Píldoras de Fe Queridos hermanos en la Fe, en la explicación que - TopicsExpress



          

Píldoras de Fe Queridos hermanos en la Fe, en la explicación que presentaremos a continuación acerca del diezmo, pretendemos aclararle todo lo relacionado acerca de este tema que presenta muchas confusiones en nuestros tiempos y que la mala interpretación de algunos pasajes evangélicos que hacen mención del mismo ha tergiversado el mensaje claro que nuestro Señor Jesucristo nos ha dicho sobre las ofrendas. Comenzaremos diciendo que un Cristiano que no da el diezmo semanal (10% del salario) no le está robando a Dios ni tampoco está cometiendo ninguna falta grave contra las Sagradas escrituras. 1.- El diezmo que se menciona en el antiguo testamento era para los Levitas, viudas y huérfanos El diezmo, servía para el sostenimiento de los Levitas, porque éstos no tenían herencia en la tierra en común con las otras tribus. Leamos las siguientes citas bíblicas “El diezmo entero de la tierra, tanto de las semillas de la tierra como de los frutos de los árboles, es de Yahveh; es cosa sagrada de Yahveh. Si alguno quiere rescatar parte de su diezmo, añadirá la quinta parte de su valor. Todo diezmo de ganado mayor o menor, es decir, cada décima cabeza que pasa bajo el cayado, será cosa sagrada de Yahveh. No se escogerá entre animal bueno o malo, ni se le puede sustituir; y si se hace cambio, tanto el animal permutado como su sustituto serán cosas sagradas; no podrán ser rescatados.” (Levítico 27,30-33) “Yo doy como herencia a los levitas todos los diezmos de Israel a cambio de los servicios que prestan en la Carpa del Encuentro. De ahora en adelante, los israelitas no se acercarán a la Carpa del Encuentro, porque cargarían con un pecado y morirían. Sólo los levitas prestarán servicios en ella y cargarán con sus propias faltas. Este es un decreto válido para siempre, a lo largo de las generaciones. Pero no tendrán una herencia entre los israelitas, porque yo les doy como herencia los diezmos que los israelitas pondrán aparte como una ofrenda para el Señor. Por eso dije, refiriéndome a ellos, que no tendrán una herencia entre los israelitas. El Señor dijo a Moisés: Habla en estos términos a los levitas: Cuando ustedes reciban de los israelitas los diezmos que yo les asigné como herencia, reservarán la décima parte como una ofrenda para el Señor: esto les será tenido en cuenta a título de contribución. Como se hace con el trigo de la era y el mosto del lagar, también ustedes pondrán aparte para el Señor una ofrenda tomada de los diezmos que reciban de los israelitas, y se la entregarán al sacerdote Aarón, en calidad de ofrenda reservada al Señor. De los dones que reciban, reservarán las ofrendas debidas al Señor: la mejor porción de cada cosa, o sea, la parte que debe ser consagrada. Diles también: Una vez que hayan reservado la mejor parte (que les será tenida en cuenta como el trigo de la era y el mosto del lagar) ustedes y sus familias podrán comerla en cualquier lugar, porque esa es su recompensa por los servicios que prestan en la Carpa del Encuentro. Así, si ustedes reservan la mejor parte, no cargarán con un pecado, no profanarán los dones sagrados de los israelitas ni morirán.” (Números 18,21-32) “No olvides al levita que vive en tus ciudades, ya que él no tiene posesión ni herencia contigo. Al cabo de tres años, deberás separar la décima parte de todo lo producido ese año, y lo depositarás en la puerta de tu ciudad. Entonces vendrá a comer el levita, ya que él no tiene posesión ni herencia contigo; y lo mismo harán el extranjero, el huérfano y la viuda que están en tus ciudades, hasta quedar saciados. Así el Señor te bendecirá en todas tus