¿Qué significa ser independiente? La gran mayoría de los - TopicsExpress



          

¿Qué significa ser independiente? La gran mayoría de los chilenos se definen como “independientes”. Sin embargo, habría que preguntarse qué implica ser independiente. Están quienes reducen este concepto al ámbito puramente político: no militar en ningún partido. Pero, a mi juicio, ser una persona independiente tiene un significado más profundo e integral: tener la capacidad de autodeterminarse. El concepto de independiente surge de la mano con el movimiento de la Reforma, la Ilustración y la Revolución Francesa. Fue acuñado por los librepensadores del siglo XVIII, los cuales defendían el derecho a tomar decisiones de manera autónoma y a formar las propias ideas, rechazando todo dogmatismo, fuera religioso o filosófico. Sin embargo, los librepensadores terminaron generando un nuevo dogma: la convicción de que sólo a través del racionalismo laico las personas podían tomar decisiones correctas y en forma independiente. Por definición, un librepensador debía ser una persona atea o, bien, agnóstica. Actualmente, un pensador independiente no considera que la fe sea incompatible con el conocimiento y la búsqueda científica. El independiente crea su propia coherencia, en un discurso basado en la experiencia personal y en lo que dicta su conciencia. Esencialmente, no es una persona dogmática. Del mismo modo que en el ámbito filosófico un independiente trasciende la dicotomía clásica entre fe y religión, también tiene la valentía y la capacidad de conformar su pensamiento articulando doctrinas políticas opuestas e incluso antagónicas entre sí. En este sentido, me atrevería a afirmar que la gran mayoría de los independientes creen tanto en el libre mercado como en la intervención del Estado; vale decir, defienden un capitalismo regulado. Esto explica, en parte, el descontento y la desconfianza actuales. Por un lado, cuestionan el modelo económico y exigen la intervención del Estado para defender los derechos del consumidor, dado que el mercado no tiene la capacidad de autorregularse, de generar una competencia real que baje los costos de vida y distribuya en forma justa el ingreso per cápita que le corresponde a cada chileno. No obstante, estas mismas personas tampoco creen en la economía estatal ni en la panacea de que la estatización sea la solución para todos los males del capitalismo. Aún más, muchos independientes no tienen problema en reconocer que el modelo neoliberal trajo consigo un enorme crecimiento a Chile, del mismo modo en que reconocen que el Estado ha jugado un rol fundamental en el progreso, empezando por la industrialización del país y la creación de los servicios de bienestar público, los cuales fueron un orgullo nacional y un ejemplo internacional. Es común encontrarse con personas independientes que se definen como “liberales de izquierda” (para la derecha son izquierdistas y para la izquierda son derechistas). Por un lado, como liberales, creen en la soberanía del individuo, en la iniciativa privada y el emprendimiento personal. Como izquierdistas, creen en la igualdad, en la justicia social, la protección de los derechos ciudadanos y la promoción del bienestar social. Pero ser independiente significa mucho más que articular y fusionar doctrinas opuestas en un discurso relativamente coherente. Tampoco implica sólo tomar decisiones por uno mismo, ser autosuficiente y no depender de los demás para surgir. Incluso, ser independiente tiene un significado más profundo que hacer valer la libertad de pensamiento y de expresión. Es una actitud frente a la vida: ser uno mismo. Me refiero a tener la valentía de aceptarse tan cual uno es. Tener la valentía de reconocer y enmendar los errores pasados. Tener la valentía de cambiar de opinión y nadar contra la corriente. Sobre todo, significa no ser esclavo del ego y la vanidad propia. Una persona no puede considerarse independiente si está atrapado en ambiciones narcisistas de poder, riqueza y fama; si las emociones y conductas negativas dominan su vida diaria; si tiene pensamientos obsesivos o está atrapado en algún vicio, o, bien, si está aferrado a las cosas materiales, pegado en el pasado o con miedo al cambio. En definitiva, ser independiente no es nada fácil. Hay que tener valor para declarase independiente: genera envidia, desconfianza, incomprensión y rechazo. Por ello, Nietzsche decía: “Ser independiente es cosa de una pequeña minoría, es el privilegio de los fuertes”. Así de simple.
Posted on: Tue, 08 Oct 2013 01:44:17 +0000

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