¿Quién es Rudolph Giuliani? Rudolph William Louis «Rudy» Giuliani III, KBE, es un abogado y político estadounidense, mejor conocido por haber sido alcalde de la ciudad de Nueva York, de 1994 a 2001. Millonario, es actualmente el presidente y jefe ejecutivo de Giuliani Partners LLC, una compañía consultora de seguridad que fundó en 2002, y es socio en una firma legal, con base en Houston. Según Giuliani, la lucha contra la criminalidad comienza, “reprimiendo a los limpiaparabrisas, pintores ambulantes, artistas callejeros, ambulantes, mendigos, prostitutas, ebrios”, pues ellos son el primer eslabón de la delincuencia común. Tiene el gran cartel de haber pacificado Nueva York, pero sus carísimas recetas en las ciudades de Latinoamérica donde se ha buscado replicar el modelo, como Republicana Dominicana, México, Sudáfrica, Honduras y otras, solo han resultado en restricciones a las libertades de los más pobres, en beneficio de las clases más pudientes, pero la delincuencia continúa igual. Giuliani cobrá entre 100 mil y 4 millones de dólares por sus conferencias y asesorías. La propuesta de Giuliani supone “desaparecer” de los parques, los centros comerciales y el transporte público a los mendigos y vendedores ambulantes, porque en ellos estaría la semilla de la delincuencia. En Honduras esto supuso sacar a los soldados a las calles y abolir la inviolabilidad del domicilio para que la policía pueda revisar y detener a los “sospechosos” en cualquier momento y lugar. Para muestra basta un botón: “Lo que yo recuerdo de Giuliani fue un alcalde intolerante, abusivo, incluso autoritario. (...) Participé en varias marchas y protestas contra su administración. Uno de los más grandes sucedió en marzo 1999, cuando un joven inmigrante de Guinea, Amadou Diallo, fue asesinado con 19 balas –¡sí! 19 balas!– por cuatro policías del condado de Nueva York (...). Diallo no estuvo armado” (Jo Marie Burt - Politóloga). Para justificar su persecución contra los más pobres, Giuliani retomó la llamada teoría de las “ventanas rotas” propuesta por James Q. Wilson y George Kelling, quienes proponían que cuando se ha logrado mantener el orden en una comunidad incluso romper una ventana es algo reprobable. En manos de Giuliani, esa idea se convirtió en la “cero tolerancia”, estrategia que según algunos condujo a una drástica reducción del crimen en nueva York, mientras que para otros esa disminución fue un efecto previsible de las condiciones económicas favorables. Noah Friedsky («El juego de Giuliani en la ciudad de México»: Narco News, 11 de septiembre de 2003) resumió los costos sociales de la llamada “cero tolerancia”: jóvenes de color rutinariamente buscados y perseguidos por atreverse a andar en la calle, prisiones sobrepobladas llenas de adictos a las drogas, no violentos, familiares de esos presos dejados sin padres, madres abandonadas por un sistema de seguridad social achicado mientras crecían los presupuestos de la policía, indigentes acusados y condenados irregularmente, ya que Giuliani desató una guerra contra los defensores de oficio. Después de la salida de Giuliani de la alcaldía, estos efectos comenzaron a aparecer en los titulares de los diarios, mientras los presos demostraban su inocencia mediante pruebas de ADN, luego de pasar una década en prisión y mientras una cultura de poder policial e inmunidad ya se había revelado a través de históricas acciones de brutalidad policiaca, como por ejemplo la tortura a Abner Louima, un inmigrante proveniente de Haití, que fue arrestado en 1997, golpeado y sodomizado en una estación de policía en Brooklyn. Gracias Sergio Massa por este visitante ilustre eh! Espero que la gente se dé cuenta de lo que sos y te quedes afuera de todo. Ah! Y a los que lo voten, después no rompan las pelotas cuando la policía les encane a sus hijos un sábado a la noche, los paren con el auto para requisarlos, les den vuelta los bolsos y las carteras o les pateen una puerta en nombre de la ley y el orden.
Posted on: Mon, 21 Oct 2013 19:50:32 +0000
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