Por cantar perdí mi virginidad Mi historia sucedió hace cuatro años, yo vivía sola por que estaba estudiando en una ciudad diferente a donde se encontraba mi familia, así que vivía en un pequeño departamento en el centro, era una chica responsable y no había tenido ninguna dificultad con mis padres, así que tenían plena confianza en mi. Sucedió que un día en la escuela abrieron la convocatoria para entrar a un coro, así que asistí, no por gusto al canto sino, por que el estar en ese grupo significaba ciertos privilegios. Ahí conocí al encargado que era un trigueño guapisimo llamado Eduardo de 27 años, 9 mayor que yo, sin embargo en ese momento ni él ni yo nos prestamos mucha atención el uno al otro. Pero al paso del tiempo una de mis compañeras me hizo notar el cuerpo tan escultural que tenía, un torso definido y unos muslos preciosos y firmes….pero lo mejor era el par de nalgas que portaba orgulloso. Creo que es preciso mencionar que yo no me quedaba atrás, nunca he tenido el cuerpo de modelo, pero especialmente en esas épocas tenia un cuerpo muy bien formado por el ejercicio y bueno siempre han llamado la atención mis hermosos senos bien formados y mis nalgas firmes. Sin embargo no solo eso sino que mi rostro siempre denota una edad menor a la que tengo…incluso ahora a mis 22 años creen que tengo 17, además junto a mi sonrisa, incluso con braquets, siempre han sido puntos centrales de mi atractivo. Un día después del ensayo, Eduardo me pido que me quedara…todos los demás iban a ir a cenar y luego regresarían para continuar, me quede pero me temblaban las piernas pues el hecho de quedarme sola con ese monumento de hombre, me aterraba, siempre he sido coqueta pero era virgen y hasta ese entonces pensaba quedarme así por un buen rato. Al estar solos en el teatro, empezamos a conversar de banalidades, cosas de las canciones e instrumentos. Me sugirió que fuéramos al piano que estaba detrás del telón y ya estando ahí, tímidamente empezó a rozarme las manos por cualquier pretexto, me dijo que mi sonrisa era encantadora y que parecía una niña pequeña. Y como era una niña pequeña, me dijo que me llevaría a pasear por el paso del gato del teatro, que es un paso que se encuentra sobre el escenario, tan estrecho que solo podría caminar por él un gato. Subimos por una pequeña escalera, yo subí primero y el iba atrás de mí para "cuidarme" por si caía, pero no perdió oportunidad de tocarme las nalgas "sin intención" al ir subiendo. Quise creer que había sido un accidente, pero una vez arriba me abrazo tan fuerte que de haber querido soltarme habríamos caído al escenario. Cuando me di cuenta ya tenía su lengua dentro de mi boca y sus enormes manos recorriéndome el cuerpo, junto con un escalofrío delicioso que recorría mi espalda por la escena que estaba viviendo. Me quito la blusa y empezó a recórreme toda, y yo simplemente no podía hacer nada, me encantaba, nadie me había tocado como él, estaba excitándome, sentía como se endurecían mis pezones y se mojaba mi vagina, deseaba que terminara de desnudarme, y al parecer leyó mis pensamientos por que desabrocho mi bra como todo un experto, y bajo mi pantalón junto con mi pantí , metió un dedo entre mis piernas, empezó a recorrer el interior de mis muslos, poco a poco fue subiendo hasta llegar a mi vagina, empezó a recorrer los pliegues de ella gentilmente hasta introducirlo en mi vagina inundada de fluidos, y al percatarse de ello sólo me mostró una hermosa y picara sonrisa, y dirigió sus labios hacia mis senos….todavía lo recuerdo y no puedo evitar excitarme…. su lengua succionando y haciendo círculos alrededor de mi pezones, y yo simplemente no podía parar de gemir, me encantaba, la manera en que succionaba, y ya no solo era un dedo sino dos los que entraban y salían de mi húmeda vagina. No creí que pudiera sentir algo mejor, pero estaba muy equivocada, pues se separo de mi cuerpo y me enseño un enorme pene apunto de explotar por la erección fulminante que tenía, me dio un poco de miedo, el dolor, la posibilidad de quedar embarazada, pero aun así no dije nada, simplemente espere a que él me metiera esa preciosa verga poco a poco, con mucha delicadeza, sabía que era virgen, creo que mi expresión me delato, así que empezó a moverse lentamente, muy, muy lento, casi armónico. Solté un gemido de dolor, pero inmediatamente se convirtió en un placer extremo, no quería que parara, mis senos iban a explotar, mi vagina estaba hinchada e inundada, quería que siguiera, estar así por siempre…no quería que terminara, pero la explosión de nuestro orgasmo perfectamente sincronizado fue el único final que habría aceptado… sentí el calor de su eyaculación dentro de mí, como escurrían nuestros líquidos mezclados entre mis piernas. Mi respiración se calmo y fue hasta entonces que descubrí el grado de dificultad con el que había hecho el amor por primera vez, de habernos movido unos cuantos centímetros, hubieran encontrado un par de cuerpos desnudos en el centro del escenario. Me beso dulcemente y me vistió con ternura, me dijo que le encantaba que estaba enamorado de mí, pero que era casado y que no podía ofrecerme una relación normal. Mi mundo se me fue encima…. Me ofreció ser su amante, no me lo dijo abiertamente, pero…era más que obvio…lo pensé por una noche…
Posted on: Sun, 25 Aug 2013 05:52:39 +0000