Re: Julia eres la madre de mi bebe! parte 7 Cuando Julia - TopicsExpress



          

Re: Julia eres la madre de mi bebe! parte 7 Cuando Julia despertó eran ya las 10 de la mañana, Lena se había ido ya, la extrañó un poco pero sabía que ahora ella la amaría como ella lo hacía. Era hora de comportarse como una mujer a punto de ser madre, se bañó se puso un traje negro para salir a trabajar y luego bajó rápidamente a comer algo para irse, Larissa intentó que Julia se quedara a descansar, ella dijo con amabilidad que si hacía eso se iba a volver demasiado gorda, bebiendo la leche de la casa. Salió con paso decidido a su oficina. El resto del día se la pasó revisando cosos de homicidios y cuando eran las una, pidió su auto a su chofer y salió a toda velocidad al despacho de Lena, la secretaría de Lena se sorprendió de verla ahí la verdad que la última vez que la vio ahí fue peleando a grito partido con Lena por un incidente con la ex novia de Lena una preciosa japonesa que ahora estaba casada con una modelo francesa. La chica se paro frente a la secretaria y pidió ver a Lena. - Ella está con una paciente – dijo con indiferencia profesional. - Dígale que estoy aquí – dijo Julia con una autoridad sutil. - Ok, por favor espere – dijo tomando su teléfono y llamando a la pelirroja que escuchaba desesperada a una señora que se quejaba de que su gato se había tirado de la azotea y no había caído precisamente de pie – doctora se encuentra fuera Julia Volkova – dijo ella mientras Lena miraba a la señora. - Ok, espera… - Le digo que no creo en el suicidio animal – dijo la mujer mirando al techo mientras Lena tomaba nota. - Ni yo – dijo Lena serena – dile que me espere 5 minutos – dijo a su secretaria. - Dijo que esperara 5 minutos – dijo ella mientras Julia tomaba una revista con aires de superioridad y la miró con una cara de soy muy importante. - Mire señora Petrovich, lo que le paso a su gato fue hace un buen par de meses, deje que descanse en paz y duerma un poco, ahora si me disculpa, ya ha terminado su tiempo – dijo Lena ayudando a la mujer a tomar sus cosas. - Gracias doctora – dijo ella – pero es que no me pasa, él era mi mejor amigo. - Compre otro gato- dijo Lena con una sonrisa saliendo con ella. - Claro – dijo ella asombrada – tiene razón, el pasado, pasado. - Eso es. – dijo, mientras que Julia se puso en pie y miró a la vieja que salía del lugar murmurando algo de gatos cobardes y suicidas. - Hola ricitos, ¿Cómo estas? - Yo bien, esperaba que descansaras más – dijo sonriendo. - No, no, si sigo durmiendo terminare como esa anciana murmurando por lo debajo – dijo acomodando su saco – vengo a invitarte a comer… - Que coincidencia – se oyó la voz de Natacha – eso venía a hacer yo. - ¿Natacha? – dijo con impaciencia Lena. - La misma. – la secretaria de Lena no comprendía nada, pero le extrañaba que Natacha apareciera sin llamar. Julia puso sus manos dentro de sus bolsillos molesta. - ¿Qué quieres ahora? – dijo la pelinegra sin dejar de mirar a Natacha. - Vengo a invitar a mi mejor amiga a comer – dijo como que nada. - Lo siento pero he venido yo primero – dijo Julia sin dejar de parecer educada. - Natacha quedemos para otro día ¿Sí? – dijo Lena para que ellas no empezaran a pelear. - Vamos las tres, es más te tengo unas cuantas peguntas sobre tu baby Shower. - ¿Qué? – preguntó Julia incrédula. - Significa bienvenida del bebé – dijo esta con sarcasmo. - Sé perfectamente que significa – dijo Julia con superioridad – Solo me molesta que tú lo estés diciendo. – Dijo mirando a Lena. - Ella lo hará con mi madre. – dijo ella intentando calmar a Julia. - Entonces que vaya con tu madre – dijo esta aún molesta. - Oye, Volkova no te molestes, ¿No tenías una cita con la policía esa? Me la encontré en la salida preguntando