Recetas para navegar en el capitalismo mexicano. Henry Castro - TopicsExpress



          

Recetas para navegar en el capitalismo mexicano. Henry Castro 130707. (Velando armas electorales). Algunos tardamos muchos años en darnos cuenta de lo que había pasado. Nadie nos dijo, ni en la escuela, en los partidos de izquierda, en la universidad extramuros, ni en los grupos de estudio de los jóvenes de los sesenta, que Mexico era un estado con régimen de economía centralmente planificada, es decir de economía socialista. Ni podíamos entender, como el PRI, que era el partido de estado, un estado socialista, se comportaba en esos años, como el más anti socialista de los estados del mundo. A partir de la derrota del eje Berlín Roma Tokio, en la II guerra mundial, y del nacimiento del macartismo en los EU, como la política de posguerra, que debía neutralizar la apabullante fama de los ejércitos soviéticos, nacida de esa tremenda guerra y esa fama acompañada de 20 millones de rusos muertos. Todos los países del mundo, sobre todo los de América, debían retraer sus aspiraciones y costumbres socialistas y comunistas. Escondiendo sus aspiraciones y sueños libertarios. Y el país más cercano del sol americano, fue Mexico. Y la extinción del socialismo en Mexico, a partir de la década de los cincuentas, se dejo sentir, en la persecución, encarcelamiento y ejecución, de líderes obreros, campesinos e intelectuales, que fueron a dar con sus huesos a las mazmorras del priismo, que hoy se viste de luces. Mas el socialismo mexicano, nadie lo mencionaba, aunque yacía en las raíces libertarias de la revolución de 1910, cuyos ideales se sembraron en su constitución de 1917. La carta magna más avanzada del mundo en esta época. Allí, en la constitución, se decía que la riqueza era de la nación, que la tierra, las aguas, los mares, los minerales del subsuelo, eran de la nación. Que el estado, era responsable de la planificación del desarrollo económico, de la generación de empleos, y de todo lo que tiene que ver con la economía de estado. Es por esta solida razón, por lo que Mexico, en la década de los sesentas, se pudo adherir a los movimientos mundiales de liberación nacional. Pudo manifestar su abierta simpatía, por el nacimiento de Cuba, de la liberación de Argel, de la de Libia, de Irak, de Grecia, de los movimientos libertarios de América Latina. Gracias a la presencia mundial de Mexico, en los sesentas, Estados Unidos, no pudo orquestar una invasión abierta a la Cuba socialista. Todo esto podía explicarse, porque a pesar de todo. Mexico era fundamentalmente un país socialista también. A partir del régimen de Kennedy, en los sesentas, los EUA, orquestaron el desmantelamiento del socialismo Mexicano, y la construcción de un cerco económico alrededor de América septentrional. La creación de la OEA, de la CEPAL, el BID, con la política de la Alianza para el progreso. Latinoamérica se convertía en una plataforma estratégica de los EUA, en la que la primera prioridad, era desmantelar el socialismo mexicano. Y en qué consistía este socialismo??. Se trataba de una economía de estado, que se sostenía en la propiedad nacional y social de la tierra y las aguas productivas. En la propiedad colectiva del petróleo, de la minería, de la medicina social, y fundamentalmente, de la educación libre laica y gratuita, de la banca de desarrollo, del fondo para vivienda para los trabajadores y del banco central impresor de moneda. Gracias a este marco jurídico y político. Muchos de clase media de la generación del sesenta, pudieron estudiar en universidades y tecnológicos, pagando 16 dólares anuales de colegiaturas. En lo internacional, la doctrina Juárez y Estrada, de no intervención de los pueblos en los asuntos de otros. Y en la cooperación entre las naciones, era la política internacional visible de Mexico. Esta política permitió, por ejemplo, el exilio de muchos chilenos que combatieron hombro con hombro con Salvador Allende hasta su caída. Como parte de la estrategia de desmantelamiento del SM. (Socialismo Mexicano). Fueron becados los hijos de los burócratas y revolucionarios de altos vuelos de la revolución, de los priistas más distinguidos. Para que abrevaran en el capitalismo más radical, en las universidades de Chicago, Boston, y Washington. Allí, estudiaron, De la Madrid, Salinas, Camacho Solís, Lozoya Talman, Jorge