empresas.” (Deuteronomio 14,27-29) Podemos interpretar claramente en las escrituras que ellos depositaban sus producciones en un fondo, del cual, también se tomaban ciertas porciones para aliviar las necesidades de los extranjeros, los huérfanos, y las viudas. Al tercer año, el diezmo de ese año, debía ser entregado directamente en las aldeas locales, y puesto a disposición, no sólo de los Levitas, sino también de los "extranjeros, los huérfanos, y las viudas." "Cada año deberás separar la décima parte de todo lo que hayan producido tus sembrados, y en la presencia del Señor, tu Dios, en el lugar que él elija para constituirlo morada de su Nombre, comerás del diezmo de tu trigo, de tu vino y de tu aceite, y también los primogénitos de tu ganado mayor y menor. Así aprenderás a temer siempre al Señor, tu Dios." (Deuteronomio 14,22) Entonces, ahora le preguntaremos: ¿Usted tiene algún cultivo en el campo? ¿Cultiva granos? ¿Cría ganados? ¿Porque debe usted dar su dinero semanal, quincenal o mensual si lo que pedía la antigua Ley era la suma de sus granos y ganados anual que producían solo aquellos que tenían tierras y que únicamente se usaba para ayudar al prójimo? Él diezmo, como lo muestran estas citas bíblicas, era usado única y exclusivamente para las personas de escasos recursos, que en aquel entonces eran los levitas, no se utilizaban para enriquecer a una persona en particular. Aquel que le llegue a hacer la afirmación de que si usted no da él diezmo le están robando a Dios, está dando Falso testimonio de las Sagradas Escrituras. Procure que su ofrenda, si la va a dar de corazón, vaya dirigida a las personas de escasos recursos. “Seamos mansos como Palomas, sí, pero astutos como serpientes” Hay un hecho muy práctico de la actualidad que nos sirve como verdadera base y testimonio real respecto a este tema, y es que los rabinos judíos actuales no piden a sus fieles el 10% para ellos, ¿saben porqué?: porque conocen perfectamente la Ley y saben que el diezmo en especie era solamente para los Levitas. El 10% del salario entregado para una persona específica, no ha existido nunca en la Biblia, Dios nunca ha pedido para Él ningún diezmo, solo servicio y ayuda al prójimo, al más necesitado. El diezmo no se requiere en ningún momento, sino las Ofrendas voluntarias. Recuerde que Jesucristo nos anima a dar por Amor no por obligación. No podemos estar acomodando la Ley para un beneficio en particular. Como buen Cristiano, uno puede donar ofrendas voluntariamente por Amor al prójimo, para cubrir las necesidades de los pobres y estas ofrendas no solamente son con dinero, también se da con atenciones, cuidados, amabilidad, por ejemplo, cuidar a los enfermos, visitar a los ancianatos y darles ánimo, a los presos, llevarles algo de comer a los que están en refugios. Ofrendar, es donar con amor algo de tu tiempo a aquel que lo necesite. Ofrendar, también es servicio a la Iglesia, por ejemplo, ayudar al Párroco repartiendo las Cartas de los Cristianos o programaciones de la parroquia, imprimir trípticos del rosario o cualquier otro folleto evangélico y regalarlos, enseñarlo a rezar. Pero jamás es una obligación, nadie debe obligarte a dar el 10% de tu salario para su beneficio particular. 2.