; el Dios de mi padre: yo proclamaré su grandeza. 3 El Señor es un guerrero, su Nombre es el Señor. 4 Él arrojó al mar los carros y la tropa del faraón, ahogó en el Mar Rojo a sus mejores capitanes. 5 Las olas los cubrieron, bajaron hasta el fondo como piedras. 6 Tu mano, Señor, es fuerte y magnífica; tu mano, Señor, tritura al enemigo; 7 tu gran victoria destruye al adversario, lanzas tu incendio y los devora como paja. 8 Al soplo de tu ira se amontonaron las aguas, las corrientes se alzaron como un dique, las olas se cuajaron en el mar. 9 Decía el enemigo: Los perseguiré y alcanzaré, repartiré el botín, se saciará mi codicia, desenvainaré la espada, los agarrará mi mano. 10 Pero sopló tu aliento y los cubrió el mar, se hundieron como plomo en las aguas formidables. 11 ¿Quién hay como tú entre los dioses, Señor, magnífico en tu santidad, temible por tus proezas, autor de prodigios? 12 Extendiste tu mano: se los tragó la tierra; 13 guiaste con tu fidelidad al pueblo que habías rescatado, los llevaste con tu poder hasta tu santa morada. 14 Lo oyeron los pueblos y temblaron, se estremecieron los jefes filisteos, 15 se espantaron los jefes de Edom, un temblor sacude a los príncipes de Moab, perdieron el valor todos los jefes cananeos; 16 los asaltaron tu espanto y tu pavor, los dejó petrificados la grandeza de tu brazo, mientras pasaba tu pueblo, Señor, mientras pasaba el pueblo que te habías comprado. 17 Lo introduces y lo plantas en el monte de tu herencia, lugar del que hiciste tu trono, Señor; santuario, Señor, que fundaron tus manos. 18 El Señor reina por siempre jamás. 19 Cuando el caballo del faraón y su carro y sus jinetes entraron por el mar, el Señor volcó sobre ellos las aguas del mar; en cambio, los israelitas atravesaron el mar a pie, sin mojarse. 20 María, la profetisa, hermana de Aarón, tomó su pandereta en la mano, ytodas las mujeres salieron con panderetas a danzar detrás de ella. 21 María entonaba: Canten al Señor, que se ha cubierto de gloria; caballos y carros ha arrojado en el mar.
Posted on: Sun, 11 Aug 2013 12:07:45 +0000

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