Por un lado está la multitud. Burlándose. Acosando. Exigiendo. Por el otro está un campesino. Los labios inflamados. Un ojo hinchado. Excelsa promesa. Una promete aceptación, el otro una cruz. Una ofrece carnalidad y destellos, el otro ofrece fe. La multitud dice desafiante: «Síguenos y serás uno de nosotros». Jesús promete: «Sígueme y permanecerás». Ellos ofrecen complacencia. Dios promete salvación. ¿Un lavatorio con agua? ¿O la sangre del Salvador? Dios te mira y pregunta … ¿A cuál elegirás?
Posted on: Sun, 01 Dec 2013 23:41:09 +0000
Trending Topics
Recently Viewed Topics
© 2015