Real Tito debe andar por los sesenta años es viudo y jubilado portuario, le gusta el botellín y contar sus aventuras por Cuba y Venezuela, no toca ni le da la mano a nadie, solo atina torpemente a mostrarla como un indio piel roja al son de un torpe “Hola”, siempre anda con un pomito de gel antiséptico que se echa en las manos mas o menos cada media hora. Pero es muy hábil con los pies, ya sea para acomodar la silla antes de sentarse o para abrir la puerta del baño con pequeñas pataditas que le da, me pregunto como abrirá la canilla para lavarse las manos. Paco tendrá unos cincuenta, es alcohólico, le da duro al Whisky desde primera hora de la mañana, debes en cuando habla de su trabajo como encargado del departamento de viajes del Corte Ingles y suele discutir acaloradamente del Real Madrid o del Barça con Jonathan que es el camello que provee de todo a todos, una vez Jonathan me pinto una raya en el lavabo del baño, diciéndome que venia sin cortar de Colombia, pero le respondí que a mi no me van los artificios y mucho menos los espejitos sudamericanos, en el fondo es un buen tipo, y mas de una vez le puso pecho a mis prepotentes desboques en este bar. Aníbal tiene treinta y nueve, recién separado y desempleado, tiene una hija, Yaiza de dieciocho años que ya fuma hachís (Jonathan le vende.) Yaiza es bastante atrevida, suele a escondidas tirarme besitos cuando viene a pedir dinero a su padre, Jonathan me pregunta por que no me la follo, perdí la paciencia para algunas cosas le respondo. José es italiano, es un tipo macanudo, tiene un buen pasar, dos restaurantes muy bien puestos en Las Canteras, una hermosa mujer y dos gemelos de once años, pero José es cocainómano y la guita se le escapa entre fiesta y fiesta, una vez salí con el, pero aprendí a negarme a sus invitaciones cuando vi como a un moro le rompía la cabeza con una botella de Champagne porque este le pregunto si tenia un papelillo. Marcos es profesor en la escuela de arte, es depresivo lo delata sus charlas y las dos cicatrices de sus muñecas, esta frustrado, quería ser artista y termino siendo funcionario, “me siento muy solo” me dijo una vez, pero un poco de Jodorowsky, otro poco de playa y unos gramos de coca lo mantienen vivamente muerto. Georgina es un travesti que vino desde Colombia hace mas de veinte años, es la mas simpática del bar y no para de tirarme puntas para hacerme una mamada, Tito me dijo que no hay en la Isleta como las mamadas de Georgina, yo le respondí que a mi me van las minas, y el me replico con un: “porteño tu no sabes nada”. Después esta Andrea a la que mejor le caigo porque según ella le hago recordar a un novio que tubo cuando no ejercía como puta en Mar del Plata, Andrea tiene un hijo, Nico, al que no ve hace mas de 4 años, no para de hablarme de el, del destino y las vueltas que da la vida, yo la escucho atentamente porque aprendo mucho mas de las mujeres que de los hombres. También esta Carlos que es un albañil, separado también, siempre se sienta en la punta de la barra, habla muy poco, me han contado que golpeaba a su mujer y que abuso de su hija siendo pequeña, alguna que otra vez lo vi llorar ente cerveza y cerveza. Andrés debe tener un par de años mas que yo, trabaja arreglando ascensores, ha tenido sus lecturas y noto que disfruta cuando comparte conmigo sus experiencias con Camus y Sartre, pero me mira de un modo raro y siempre quiere invitarme mis copas de vino, me da que es puto, bueno; esa es una teoría que Georgina me puso en la cabeza, pero supongo que ella sabrá del tema, yo por las dudas no acepto sus invitaciones. Pepe me cae muy bien, tiene cualidades artísticas, es sensible y le gusta bocetar pequeños mándalas en servilletas, me escucha atentamente cuando le hablo de Tango, Metafísica o de la trascendencia del Ser, supongo porque las tres son las misma cosa, vive con su madre, su mujer lo dejo hace siete años y tres meses, ayer me confeso que todavía la amaba. Aíran es un policía a punto de jubilarse, también le gusta contar sus aventuras como tal, aunque aburren bastante porque nunca disparo a nadie (cosa que en su momento me sorprendió) en mi país buena parte de la oficialidad tiene un gota de sangre civil entre sus manos, aun me es raro charlar y estar seguro con un buen policía. Juan no que edad tendrá, a el gusta mentir, las mujeres y el azar, pero sobre todo mentir, durante la tarde se pasa horas frente a las tragaperras y por las noches trabaja de taxista, según el no para de levantarse minas mientras trabaja, la semana pasada me conto que le dio por culo a la alcaldesa en el mirador de Las Coloradas, yo lo escucho porque me hace bien sentir un poco de pena. Luego esta Saro, treinta y siete, mi trato con ella es diferente, esta casada con un importante empresario de la construcción, es una mujer muy atractiva, culta e infeliz, no ama a su marido desde que se entero que este le es infiel, pero no lo deja porque le gusta el dinero, las comodidades y porque firmo un contrato prematrimonial que le da derecho a muy poco, una o dos veces por semana cuando salimos del bar terminamos cogiendo en mi casa o en uno de los apartamentos que tiene por la ciudad de Las Palmas. Alguna que otra vez, algunas de estas personas me preguntan que hago aquí y yo envalentonado por las copas les respondo que estoy cansado de leer, que no quiero leer mas a escritores, que quiero vivir a vividores, no se si me entenderán. Porque suelo bajarme una botella de vino antes de separarme de barra, pero Antonio, el camarero, me mira y dice cómplice: ¡Salud por la realidad! Y me sirve la ultima copa antes de apagar mi Camel e irme con Saro a garchar. javierchambi.blogspot.es/
Posted on: Fri, 28 Jun 2013 17:57:09 +0000
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