Queridos amigos: Les cuento que acabo de ver, en grabación Blu Ray, una película extraordinaria, directamente relacionada con la música clásica y que puedo decirles es una de las mejores que he visto en mi vida. Se trata de “Cuarteto de Cuerdas” (A Late Quartet), una magnífica película que no ha sido estrenada en Perú y que, lamentablemente no creo vaya a serlo, conociendo los gustos y prioridades del circuito comercial peruano. “A Late Quartet” es la historia de la discordia de un exitoso cuarteto de música de cámara. Después de un cuarto de siglo actuando, al fundador del grupo le diagnostican Parkinson, con lo cual deben de buscar un sustituto. Esto será el pistoletazo de salida de una serie de desavenencias, celos y comportamientos irracionales que provocarán la división del grupo y harán peligrar su integridad futura. Las interpretaciones son soberbias en todo el elenco. Destaca, por encima de todo, las de Christopher Walken y Philip Seymour Hoffman, y de forma especial la de Imogen Poops, una joven promesa que apunta alto. Todo gira en torno al Cuarteto op. 131 de Beethoven, quizá la obra cumbre para cuarteto de toda la historia de la música. En música instrumental, un cuarteto es una formación camerística constituida por cuatro instrumentos formados por dos violines, una viola, y un violonchelo otorgando igualmente un especial peso a los últimos movimientos, tradicionalmente considerados los más ligeros dentro del concepto clásico y Ludwig van Beethoven con 17 cuartetos, logra una de las más altas cúspides en el género con este cuarteto tardío 0p. 131 El film está lleno de sentimentalismo, pero no de un sentimentalismo empalagoso, sino de uno sincero y agradable; y sobre todo, se encuentra lleno de pasión, por la música, por las personas, por el grupo. Una pequeña joya sin duda alguna. Siempre he admirado a los que se dedican a la música, pues es una profesión que exige una entrega absoluta, trabajo constante, talento y fuerza de voluntad, pasión en lo que se hace. Los músicos son seres raros, solitarios en su mayoría, sin tiempo ni ganas de establecer relaciones duraderas. La película refleja bien este aspecto, lo difícil que resulta compaginar lo personal con este trabajo. En esta sorprendente e interesantísima ópera prima, Yaron Zilberman, director de origen israelí y amante de la música clásica, explora la vida de los miembros del cuarteto de cuerda, mostrándonos sus manías, obsesiones y fobias, sus debilidades y fortalezas, su entrega, sus diferentes maneras de enfrentarse a sus respectivas existencias, de abordar el arte que practican, de aproximarse a él. Son cuatro personas muy diferentes unidas por una pasión común. Pero también nos habla de la vejez, de la enfermedad, la muerte, de cómo llegado el momento tenemos que empezar a despedirnos de todo, incluso de lo que antes consideramos vital y constituía el motor de nuestra vida. Las obvias reminiscencias a la música de Beethoven y sus complejos cuartetos, especialmente el de su “Opus 131”, están presentes y aportan complejidad, la cual puede escapar al no entendido en el tema, pero es sin duda un valor añadido para los que sí la entienden y le sacan el doble sentido. Anoche la he visto y me ha parecido excelente, emotiva, inteligente, profunda, dispara al corazón directamente, sin duda es una pequeña y brillante joya de película de visión obligada. Consíganla y disfrútenla apreciados amigos. Con el afecto de siempre Edgard
Posted on: Sat, 03 Aug 2013 05:56:37 +0000
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