Castañeda, Ernesto Zedillo, Guillermo Ortiz, Cartens Cartens. Fox y Calderón. Con la teoría en la cabeza, Mexico pasó en dos décadas, de una economía socialista de estado, a una economía de capitalismo primitivo. Los presidentes, ex alumnos de Chicago, MIT, Harvard, NY, iniciaron el desmantelamiento de la economía socialista mexicana. De la Madrid, privatizando la banca que recién había estatizado Lopez Portillo y además, mil empresas de estado. Salinas, privatizando las tierras ejidales, las aguas nacionales, los teléfonos con Telmex. Las supercarreteras de cuota, puertos de altura, como Frontera y Alvarado. Los Aeropuertos, e insertando a Mexico en un Tratado de libre Comercio, de manera asimétrica con EUA y el Canadá. Zedillo, privatizo los ferrocarriles y el Banco Central, creando el Fobaproa, para salvar a los grandes capitalistas de la crisis de los noventas. Fox, privatiza una parte substancial de Pemex. y Calderón otra parte de Pemex y de la CFE. La privatización de Calderón se realiza, mediante la permisidad internacional del trasiego de gas natural y la generación de Energía Eléctrica por extranjeros. Para desmontar a uno de los más caros valores del socialismo mexicano: el IMSS, se sembraron varias estrategias. La primera, poner a la cabeza de la institución, a perfectos inútiles y rateros, como el catalán Arsenio Farrell Cubillas, que descapitalizo a la institución, al descubrir que tenía un fondo de veinte mil millones de pesos sin usar. A las que llamo “”utilidades”” y de cuyo valor dispuso impunemente, mandando a la institución a la crisis financiera que hoy vive. Este capital, era el fondo de pensiones. La otra estrategia, fue parar en lo posible, los efectos de la vocación socialista que por naturaleza tienen en el mundo, los servicios de seguridad social. Privatizando mediante la subrogación muchos de los servicios médicos, privatizando el manejo de los fondos del retiro, que le llaman afores, y finalmente, paralizando todo intento de producir medicinas de patente baratas. Creo que con esto, que no es todo, debe ser suficiente, para demostrar, que la generación de la postguerra en Mexico, nació en un estado socialista, y que a través de la transformación por causas exógenas y endógenas, llega hoy a la antesala de un estado capitalista, en donde la mayoría de los mexicanos, no sabe sobrevivir. Es como si el homo sapien, tuviera que regresar a los arboles de donde bajó hace millones de años. Y tuviera de nuevo que perder la ropa, crecer el pelo y fortalecer los músculos de los brazos y del pecho. Para poder sobrevivir como arborícola. Los que estudiaron en las décadas de los sesentas y setentas, tenían seguro el empleo profesional, aun antes de que terminaran sus carreras. Y en la gran mayoría de los casos, del orden del 80%, los empleos dependían directa o indirectamente de la economía de estado. Sea que se trabajara en el sector educación, vivienda, construcción, salud, infraestructura, energía, vías de comunicación, desarrollo urbano, etc. Etc. En donde quiera que fuera, se trabajaba para el estado socialista mexicano, y a cambio el estado, garantizaba fundamentalmente, empleo, y con él, vivienda, salud, educación para los hijos, alimentos y energéticos baratos. Todo eso ya cambio. Para nosotros, nuestros hijos y nuestros nietos. Ahora, el estado se ha enflaquecido como dictaba la doctrina de Chicago, como ofrecía el PAN, de los ochentas en Baja California. Que decía, mas sociedad y menos estado. Bueno pues ya llegamos a este punto. Donde tenemos más sociedad sin empleo y menos estado que de paso, está amarrado de las manos, intentando vender al mejor postor, lo que queda de la economía social mexicana. Con lo que prácticamente desaparece el Priato, el estado nacido de la doctrina de la revolución mexicana de 1910. Bueno, pues las reglas ofrecidas, para vivir en el nuevo estado, corresponden con las del capitalismo primitivo del siglo XVIII, de la época de los monopolios y de las grandes crisis capitalistas de hambre y desempleo. Así fue el parto del capitalismo y así lo tendremos que vivir, si algún día queremos ser grandes como los Estados Unidos. Las reglas son simples. Los hombres y mujeres, no son iguales. Son realmente del tamaño del que nazcan o del que puedan crecer en un mundo de combate darwiniano de todos contra todos. Y aun naciendo grandes, económicamente