por ti – Lena palideció, Julia la miro seria. - Tendrá que llamar a mi asistente, ya que tengo la tarde ocupada con mi… - se quedó callada por unos segundos – con Lena. Que espere si quiere hablar con migo. - No puedo – dijo la mujer entrando, la despampanante policía miró sonriente a Julia. – Hola señorita Katina – dijo. - Hola – dijo esta seria. – bien, vete con ella Julia yo me iré a la mansión, te espero allá – dijo seria tomando sus cosas – los otros dos paciente que no vinieron reprograma las citas de ellos – le dijo a su secretaria, está aún confundida asintió a su jefa. - Nada de eso – dijo Julia con autoridad – la señorita Lokov no tiene nada de que hablar con migo si no a programado nada con mi asistente, tú y yo nos vamos. - Me temo que tendrá que ceder – dijo Lokov son una sonrisita de suficiencia – la comisaría de Moscú requiere sus servicios de inmediato, me han pedido que la conduzca a los laboratorios de la agencia. - La Agencia de Moscú se puede ir al infierno, no trabajo para ellos, así que haga el favor de no hacerme perder el tiempo. – dijo molesta Julia tomando de la mano a Lena. – pueden buscar a otro científico. - Claro – dijo ella sin dejar de sonreír – como siempre, te haces la difícil, pero estás en tu derecho… - Julia está enferma – dijo por fin Lena abrazando a Julia y dando un tierno beso en la oreja a Julia – ya tenemos planes así que por favor si nos permiten, Natacha tú tienes el teléfono de mi madre, con ella todos los preparativos de la fiesta… ¿Nos vamos amor? – la secretaria de Lena miró incrédula ¿acababa de llamar amor a el huracán Volkov? Genial el mundo se dio vuelta y estaba patas arriba. - Claro…mi auto está fuera, el chofer llevará el tuyo a la casa. - Bien – dijo sonriendo. - Que se diviertan – dijo Natacha ocultando sus celos. - Nos vemos – dijo Lokov sin dejar se sonreír. Las chicas salieron seguidas de las otras, entraron al Ferrari de Julia y desaparecieron calle a bajo. - ¿Así que tú eres la agente Irina Lokov? – preguntó Natacha mirando de reojo a la preciosa oficial. - Sí – dijo ella con un deje de superioridad. - Era mentira ¿verdad? - Nunca miento – dijo ella – la agencia la necesitaba, pero al parecer no quiere cooperar… - la chica sonrió. – pero ese no es mi problema, estoy investigando las causas de ese embarazo tan repentino, soy parte de una comisión para descubrir una farsa. - Tengo razones para decirte que no lo es… ¿Y en esto que tiene que ver Volkova? - ¿Ella? – Irina la miro con sus ojos grises – su perfil genético es parte ya de la agencia, ella a los 18 lo dio, por ello pensamos compararlos con la bebé, la agencia cree que ella es la donante misteriosa de la que la prensa habla. - Pero la niña no ha nacido. - Ese no es mi problema, queremos interrogar a Julia, si no dice la verdad obligaremos a la señorita Katina a donar ADN y hacer las pruebas pertinentes a la niña en cuanto nazca bajo vigilancia estricta de la policía. - No tienen derecho a eso. - Claro que sí, es una regulación de control en experimentos en Humanos, si es real como madres tendrán derecho a tener a su pequeña, pero si no es así, deberemos encerrar a Oleg Volkov y a Sergey Katin – dijo ella subiendo a su moto. - ¿Entonces encerraran a Lena? - Si es eso lo que crees…pues – dijo poniéndose su casco – eso es lo que haremos – dijo arrancando. – Aunque yo prefiero llamarlo, alejarla de la gente y controlar su embarazo – dijo sonriendo. – Nos vemos. - ¡No harán eso! – la chica en la moto sonrió. - Eso no depende de mí sino, de la tal Julia Volkova… ¿a que es no es linda? - Ella me vale un pepino, no pueden encerrar a una mujer embarazada Es contra la ley. - Pero ella no es cualquier mujer embarazada. – dijo saliendo también de ahí. Natacha estaba muy molesta y todo por