REZAR CON EL EVANGELIO DE HOY DOMINGO 1. ABRO EL CORAZON A DIOS - TopicsExpress



          

REZAR CON EL EVANGELIO DE HOY DOMINGO 1. ABRO EL CORAZON A DIOS "Gracias Señor porque estás siempre a mi lado", "Ayúdame a sentir tu cercanía", "Quiero estar contigo, Jesús". 2. LECTURA DEL EVANGELIO. ESCUCHO Del santo Evangelio según san Lucas 11, 1-13 Y sucedió que, estando Jesús en oración en cierto lugar, cuando terminó, le dijo uno de sus discípulos: Señor, enséñanos a orar, como enseñó Juan a sus discípulos. Él les dijo: Cuando oréis, decid: Padre, santificado sea tu Nombre, venga tu Reino, danos cada día nuestro pan cotidiano, y perdónanos nuestros pecados porque también nosotros perdonamos a todo el que nos debe, y no nos dejes caer en tentación. Les dijo también: Si uno de vosotros tiene un amigo y, acudiendo a él a medianoche, le dice: "Amigo, préstame tres panes, porque ha llegado de viaje a mi casa un amigo mío y no tengo qué ofrecerle", y aquél, desde dentro, le responde: "No me molestes; la puerta ya está cerrada, y mis hijos y yo estamos acostados; no puedo levantarme a dártelos", os aseguro, que si no se levanta a dárselos por ser su amigo, al menos se levantará por su importunidad, y le dará cuanto necesite. Yo os digo: Pedid y se os dará; buscad y hallaréis; llamad y se os abrirá. Porque todo el que pide, recibe; el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá. ¿Qué padre hay entre vosotros que, si su hijo le pide un pez, en lugar de un pez le da una culebra; o, si pide un huevo, le da un escorpión? Si, pues, vosotros, siendo malos, sabéis dar cosas buenas a vuestros hijos, ¡cuánto más el Padre del cielo dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan! Palabra del Señor. 3. REFLEXIONO Y REZO. RESPONDO ¿Qué me quieres decir, Señor? ¿Cómo puedo hacer realidad este evangelio en mi vida? Miles de creyentes de todas las edades y condiciones oran a Dios, porque tienen graves problemas, oran y no parece haber respuesta, ¿Será que Dios no oye mi oración? ¿Será que no le invoco de la manera correcta? ¿Será que no sé orar? Esta ha sido la duda que a los hijos de Dios les ha preocupado siempre cuando parece no haber respuesta a sus oraciones. ¡Quizás yo no sepa orar! Pedid y se os dará, dice la Escritura, pero esa sencilla parece no funcionar conmigo, a pesar de su extrema sencillez, y nos gustaría poder hacer como los discípulos y decirle a Jesús abiertamente: “Enséñanos a orar”. Jesús entonces les da el “Padre nuestro”, como una oración repetitiva ni como algo mágico sino como un modelo un guión de lo que una oración debe contener. Pero sus enseñanzas van más aún y a continuación les da a los discípulos, unos consejos de cómo tener una oración eficaz y poderosa. Yo os digo: Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. Lucas 11:9 Orar es hablar con Dios. ¿No es grandioso que nosotros, que vivimos en el minúsculo planeta Tierra, podamos hablar con el Dios Todopoderoso? Orar es una conversación de nuestro corazón con Dios. Así como cualquier conversación no queda sin efecto en nosotros y en nuestro interlocutor, lo mismo ocurre cuando conversamos con Dios. En nosotros hay un cambio. ¿De qué se habla en una oración? Podemos hablar libre, abierta y sinceramente a Dios. No hay temas que no podamos mencionar. ¡Tal es la bondad y la gracia de Dios!¿Y cómo contesta Dios a nuestras oraciones? Muy a menudo éstas consisten en pedidos y deseos. Quisiéramos obtener algo de él, anhelamos que cambie algo en nuestra vida o en la de otros. Al orar a Dios debemos contar con toda clase de respuestas, respuestas que siempre vienen de su corazón lleno de amor. -Quizás él diga «Sí» y cumpla nuestro deseo “mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos” (Efesios 3:20). Puede suceder que nos diga «No», porque lo que le pedimos podría dañarnos o no ser útil. Él sabe mejor lo que es bueno para nosotros y tiene las mejores intenciones. A veces nos dice: «Espera un poco». -También puede responder de otra manera a nuestro pedido. Contesta, pero no como lo habíamos imaginado. Y también nos invita a perseverar en la oración aún cuando ésta no sea respondida de la manera que queremos, y nos recuerda que un buen padre siempre quiere lo mejor para sus hijos. Pero una cosa es segura: cuando le hablamos sinceramente, cada uno de nosotros debe saber: Dios me oye y me comprende. No me olvida porque me ama. 4. TERMINO LA ORACION Doy gracias a Dios por su compañía, por sus enseñanzas, por su fuerza... Le pido que me ayude a vivir de acuerdo con el Evangelio. Me despido rezando el Padre Nuestro o una oración personal.
Posted on: Sun, 28 Jul 2013 11:17:28 +0000

Trending Topics



Recently Viewed Topics




© 2015