Por primera vez en muchos años he vuelto a abrir los documentos de las primeras novelas que escribí, allá por el año antes de meterme con La elegida de la Muerte y El sueño de los muertos. Andaba releyéndolas por encima para ver si en algún momento podría llegar a apetecerme volver a retomarlas (son una trilogía, y la dejé al final de la segunda novela con la tercera ya planificada). ¿La respuesta? Sí, me apetecerá. Pero voy a tener que reescribirlas hasta la última coma O.o Yo recordaba aquella época como mi "época dorada", en la que escribir era fácil, no me costaba ningún esfuerzo y me hacía tanta ilusión que era capaz de largar 600.000 palabras en 5 meses (currando mañana, tarde y fiestas de guardar en la Cadena SER, encima). Pero qué va. Leyendo me he dado cuenta de lo muchísimo que ha cambiado mi estilo desde entonces O.o o, más bien, de lo muchísimo que cambié a la hora de escribir en el momento en que aparqué esta trilogía y me metí con La Elegida de la Muerte. No es que abomine de la prosa que utilizaba, es que... es que leyéndola me doy cuenta de lo novatilla que era >.< ¡Qué cantidad de recursos he asimilado sin darme ni maldita cuenta, que ahora me parecen de cajón y por aquel entonces ni siquiera se me pasaban por la cabeza! ¡Y cómo puede cambiar una prosa cuando has "entrenado" años y años con los deditos y el teclado! Flípolo O.o y alégrome, claro, ya puestos...
Posted on: Thu, 03 Oct 2013 11:15:10 +0000
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