culpa de Julia. Julia salió de su coche y ayudo a Lena con una sonrisa, Lena le sonrió, no habían hablado mucho, entraron al restaurante y pidieron algo de comer, Julia pidió un poco de leche. - Debería ser yo la de los antojos – dijo ella mirando la leche que Julia tomaba como si fuera agua. - Proteínas Ricitos – dijo ella con una sonrisa – gracias por salvarme de una buena. - No hay problemas – dijo ella. – Pero no te quiero ver cerca de Lokov ni a 100 metros. – Julia sonrió. - Ni yo quiero. – dijo - Tenías que quedarte a descansar más. - Soy médico ricitos, si sigo durmiendo crearé sedentarismo, necesito que el cuerpo capte grasas esenciales y no adormecerlo – dijo tomando más leche. - Ok, señorita sabelotodo – dijo con una sonrisa. - No me agrado la idea de que Natacha sea quien haga la fiesta… - No pasa nada Julia – la pelinegra serró los ojos molesta - ¿Qué pasa? - ¿Qué hice para merecer esto? – dijo, Lena volteo a ver donde Julia miraba y miró a varias cámaras y periodistas mirando con curiosidad a Julia y a Lena, pero lo que más le molestó fue ver a Lokov sonriendo a las cámaras. - Si eran unos desgraciados… - dijo Julia molesta. - Tranquila creo que sé que es lo que quieren – dijo levantándose de su lugar. – ya vengo Julia… - Espera yo voy contigo - dijo yendo con Lena. Al salir las cámaras se fijaron en ellas. - Hola – saludó Lena muy tranquila – miren, me encontraba comiendo con mi novia y al parecer no nos dejaran en paz hasta que respondamos unas cuantas cosas ¿Verdad? – de inmediato como ráfagas empezaron a hablar Julia no entendió ni jota ya que todos hablaban a la vez. – Ok, como no entiendo yo les diré – dijo Lena seria y tomando la mano de Julia. – Estoy embarazada de Julia Volkova, tengo 6 meses y 3 semanas. - ¿Es eso verdad señorita Julia? – el asombro de Julia se esfumo al ver la sonrisa de Lena. - Claro – dijo ella – en cuanto nazca mi hija las pruebas de maternidad serán hechas, los estudios completos expuestos al público así que dejen en paz a mi prometida. - ¿Prometida? – dijeron todos a la vez incluyendo a Lena. - Claro, debo darle mi apellido a mi hija, y casarme con la mujer a la que amo ¿No? – los periodistas comenzaron entusiasmados a lloverle con preguntas, pero Julia sacó a Lena de ahí y la llevó al auto en donde salieron a toda velocidad a la casa. Lena iba callada del asombro. - ¿Es verdad? - Solo si tú quieres – dijo Julia, muy apenada – pensaba pedírtelo en el restaurante…pero ya vez eres el centro de atención. – dijo sacando una sortija de compromiso de su chaqueta. Lena la miró poniéndose muy roja. - ¿Esa es tu idea de ir despacio? – preguntó a media voz. - Elena, te amo. – dijo Julia mirando a Lena. – No puedo ir más despacio, sí en menos de tres meses serás la madre de mi hija. ¿A que le temes Lena? – aquello era serio, le había llamado dos veces por su nombre, Julia iba en serio. - Debo, debo pensarlo – dijo confundida Lena mirando al frente. Julia sintió que se desmayaba, pero aún así no dijo nada por unos momentos. - Todo lo que quieras – dijo ella guardando otra vez la sortija con diamantes en su saco. Al llegar ayudó a Lena a salir del auto, y ella pudo notar el dolor de Julia, se sintió arrepentida pero ella no le dio tiempo para hablar más, cuando entraron se puso a llamar a medio Moscú para investigar que demonios hacía Lokov metiéndose en su vida. Luego se encerró en su cuarto. Al día siguiente un sábado bajo muy temprano a comer y luego desapareció sin decir una palabra. - ¿Ahora que le pasa? – preguntó Larissa – está igual que cuando murió su madre, no hablaba y se iba a encerrar en su cuarto. - Me pidió matrimonio – dijo Lena, Larissa escupió todo lo que se estaba tomando sobre la mesa. - ¡mamá! ¡Que asquerosa! - ¿Es eso lo que la ha puesto triste? Le