ROMPECABEZAS El título en la presentación de la caja, la - TopicsExpress



          

ROMPECABEZAS El título en la presentación de la caja, la imagen que presentaba desde el primer instante en que la miré, el tamaño de cada pieza las cuales eran exactamente 1000 piezas contenidas dentro de la caja de cartón; fueron las características que más captaron mi atención cuando tuve aquel juego de rompecabezas en mi posesión. Recuerdo bien el día en que llegó a mis manos sin realmente tener la intención de conseguirlo. Caminaba por la calle después de haber terminado con mi novia cuando pasé frente a una casa con varios objetos colocados en su jardín y pensé que seguramente era una venta de artículos viejos que su dueño ya no quería conservar, y dado mi humor decidí acercarme a curiosar entre todas esas cosas. Inmediatamente que me acerqué al jardín el hombre que ahí se encontraba cuidando las cosas me dijo: Buenas tardes joven - aquellas amables palabras dichas con un tono de voz temeroso y perturbador - Dime, ¿buscas algo en particular?. No realmente - le contesté indiferentemente - Solo estoy aquí para entretener mi mente en algo, y suspiré profundamente. ¡Yo sé lo que necesita! - exclamó entusiasmado con un brillo de alivio y desesperación simultaneamente, mientras comenzó a buscar entre un montón de cajas algo empolvadas y sacando un sin fin de cosas viejas y rotas. Esto hará que tu mente no piense en otra cosa, me dijo con una sonrisa bastante perturbadora y sus palabras me habían parecido muy extrañas. Miré la caja y ví que se trataba de un rompecabezas con un título interesante: La Tragedia. Extraño título para un rompecabezas pero aún más la imagen que presentaba la cual era la figura de una cabeza humana pero estaba completamente en negro. Dude bastante que aquel rompecabezas fuera lo que necesitara para poder sacar la tristeza de mi rompimiento con mi ex, pero estaba tan deprimido que no le di mayor importancia al asunto y le pregunté al señor: ¿Y cuanto pide por el rompecabezas?. Nada - dijo de manera seca y sin titubear ni un poco - Te lo regalo. ¿Es enserio? ¿Que acasó esta no es una venta de jardín? le repliqué asombrado por su aparente generosidad. No, no lo es., me contestó seriamente sin decir otra palabra más al respecto de lo que hacía entonces con todas esas cosas. Tomé la caja y le agradecí; me sonrió de nuevo perturbadoramente, me di la media vuelta y comenzé a caminar cuando se me ocurrió preguntarle antes de marcharme: Oiga, si estan todas las piezas del rompecabezas dentro de la caja, ¿verdad?. Sin dejar de sonreír me contestó alegremente: Descuida, todas las piezas que necesitas estan ahí... Suerte. Esa última palabra me hizo dudar mucho sobre el estado mental de aquel hombre ya qué la manera tan extraña en la que lo dijo me hizo sentir escalofríos en la espalda. Sin perder más tiempo, me fui de regreso a mi casa. Llegué a mi hogar, acomodé algunas cosas, me serví un vaso de agua para refrescarme y al no tener nada más que hacer me dispuse a comenzar a armar mi nuevo rompecabezas. Saqué todas las piezas y cuando las miré todas y cada una de ellas, me confundí por completo. Verdaderamente no sabía por donde empezar. Las piezas no estaban del mismo color que la de la imágen de la presentación en la caja. ¡Infeliz me ha engañado! pensé mientras me frustraba el hecho de no saber por donde comenzar a armar esa cosa y al mismo tiempo porque seguía pensando en mi ex. Sacudí mi cabeza, me concentré y enfocado en distraer mi mente en otra cosa, comenzé a armar el supuesto rompecabezas aunque fuese otro o tuviera piezas mixtas. Comenzé formando secciones pequeñas, que aunque me daban pistas de las siguientes piezas a ensamblar juntas no me daba ninguna noción de cual podría ser con exactitud la imagen completa. No recuerdo siquiera haber mirado el reloj mientras estaba armando el rompecabezas, pero si recuerdo que la luz del Sol dejó de asomarse por la ventana de mi recámara y para lo único que me detuve fue para encender una luz que iluminará la mesa sobre la cual estaba armándolo. Pieza trás pieza