Qué diferencia a una gallina feliz de una de criadero? Un - TopicsExpress



          

Qué diferencia a una gallina feliz de una de criadero? Un abismo. A la hora de recrearse, la gallina feliz se pasea todos los días por el campo a plena libertad, corre y descansa cuando quiere, respira el aire limpio, se codea con sus amigas, saca a pasear a sus polluelos. La segunda, en cambio, vive confinada al encierro de por vida. Y aunque suene duro decirlo, ella nacerá, morirá, comerá y eliminará sus desechos en exactamente el mismo lugar. A la hora de comer, la gallina feliz tendrá alimento orgánico: maíz, sumado a una buena cuota de gusanos y bichos que picoteará de la tierra a fin de tener las proteínas necesarias. Las de cautiverio en cambio, tendrán que conformarse con un polvo, el cual contiene todo lo necesario para crecer, vitaminas, proteínas, minerales, etc, en base a la más insulsa harina de pescado. A la hora de empollar, las gallinas de campo salen a buscar el lugar perfecto para echarse el tiempo que sea necesario. Nada de esto ocurrirá en los criaderos, que le dejarán este trabajo a las incubadoras a fin de hacer más rápida la producción. A la hora de poner huevos para comer. Aquí sí que hay mega diferencias. La naturaleza ha dictado que lo normal es que la gallina ponga un huevo al día. Cuando sale el sol ella ya sabe que es hora de trabajar, y pone. Algunas podrán poner un poco más y otras, un poco menos. En invierno la cosa se pone más dramática, el frío y la escasa luz de día las frena un poco y, por tanto, en esta época escasearán los huevos. Muy distinto a lo que ocurre en un criadero con los huevos de gallina. Encerradas, sus dueños tienen la capacidad de manejar el día y la noche a su antojo prendiendo y apagando la luz. La conclusión, una de estas gallinas pone, en promedio, cuatro huevos diarios. Eso hace que después de un año de producción ya se haga necesario sacarla de la línea, pues el desgaste ha sido tal que no podrá rendir igual que una jovencita. Y a la hora del Amor, la gallina feliz pololea, viéndose con el gallo del corral a diario. La de criadero, en cambio, ve un macho de cresta colorada tarde mal y nunca. Y si llega a ocurrir es sólo si su “amo” lo estima conveniente para efectos de reproducción. Ahora, si la gallina entró a una “fábrica de huevos” lo más probable es que al gallo sólo lo conozca por fotos.
Posted on: Tue, 20 Aug 2013 14:39:38 +0000

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