Pensar en mi má siempre me pone nostálgico. Me siento bien porque creo que la traté como un hijo debe tratar a su mamá. La ayudé cuanto pude, la apoyé en lo que pude. Salía con ella y comíamos fuera aunque ella por venir de orígenes extremadamente pobres siempre pensaba que comer fuera de la casa era un despilfarro. Mi madre intentó enseñarme a ser honesto, claro que no le hice caso, solo en los últimos años me he dado cuenta que ser honesto es más ser yo. Igualmente mi má intentó hacerme un caballero y respetar a los demás. Al igual que la honestidad, la caballerosidad y el respeto son algo que tuve que aprender por mi mismo. No que ahora sea honesto, respetuoso y un caballero, pero eso es mi falla, no la de mi madre que intentó que fuera un mejor humano. Los humanos, los hombres, o cuando menos yo, somos unos diamantes. Diamantes en bruto que necesitamos ser pulidos. Mi madre empezó a pulirme y logró quitar las asperezas más prominentes. Luego siguió mi primer esposa, que no tenía la suficiente energía, o ganas, para pulirme y seguí siento un diamante no bruto, pero no pulido, finalmente llegó a mi vida magg, quien con su amor, su honestidad, su gran humanidad ha logrado que casi me de cuenta que los niños, los ancianos, el prójimo, los animales y las plantas y yo somos iguales. Nadie más digno o más indigno. Iguales. Con mucho amor, con el respeto aprendido, con honestidad practicada saludo a mi má, a mi ex y a 69 Grados :) ♥
Posted on: Sat, 05 Oct 2013 03:18:33 +0000