¿Quién pecó para que este hombre haya nacido - TopicsExpress



          

¿Quién pecó para que este hombre haya nacido ciego? “¿Por qué sucedió esto?”. Encontramos con frecuencia esta pregunta en boca de aquellos que son testigos de una maldad. Tal fue el caso cuando Jesús y sus discípulos se encontraron, una vez, con un hombre que había nacido ciego. Los discípulos preguntaron si era el pecado del hombre, o el de sus padres, lo que había causado su ceguera. Jesús contestó que de ninguno. Y sanó al hombre, dando un hermoso ejemplo de nunca culpar a la víctima, sino de tomar acción para ayudar a aquellos que están heridos. Desafortunadamente, más que culpar a la víctima, algunas personas usan este pasaje para culpar a Dios por la ceguera de este hombre, y el modo en que se lee en la mayoría de las versiones, de hecho hace parecer que Dios dejó ciego al hombre con el propósito de sanarlo. La Nueva Versión Internacional (NVI) es un caso típico: Juan 9:1-3 (1) A su paso, Jesús vio a un hombre que era ciego de nacimiento. (2) Y sus discípulos le preguntaron: --Rabí, para que este hombre haya nacido ciego, ¿quién pecó, él o sus padres? (3) --Ni él pecó, ni sus padres --respondió Jesús--, sino que esto sucedió para que la obra de Dios se hiciera evidente en su vida. ¿Puede ser cierto que la ceguera de este hombre fuera parte de algún plan maestro “para que” la obra de Dios se hiciera evidente en su vida? ¿Por qué Dios dejaría ciego a alguien la mayor parte de su vida para luego sanarlo algún día? ¿Para probar que Él podía? ¿Para tener Dios la gloria? De seguro Dios, que es amor, podía encontrar una forma menos dañina para glorificarse a Sí Mismo. Afligir a alguien sólo para obtener gloria al detener la aflicción suena más como una obra de Satanás que de Dios. La traducción “manifestemos las obras de Dios en él” encaja mejor con el contexto del versículo, que es que Cristo debía sanar a las personas mientras desempeñaba su ministerio (Juan 9:4 y 5). También encaja mejor con la perspectiva general de los cuatro evangelios, porque mientras Jesús llevaba a cabo su ministerio estaba destruyendo las obras del Diablo (1 Juan 3:8) y sanando a los oprimidos por Satanás (Hechos 10:38). Por lo tanto, traducir este versículo como si la ceguera del hombre fuera un misterioso propósito de Dios, es infundado. ¿A usted le parece que la ceguera es una obra de Dios? ¿Este hombre estaba siendo oprimido por Dios? ¡Que ni se diga! Ver Juan 9:3 como una cláusula de mandato exonera a Dios del cargo de cegar a un niño “para Su gloria”. Jesús corrigió a todos aquellos que señalaron con el dedo a quienes ellos consideraban que se debía culpar por la ceguera del hombre. Él instruyó a sus discípulos en cuanto a la respuesta adecuada cuando vieron a tal hombre. Luego ejemplificó lo que él vino a hacer: destruir la obra del Diablo y sanar a los oprimidos por él [Satanás]. Él [Jesús] dijo: “hagamos evidente las obras de Dios en él”, mostrando compasión por el hombre. Luego se dirigió a sus discípulos y les recordó que tenían que llevar a cabo las obras de Dios mientras fuera de día. En vez de mostrar la imagen de un Dios caprichoso que hizo nacer ciego a un hombre con el propósito de sanar su ceguera luego, este pasaje revela a un Dios amoroso que envió a Su Hijo para manifestar Sus obras, sanando a un hombre oprimido por el Diablo. Extraido de... truthortradition/spanish/modules.php?name=News&file=article&sid=132
Posted on: Fri, 08 Nov 2013 22:20:45 +0000

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