consumían cada minuto y cada hora; la imagen poco a poco iba tomando forma pero aún no estaba seguro de que cosa era lo que estaba armando. De pronto una alerta de mi celular sonó y llamó mi atención, fue entonces cuando me percaté que eran las 2 de la madrugada; ya ni siquiera recordaba a que hora exactamente había comenzado a armar ese estúpido rompecabezas. Ví que la alerta en mi teléfono se trataba de varios mensajes de texto y llamadas del teléfono de mi ex los cuales no recordaba haber escuchado que hicieran sonar mi teléfono durante todo ese tiempo y dado lo que había sucedido horas atrás decidí ignorar mi teléfono y continuar con lo que estaba haciendo. Realmente estaba decidido a terminar el rompecabezas no importaba cuanto me costara hacerlo. Solo me tomó una hora más para terminar de armarlo. Eran las 3 de la madrugada y yo me encontraba en una especie de estado zombie por el sueño y el cansancio. Finalmente, tomé la última pieza del rompecabezas y la coloqué en su lugar, me quedé perdido en mi mente durante unos instantes y de pronto me percaté que finalmente había terminado. Sentí una fuerte emoción al percatarme que lo había armado por completo, misma emoción que se hizo pedazos en el momento en que ví la imagen completa del rompecabezas sobre la mesa donde había estado sentado. Mis ojos casi se salían de sus cuencas por la impresión y el pánico que sentí al ver la imagen que la unión de aquellas piezas habían formado. No podía apartar mi mirada del rompecabezas aunque lo intenté desesperadamente, no creía lo que estaba viendo. La imagen era la foto de mi novia, muerta y con una soga alrededor de su cuello. Tomé mi teléfono y comenzé a ver cada uno de los mensajes de texto que me había mandado y escuché todos los mensajes que me había dejado en mi buzón de mensajes de voz. Los primeros mensajes decían sobre cuanto me amaba y cuanto deseaba que no hubiesemos terminado, me pedía perdón por lo sucedido y me pedía que le contestase lo más pronto posible. Hasta ahí todo iba bien, pero los siguientes mensajes se volvieron poco a poco más perturbadores. Ella lloraba y me suplicaba que le llamara, me decía que no podía vivir sin mí. En algunos gritaba mi nombre desesperadamente rogandome que no la ignorara y la llamara inmediatamente, que no sabía que hacer. Sin embargo, el último mensaje fue el que me puso de rodillas en el suelo y me hizo llorar como jamás en la vida había llorado: Mi amor, entiendo que tú ya no quieres saber nada de mí, si de verdad quisieras me habrías llamado como te lo pedí. Disculpame por haberte molestado tanto y haberte lastimado, pero descuida. No volveré a lastimarte jamás. Te Amo, no lo olvides. Hubo silencio durante algunos instantes y enseguida se escucho como un objeto caía y que algo se tensionaba. Llegué a escuchar levemente como se ahogaba con la soga que ella misma había colocado alrededor de su cuello poco antes de tirar la silla sobre la cual estaba parada con su pie y dejar caer todo su peso para así terminar con su vida. Me levanté, miré aquel maldito rompecabezas y tomé todas las piezas y comenzé a romperlas todas con toda mi furia. ¡IDIOTA! ¡IDIOTA! me decía repetidas veces hasta que caí en cuenta que debía encontrar al hombre que me lo había dado el día anterior. No dormí ni un poco lo que quedaba de esa noche. Llegando la hora aproximada en la que lo había visto aquella vez, me dirigí hacia el lugar donde debía de estar su montón de porquerías arrumbadas en su jardín, pero cuando llegué allí no había nadie ni nada. Toqué el timbre de la casa de al lado y le pregunté a la señora que vivía ahí si sabía algo sobre aquel hombre que había estado el día anterior. Ella confundida me dijo: Joven, usted debe de haberse equivocado de dirección. La casa de al lado ha estado vacía por 6 años desde que dueño y mi anterior vecino se suicidó debido a una fuerte depresión. Lo encontraron colgado de una soga cerca de su mesa, donde había armado un rompecabezas completamente en blanco...
Posted on: Thu, 14 Nov 2013 11:38:23 +0000

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