- La Iglesia Católica y el diezmo Cuando la Iglesia Católica se refiere a "diezmar una vez al año" se refiere a cooperar monetariamente, no a dar el 10% de TODO lo que has ganado en el año, sino a dar voluntariamente y con Amor de conciencia. El Catecismo de la Iglesia Católica solo menciona el diezmo una vez, y solo en referencia a la responsabilidad del cristiano hacia los pobres. Siempre que se habla en la Sagrada Escritura del diezmo es de darlo en especie, ya sea de fruta o de animales (Génesis 4,3-7) y nunca en dinero (Génesis 47,13-18). Era exclusivamente de fruto de la tierra o de animales. Ni siquiera se menciona dar algo de la minería, comercio, carpintería, o diversas ocupaciones profesionales. Note usted que en libro de Levítico capítulo 27,30-31 si alguien quería pagar algo en dinero tenía que pagar el 20% más del valor real del animal o fruto. Obviamente no era dinero lo que Dios quería. ¿Cuántas veces ha escuchado usted mencionar el libro de Malaquías para presionarlo a dar el 10% cuando en realidad allí se está hablando de alimento? Nadie puede siquiera recurrir a la mención de esas citas bíblicas de la Antigua Alianza y sobre todo a Malaquías para hacer creer a las personas que el diezmo es realmente bíblico, puesto que allí, en ese contexto se refería solo para el pueblo de Israel, que fue con el que Dios había realizado esa alianza, y nosotros no somos judíos, sino Cristianos. Los Cristianos pertenecemos a la nueva alianza: "Esta es mi sangre, sangre de la Alianza nueva y eterna" (Lucas 22,20) “Sacrificios y oblaciones y holocaustos y sacrificios por el pecado no los quisiste ni te agradaron (cosas todas ofrecidas conforme a la Ley) entonces (añade): He aquí que vengo a hacer tu voluntad. Abroga lo primero para establecer el segundo. Y en virtud de esta voluntad somos santificados, merced a la oblación de una vez para siempre del cuerpo de Jesucristo.” (Hebreos 10,8-10) “Antes que llegara la fe, estábamos cautivos bajo la custodia de la Ley, en espera de la fe que debía ser revelada. Así, la Ley fue nuestro preceptor hasta la llegada de Cristo, para que fuéramos justificados por la fe. Y ahora que ha llegado la fe, ya no estamos sometidos a un preceptor.” (Gálatas 3,23-35) Ahora, hemos confirmado que esta nueva alianza es lograda con la muerte y resurrección de Jesucristo y ahora Él es nuestro Señor. Incluso San Pablo corrige a los que quieren volver a vivir bajo la Ley: “Ustedes que quieren someterse a la Ley, díganme: ¿No entienden lo que dice la Ley? Porque está escrito que Abraham tuvo dos hijos: uno de su esclava y otro de su mujer, que era libre. El hijo de la esclava nació según la carne; en cambio, el hijo de la mujer libre, nació en virtud de la promesa. Hay en todo esto un simbolismo: estas dos mujeres representan las dos Alianzas. La primera Alianza, la del monte Sinaí, que engendró un pueblo para la esclavitud, está representada por Agar, porque el monte Sinaí está en Arabia, y corresponde a la Jerusalén actual, ya que ella con sus hijos viven en la esclavitud. Pero hay otra Jerusalén, la celestial, que es libre, y ella es nuestra madre.” (Gálatas 4,21-26) Desafortunadamente, algunos por no tener este conocimiento, o lo poseen de forma errada, inconscientemente están mezclando las dos alianzas como si fueran la misma. No podemos llamarnos cristianos y luego diezmar por obligación como si estuviésemos atados a la antigua ley de Moisés. Si alguien quiere dar el diezmo porque está escrito en la Ley de Moisés no debe olvidar que el Apóstol Santiago nos dice que la Ley Era un todo o nada y que si cumplíamos algo debemos hacerlo con TODO. "Porque cualquiera que guarda toda la ley pero ofende en un solo punto se ha hecho culpable de todo". (Santiago 2,10) Basados en eso, no podríamos elegir qué guardar y qué rechazar: Si desea seguir la Ley, entonces, usted debe: Circuncidarse; guardar el sábado; no comer sangre; dar el diezmo; no comer pescado sin escamas; Apedrear a los que violan la Ley etc. O es todo o es nada, no deben existir medias tintas. Por esta razón, es que los cristianos en el Nuevo Testamento nunca dieron ni hablaron del diezmo ni de las otras cosas que acabamos de mencionar. 