QUINTA PARTE: Todo el mundo estaba listo. Estábamos en una sala - TopicsExpress



          

QUINTA PARTE: Todo el mundo estaba listo. Estábamos en una sala llena de máquinas y de gente trabajando. Había unos cámaras que tenían la tarea de grabar el experimento para su posterior análisis. Acompañé al sujeto a una especie de cabina metálica que tenía un pequeño pero grueso cristal desde donde podríamos ver su rostro y parte del torso. Ni siquiera para la prueba se quitó el traje. -Bien, ahora explicaré como vamos a hacer esto. Primero le meteremos en la máquina y le inyectaremos el modificador molecular para que le haga efecto por dentro. Dolerá bastante, se lo advierto. A continuación el mismo modificador esta vez en forma de gas se meterá por los poros de su piel afectando de esta manera al exterior. Y por último la parte más importante. Para que esto funcione tendremos que “desarmarle” por así decirlo con unos rayos de energía que saldrán de las paredes. Si quiere sobrevivir tendrá que ordenarle a su cuerpo que le dé forma. Como tendrá el modificador en sus genes ya podrá hacerlo. Recuérdelo. Se metió en la máquina, le amarré bien con la ayuda de otros científicos y busqué entre los instrumentos una enorme jeringuilla. Miré al jefe quien me observaba desde una ventana circular por encima mio. Echó una mirada atrás y al volver a mirarme asintió con la cabeza. Inyecté el suero y el sujeto hizo una mueca de dolor y se sacudió violentamente. Cerramos la cabina con una palanca y tras una combinación de botones la cabina se llenó de una niebla densa. Esperamos veinte segundos y después giré la palanca que activaba el rayo. La cabina se iluminó junto a un sonido ensordecedor. Tras unos segundos eternos pudimos ver lo que había dentro de la cabina. El ser que nos observaba ya no era humano ni por asomo. Lo único de humano que tenía era su forma y el traje negro que llevaba puesto. Su rostro… se había esfumado. Su cabeza parecía un lienzo en blanco. No tenía ojos, ni boca, ni nariz ni pelo ni ningún rasgo facial. Todos los que pudimos verlo estábamos inmóviles. El sonido fue cortado por el megáfono llamándome. Me dirigí allí mientras todos seguían contemplando la criatura que tenían enfrente y que sólo hacía pocos segundos era humano. El jefe me estaba esperando en su despacho. -¿Y bien? ¿Ha funcionado? -¿Funcionado?-dije furioso- ¡Lo único que he visto es que hemos convertido a un hombre en un monstruo, que creo que está muerto! -¿Muerto? -Sí, no se mueve. -Dele tiempo doctor. Y a propósito, si vuelve usted a amenazarme le juro que descubrirá lo cómodas que son las instalaciones de un campo de concentración. Cuando estaba a punto de replicar un científico entró corriendo en la sala. -¡Doctor!-dijo jadeando, no sabría decir si del pánico o de la felicidad- ¡Se está moviendo! ¡Está vivo! Oí como se descorchaba una botella de champán y el tintineo de unas copas. -Parece que su experimento ha sido un éxito-dijo el jefe mientras servía dos copas de champán-, brindemos por ello. Ese día se celebró una gran fiesta en la que participamos todos. Hasta yo bebí un poco. Nosotros acabábamos de dar el primer paso de Alemania hacia la victoria. Y en buen momento. En esos momentos las estábamos pasando canutas, perdíamos a gente por todas partes.
Posted on: Sat, 20 Jul 2013 02:42:32 +0000

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