Quiero compartir lo que escribí como reflexión para nuestra vida tomando las frases que conforman la Declaración de la Independencia Argentina: Destacamos de la Declaración los siguientes conceptos: • Declaramos solemnemente a la faz de la tierra • Que es voluntad unánime e indubitable de estas Provincias • Romper los violentos vínculos que las ligaban a los Reyes de España • Recuperar los derechos de que fueron despojadas • E investirse del alto carácter de una nación libre e independiente del rey Fernando VII, sus sucesores y metrópoli • Y de toda otra dominación extranjera Veamos que aplicación le podemos dar al primer concepto que vemos en la Declaración de la Independencia. 1. Declaramos. Es necesario hacer pública la decisión tomada. En nuestro caso hablamos de nuestra decisión por Cristo. 2. Solemnemente. Esto nos habla de seriedad, énfasis y firmeza en la decisión. 3. A la faz de la tierra. Nuestra declaración debe ser pública, “…si confesares con tu boca…” El segundo concepto nos deja también algunas cosas interesantes. 1. Voluntad. Esto nos habla de una decisión tomada voluntariamente. 2. Unánime. Vemos la unidad tan deseada por el Señor para la Iglesia. 3. Indubitable. No existen dudas, hay convicción para tomar la decisión. 4. Estas Provincias. Se identifican los que toman la decisión. “Romper los violentos vínculos que las ligaban a los Reyes de España” Violento: “Aplicado a una persona, que es agresiva y usa la fuerza generalmente con el objetivo de conseguir aquello que desea o de obligar a otros individuos a realizar aquello que quiere.” Más allá de lo que esto significó para la Argentina, veamos que relación tiene esto con nosotros, los cristianos. Existe una persona que es conocida como “el Príncipe de este mundo”, a quien también conocemos como Satanás, el Diablo. El ejerce dominio sobre las personas y lo hace de forma violenta para conseguir sus objetivos. Cuando decidimos seguir a Cristo debemos tomar la determinación de romper definitivamente los vínculos que nos ligaban a Satanás. ¡Qué triste es ver a muchos creyentes que, habiendo conocido al Señor Jesús, todavía siguen atados a su pasado sin Cristo y permiten que el enemigo siga usando su fuerza y agresividad para controlarlos y neutralizarlos en el desarrollo de su vida como hijos de Dios! Declaremos nuestra decisión de romper para siempre cualquier vínculo que nos ate al diablo y que él lo sepa y vea nuestra determinación y firmeza en Cristo. El diablo está vencido, tratémoslo como tal. Somos libres en Cristo. “Recuperar los derechos de que fueron despojadas” Despojar es privar a alguien de lo que goza y tiene, desposeerle de ello con violencia. Los conquistadores hicieron eso con los pueblos americanos. El territorio que llegó a ser la República Argentina estaba habitado por gente libre y que disfrutaba de las riquezas naturales que les pertenecían. Pero no sólo fueron despojados del libre uso de las cosas y las tierras, sino también de su libertad. El ser humano también fue despojado de sus derechos al entrar el pecado en el mundo. Derecho a la comunión con Dios, derecho a la paz, derecho a la vida eterna, etc. Pero, a diferencia de los pueblos americanos, ninguna persona puede recuperar sus derechos por sus propios medios, (aunque ellos también necesitaron un Libertador). Fue necesario que otra persona se haga cargo de tan grande tarea. El hombre no tiene los medios para recuperar lo perdido. Jesucristo murió en la cruz por los pecados de la humanidad y con su sacrificio puso a disposición de todo aquel que lo desee, la posibilidad de recuperar los derechos de los que había sido despojado. No permitas que Satanás te engañe haciéndote creer que eres libre y puedes disponer de tus derechos, si no has pasado por la cruz de Cristo, si no naciste de nuevo, sigues siendo un esclavo del diablo y del pecado. Solo un hijo de Dios puede disfrutar de los derechos que le otorga el Padre por pura gracia. “E investirse del alto carácter de una nación libre e independiente del rey Fernando VII, sus sucesores y metrópoli” 1° Pedro 2:9 “Pero vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable.” Romanos 6:16 ¿No sabéis que si os sometéis a alguien como esclavos para obedecerlo, sois esclavos de aquel a quien obedecéis, sea del pecado para muerte o sea de la obediencia para justicia? Los autores de la Declaración de la Independencia entendieron la importancia de asumir el carácter de nación libre e independiente, ya que no existe la independencia si se está sometido a un rey tirano. Los cristianos debemos entender que nuestra liberación solo fue y es posible por la obra de Jesucristo en la Cruz a nuestro favor. Él obtuvo nuestra libertad del dominio de Satanás y nosotros somos responsables de aceptar dicha liberación, vivir asumiendo tan alto carácter y reconocer el Señorío de Jesús. No solamente hemos sido liberados e independizados del dominio satánico, sino que ahora somos una nación santa, apartada por Dios y para Dios, Él se hizo cargo del precio que exigía su justicia y santidad. Fuimos adquiridos al alto precio de la vida de Jesús, su sacrificio expiatorio cubrió nuestros pecados y ya Satanás perdió su dominio sobre nosotros. Vivamos como personas libres, en la libertad con que Cristo nos hizo libres y no volvamos a estar bajo el dominio del diablo. “Y de toda otra dominación extranjera” Esta frase se agregó a la Declaración de la Independencia porque existían planes de, luego de liberarse de España, ponerse bajo el dominio de alguna otra potencia del Viejo Mundo. Es aplicable a nuestra vida cristiana porque algunos son liberados por medio de Jesucristo del poder de Satanás y su dominio, pero luego se someten a legalismos y cosas que no les permiten vivir a pleno la libertad que Dios les ofrece en Cristo. Al único que debemos someternos es a Dios, reconociendo el señorío de Jesucristo en nuestras vidas y permitiendo que el Espíritu Santo obre con absoluta libertad en nosotros. El diablo es astuto y no querrá dejarnos vivir en la libertad a la que fuimos llamados, nuestra carne conspirará para sujetarnos a cosas que apagan y contristan al Espíritu Santo y el mundo intentará seducirnos para esclavizarnos haciendo que amemos sus cosas y el amor de Dios no esté en plenitud en nosotros. Gálatas 2:5 Ni por un momento accedimos a someternos a ellos, pues queríamos que se preservara entre ustedes la integridad del evangelio. Colosenses 2:20, 21 Si con Cristo ustedes ya han muerto a los principios de este mundo, ¿Por qué, como si todavía pertenecieran al mundo, se someten a preceptos tales como: "No tomes en tus manos, no pruebes, no toques"? 1° Juan 2:15 No amen al mundo ni nada de lo que hay en él. Si alguien ama al mundo, no tiene el amor del Padre.
Posted on: Sun, 07 Jul 2013 11:34:08 +0000
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