Querido amigo, Quiero hablar contigo. Me gustaría escuches lo que pienso. Veo un problema. Veo necesario pedirte algo difícil. Me desanimo, pero me reanimo por el amor que compartimos por el hombre y la mujer, por nuestra especie. Me animo por el cariño entre nosotros. Veo necesario, para poder explicarme, que renuncies a todo lo que sabes. Se que no es poco, se que no es fácil. Lo que sucede es que es necesario para continuarme escuchando. De principio suena extraño, y se explicará. Para eso llevaremos un proceso, que no empieza por su resultado, sino por el comienzo. El tema se encuentra en el área del “no saber”, técnicamente en el “cómo no saber bien”, como se conoce desde el no saber. Para esto, me gustaría compartir algunas reflexiones sobre el idolatrado “saber”. Creo que: El saber, construye mucho de sí, en negar “lo” que no logra incluir. Vende que el mundo “del saber” es el mundo conocido, cuando hay datos de que el mundo se ha conocido mejor de lo que sabemos. El saber, crea una ilusión de “conocer”. Esta ilusión se extiende a todos los aspectos de la existencia humana que puedan ser “nombrados”. Muy poca gente es sensible a la diferencia entre “saber el nombre” de algo, y “conocerlo”. La ilusión de conocer que crea el saber, prima los aspectos “mecánicos” de las cosas y las situaciones, e ignora quizá más del 90% de los aspectos fundamentales, el mundo metafísico. “Saber” se construye con base en pensamiento lineal. Lo entrena. La escritura es el medio universal para programar el pensamiento lineal en las personas. El saber científico, es pensamiento lineal por principio. Agrego la nota de que no busco enemigos, sino evaluar la idea, como en todo lo que escribo. El saber crea un marco general de inteligencia autorizado exclusivamente escribible y numerablemente. Ambos lenguajes tiranizados respectivamente, por lo jurídico y lo estadístico. Quien tenga las autoridades de estos lenguajes, aunque su sentencia sea absurda, tendrá la posibilidad de obligar a la sociedad a sus conclusiones. Y como la mayoría de la gente piensa linealmente, ni siquiera requieren ser obligados, al contrario, se sienten “civilizados” aceptando. El saber limita la existencia de las cosas, a que sean perceptibles “a los ojos”. Exige de“mostrar” y hacer e“vidente”, incluyendo así, algunos aspectos físicos, y negando los aspectos metafísicos de todo, de las cosas y las situaciones. Los ojos son el canal de percepción más desarrollado, amplio y manipulable. Si el pez por la boca muere, creo que el hombre muere por los ojos. El saber es inabarcable por principio, sugiriendo así, y con esto anclándonos a aceptar y entender, que “no puedes conocerlo todo”, dicho de otra manera, “hay cosas que debes dejar que solo algunos otros conozcan”. El saber nos entrena a “conformarnos” en que los mejores de la especie usarán del 6 al 10% de su razonamiento. La ciencia establece esta cifra como un “techo de desarrollo” para la inspiración intelectual de nuestra especie. Disculpa. Me siento en una posición complicada cuando aprecio la bondad y la utilidad de las conclusiones que encuentro, y al compartirlas, no evito reflexionar en que quizá alguien se va a molestar. Me siento un poco mal ventilándome en procesos tan “básicos”, “sencillos”, pero al mismo tiempo me hace bien el ejercicio y me apoya a continuar. Amo al hombre, la vida y todas sus condiciones. Amo los lenguajes. Busco en lo adentro para compartir luz si la encuentro. Si por mis palabras te sientes agraviado, te pido una disculpa, de eso nada gano. Y me parece un costo inevitable de que me esté comunicando “por escrito”. Este tipo de problemas son característicos de este lenguaje. La “escritura y lectura” son un lenguaje limitado. Si por el contrario, te gustan las ideas, el ritmo, y te sientes cómodo, sin importar quien seas, que bueno, un placer compartir contigo.
Posted on: Mon, 01 Jul 2013 06:27:30 +0000