dijiste que no. Esa es la única explicación – dijo la mujer sin intensión de limpiar el desastre. - No madre – dijo Lena limpiando un poco – no dije que no… - No te creo. – dijo ella molesta. - ¿A que le tienes miedo? - Que irónico eso es lo que ella dijo – susurró Lena sintiendo a su hija moverse un poco. – No sé a lo que le tengo miedo… - Ella te ama – dijo la mujer con dureza – es terrible que no lo quieras ver de esa manera. - No es eso. – dijo ella. - ¿Entonces? – dijo con extrañeza la señora olvidando su desayuno. - No lo sé. - Bueno ve y habla con ella, así lo sabrás – dijo ella molesta. - ¿De parte de quién estás? – dijo dolida Lena, Lena le sacó la lengua antes de irse al cuarto de Julia. Mientras en Viena, Oleg contenía la respiración al ver en noticiario, dio un salto gracioso y busco a su mejor amigo que se encontraba matando mosquitos en el otro cuarto. - ¡Condenado! – dijo cuando vio al diminuto insecto cruzar frente a él como burlándose de su inutilidad por darle cacería. - ¡Hermanito! – chilló Oleg entrando – ¡Soy tu consuegro! - ¡Madre mía sálvame! – dijo soltando el mata insectos. – Casi me matas, ¿Por qué no tocas antes de entrar? - ¿Y ahorrarme la cara de bobo que pones? - Te mataré – dijo tomando el mata insectos molesto – espera que te alcance. - No seas majadero – dijo Oleg corriendo – espera, antes de que me mates, escucha lo que vi en el noticiero… - Ni creas que te salvas – dijo tirando el mata insectos a su amigo, pero erró por unos centímetros. - Que viejo que te has puesto – dijo al ver el mata insectos pasar lejos de él - ¡Espera! – dijo cuando Sergey molesto le tiraba cuanto encontraba. – ¡La computadora no! - Es verdad, pobre computadora – dijo poniéndola y buscando un libro que estaba en la mesa - ¡Con esto te mato! - ¡Sergey! ¡Las chicas han dicho que se casarán! ¡Julia ha admitido públicamente que es la madre del bebé! - ¿Así? – dijo Sergey con el pesado libro en alto. – eso cambia las cosas, no puedo dejar a Julia sin padre… - dijo soltando el libro. - ¿Cuándo? - Hace dos días, no paran de decir que es un acontecimiento, bueno algunos dicen que es otro “tecnicismo” para no admitir que es todo falso. – dijo poniendo su integridad física lejos de Sergey, por si este quería otra vez golpearlo. - Las llamamos… - Claro y les diremos…Hola Lena, ¿Cómo estas? ¿Es verdad que te casas? ¡Tonto! Es hora de regresar y apoyarlas, Larissa me ha dicho que Julia tiene una anemia muy fuerte…es hora de volver. - Te odio Oleg – dijo Sergey serio – hay que llamarlas para saber si es verdad… - Lo vi, ellas salen dando declaraciones… - ¿Qué tal si…si Julia o Lena se lo inventaron…? no las vi como que muy juntitas que digamos. - Que aguafiestas eres – se quejó Oleg. - Ahora si te mato – dijo tirando el pesado volumen de genética aplicada a su camarada, otra vez erró por suerte de Oleg. - ¡Canalla! - ¡Perro! - ¡Cerdo! - ¡Gallina! - ¡Pollo! - ¿Qué insulto es ese? – dijo Sergey - Uno muy original – dijo el otro cubriendo su cabeza con una almohada. - Llama a Julia – dijo este. - ¿Para? - Para saber si ya se embarazó ¿Cómo que para? ¡Pues para saber si es verdad pedazo de idiota! – dijo el otro muerto de la impaciencia. - Ya pollo, cálmate, lo haré – dijo esquivando otro libro. Buscó su celular y le marcó a su hija. Los dos esperaron que esta respondiera poniendo el alta voz. - ¿Padre? – se escuchó - Hola Julia ¿Cómo estas? - Genial – dijo con voz pesada. - ¿Qué quieres? - Gracias por responder tan sutilmente – dijo este con sarcasmo. - ¿Qué es lo que quieres viejo? – dijo ella perdiendo la paciencia. - ¡Julia! – dijo este, Sergey molesto le quitó el aparato. - Hola Julia, habla Sergey, solo llamábamos para saber si… - Hola – dijo esta. – No es verdad, Lena no quiere casarse…ahora déjenme