3.- Ni Jesús ni los Apóstoles pidieron o exigieron a los demás pedir el diezmo. No existe ni una sola cita del Nuevo Testamento en la que Jesús o alguno de los Apóstoles digan que hay que pagar el diezmo y menos todavía que eso era el 10% del salario. Ni siquiera el de los alimentos y animales. En los Evangelios solamente viene tres veces la palabra diezmo y habla de los fariseos que lo daban, y por cierto no habla nada bien de ellos: “¡Ay de ustedes, escribas y fariseos hipócritas, que pagan el diezmo de la menta, del hinojo y del comino, y descuidan lo esencial de la Ley: la justicia, la misericordia y la fidelidad! Hay que practicar esto, sin descuidar aquello.” (Mateo 23,23) “Pero ¡ay de ustedes, fariseos, que pagan el impuesto de la menta, de la ruda y de todas las legumbres, y descuidan la justicia y el amor de Dios! Hay que practicar esto, sin descuidar aquello.” (Lucas 11,42) También tenemos el famoso caso de la Parábola del Fariseo y el Publicano, ese que daba el diezmo no salió ni justificado ni bendecido. “Ayuno dos veces por semana y pago la décima parte de todas mis entradas". En cambio el publicano, manteniéndose a distancia, no se animaba siquiera a levantar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho, diciendo: "¡Dios mío, ten piedad de mí, que soy un pecador!" Les aseguro que este último volvió a su casa justificado, pero no el primero. Porque todo el que se ensalza será humillado y el que se humilla será ensalzado." (Lucas 18,12-14) Las otras veces solo están en la carta a los hebreos y es el que da por única vez Abrahán a Melquisedec y era parte de un "botín" de guerra. En el Nuevo Testamento se habla de ayuda, colecta, apoyo, compartir todo lo que tenían, pero nunca de 10% semanal y ni en dinero (Lucas 10,3-7; 1ra Timoteo 5,18). ¿Por qué cree que nunca se le ocurrió a San Pablo mencionar a Moisés o a los profetas sobre el diezmo o soltarle a ellos el pasaje de Malaquías: "ustedes están robando a Dios?, pues porque él mismo sabía que vivía bajo una Nueva Alianza, la Cruz de Cristo y el estilo nuevo, era de dar u ofrendar con el corazón. La Iglesia primitiva nunca tuvo un sistema de diezmos, no había ninguna necesidad de mantenerlo, ni que existiera o fuese reconocido en la Iglesia, sino que los otros medios de ofrendas parecieron bastar.” Por eso la Iglesia Católica usa la palabra ‘diezmo’ con el significado de una ayuda equivalente al de una hora o dos de trabajo, pero nunca con el de 10% obligatorio y menos porque lo enseñe la Biblia. Algunos lo hacen como un compromiso libre y personal de apoyar la evangelización y fruto de la madurez en la fe, pero eso es ya una decisión personal. Si alguien lo quiere dar por gusto, tradición o decisión propia cada cual es libre de gastar donde quiera su dinero, pero que nadie le haga creer cosas que no enseña la Biblia. Para concluir les recalcamos entonces que el diezmo pertenece al Antiguo Pacto que termino en la Cruz de Jesucristo, ahora tenemos un Pacto de Gracia y no de Ley. No hay un solo versículo en el Evangelio o las Epístolas donde mencionen el diezmo, San Pablo solo dice que "Dios bendice al dador alegre", todos somos responsables de dar al Señor en acción de gracias lo que de Él hemos recibido, pero no el Diezmo obligatorio de la antigua alianza que además era en especias nunca en dinero. Cuando en algunas parroquias católicas lo damos no es por un motivo bíblico sino por amor a Jesucristo y a su Iglesia como fruto de la madurez en la fe. Ojala y diéramos eso y más, pues es mucho más lo que Dios nos ha dado y nos ha bendecido. Dios les bendiga
Posted on: Sat, 14 Sep 2013 16:03:02 +0000

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