en paz o si quieren más respuestas, llámenla a ella. - Ok, ok, no te molestes… - ¡Váyanse al carajo! ¿Cómo no me voy a molestar? – los gritos de Julia eran suficientes para oírlos sin necesidad del alta voz. - Cálmate – dijo Sergey comprendiendo a Julia, Lena no había aceptado o algo no andaba bien. – no te enfades, llegaremos en tres días…hablaremos tranquilamente… - No tengo tiempo – dijo ella y colgó. Los amigos se miraron intranquilos. - Solo una cosa, la gente ya sabe que ella es la donante…pero no se oye nada contenta. - ¿Eso crees? – dijo con sarcasmo Oleg – si parecía que iba a repartir dulces en la plaza roja. - Oleg, te voy a descuartizar… - Mira...debemos saber que piensa Lena. - Dejemos a Lena en paz… - ¡Ella rechazó a mi chica! - Mira, yo no me casaría con la rabiosa de tu hija – dijo Sergey con dureza – ella debió tener sus razones para rechazarla. - Eres un mal amigo – dijo Oleg molesto – Julia ama a Lena, nunca la ha tratado mal. - Bueno…eso no lo sabes, ellas no dicen nunca nada. - Creo que es mejor que no le digamos nada. - Sí. – dijo este. – si algo pasa, es culpa tuya. - Viejo cobarde – dijo Oleg antes de salir corriendo. - ¡TE MATARÉ! Mientras tanto Lena se encontraba en la puerta del cuarto de Julia, la había oído hablar por teléfono y luego chillar algo, pero no escuchó nada, o por lo menos no entendió mucho, golpeó nerviosa la puerta. - ¿Quién? – dijo con voz ronca Julia. - Soy yo, ¿Puedo pasar? – Julia miró hacia la puerta. - Claro, es tu casa. – dijo esta, sentada en la cama en donde estaba leyendo un libro de medicina. La puerta se abrió con timidez y apareció Lena con cara de pena. - Hola – dijo. - Hola ricitos ¿Para que soy buena? - Quiero hablar contigo… - Ok, claro – dijo levantándose y ofreciendo un acojinado sofá a Lena, mientras ella se sentaba al frente de ella. - ¿Por qué te quieres casar Julia? – pregunto Lena nerviosa una vez que se sentó. Julia levanto una ceja incrédula. - Creo que te lo dije en el auto – dijo Julia con serenidad, pero sin perder el semblante de molestia. - ¿Es porque estoy embarazada de ti? ¿Estas tratando de cumplir con una obligación? - ¿Qué demonios dices? – dijo Julia poniéndose de pie exaltada. - Contesta, ¿Te sientes en la necesidad de cumplir con una obligación Julia? – Lena la miro seria. - ¿Estás intentando sicoanalizarme? – dijo molesta Julia. - Dime Julia, contesta por favor – dijo aún serena Lena, a pesar de que la bebé empezaba a patearla. - ¡Me ofendes! – dijo Julia molestísima - ¡Me ofende que pienses eso! - ¡No es lo que pienso es lo que quiero saber! – dijo ahora sí exaltada la pelirroja. Julia se detuvo en media habitación furiosa. - Eso es lo que quieres saber – repitió en un espeluznante susurro de molestia contenida - ¡Eso es lo que piensas! De una vez dime que no quieres casarte conmigo y dejo de perder mi tiempo. - ¡Contéstame! – dijo dolida Lena poniéndose ella también en pie. - ¿Qué es lo que vez? ¿Qué es lo que te hice para que me odiaras Elena? ¿Qué es lo que te hizo verme como una idiota totalitarista? - ¡De una vez por todas contesta Julia! ¿Te quieres casar para cumplir? ¿Para demostrar lo seria y fuerte que eres? - ¡NOOO! – gritó Julia - ¡Me caso por que te amo! ¡Me caso para ti! ¡Me caso para que seas solo mía! ¡SOLO MÍA! ¡no quiero demostrar nada a nadie! ¡SOLO QUIERO DEMOSTRATE QUE TE AMO! ¡SOLO ME QUIERO PROBAR ANTE TI!...solo quería que supieras que te amo. Era solo eso, Elena. – dijo tomando sus saco y saliendo en busca de su auto, no quería ver a Lena con lo molesta que estaba, no sabía porque Lena no lo veía tan claro como ella, porque no veía cuanto la amaba. Liebe ist nicht für mich....el amor no es para mi.
Posted on: Tue, 23 Jul 2013 05:02:29 +0000

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