hablando, necesitan ser muy astutos, para conservar lo que hayan heredado. La explotación del trabajo, se libera, y los derechos de los trabajadores, queden supeditados a la sobrevivencia de las empresas en mercados altamente competitivos. El estado se recompone, y los poderes se conforman por capitalistas y no por burócratas. La regla de oro de la ley, es que el que tiene el oro, hace la ley. Los monopolios están permitidos en esta época de alumbramiento del sistema. Y ellos empujan el rápido encumbramiento económico de los monopolistas, como es el caso de Slim. El espíritu del gobierno, se vuelva más empresarial. Y el respeto a la propiedad privada, por sobre el interés público, alcanza su máximo valor. Los constructores, aprenden a competir, no por obras públicas, que ya no las habrá más, sino por obras privadas, que ahora, todas las obras serán privadas. Habrá un nuevo florecimiento de la industria de la construcción, mas todo lo que se construya, será privado desde la vivienda, hasta las centrales hidroeléctricas. La educación se privatiza al cien por ciento y cambia el perfil del educando de una mentalidad comunitaria, a la de un egocentrismo salvaje, lo mismo que la salud pública. El seguro social, desaparece, desaparece realmente el infonavit y nuevas formas de salud, de vivienda y de seguro del retiro, aparecen en el mercado. Los salarios, seguramente se incrementaran, no por presión de los sindicatos que ya no existirán, sino por la propia presión de los mercados del trabajo. Los más capaces, tendrán más valor real que los incapaces. Los más fuertes, los más audaces y los más astutos, dominaran los mercados y la política. La mejora de salario vendrá, por conveniencia de los propios capitalistas y no por razones humanitarias. La conciencia del precio y el costo se fortalecerá entre los ciudadanos. Como nunca antes haya sucedido, porque todo ahora, tendrá un valor real. La costumbre de los subsidios será proscrita. El concepto de justicia será diferente. Tanto tienes, tanto vales, nada tienes, nada vales, es una doctrina que persistirá. Todo sentimiento de solidaridad y de sociabilidad, deben ser proscritos del nuevo estado. Todo lo que huela a socialismo y a comunismo, será aplastado sin piedad. Todo, pertenece a alguien de forma privada. La tierra, las aguas, el subsuelo, el espacio aéreo, los mares, la televisión, la internet, la telefonía, el software y el hardware, Por primera vez, mucha gente en Mexico, sentirá en carne propia el concepto de propiedad. Sabrá realmente lo que significa, tener o no tener. Del to be or not to be, se saltara, al to have or no to have. Y solo habrá dos estados ciudadanos, o tienes algo, o no tienes nada. Más lo que tengas, será algo concreto en tu mano, como una acción de Pemex, o una acción de un barco atunero. Estamos entrando a esta nueva estación. Las reglas las hemos tomado de la historia. Y en realidad, no sabemos exactamente qué sucederá. Porque, unas de las reglas fundamentales del capitalismo, es que no debe haber planeación. Esa palabra, es contraria el libre y arbitrario juego del mercado capitalista. Y es por allí donde ahora navega nuestro barco. No puede haber pronostico sin planeación. Hay una nueva condición internacional. La frontera con los EUA, será más flexible, tendiendo a desaparecer por incosteable a ambos países. Como hoy sucede en la Unión Económica Europea. Las leyes de regulación económicas como las de control de los monopolios, nacerán y servirán para hacer más diverso y potable el sistema de libre mercado. El laisser Faire, dejar hacer, dejar pasar, será una doctrina respetada de estado. Como lo fue en el nacimiento del capitalismo en el siglo XVIII. Es en lo que podemos ayudar. A vislumbrar el futuro, para prepararnos en el presente. Ya no hay vuelta atrás, porque este camino se comenzó a andar desde la década de los ochentas, hace ya más de treinta años y Ya no es posible regresar el reloj. Muy pocos se interesarían en ellos. Y los muchos, ignoran la historia y este fenómeno de metamorfosis regresiva. Solo quedaría una pregunta, que alguien comenzara a responder algún día en las muchas academias que financia el estado. ¿Cuál fue el papel de la llamada izquierda mexicana, en estos últimos treinta años?. ¿Por qué los que se llaman de izquierda, hombres o partidos, no hicieron nada concreto para denunciar este proceso de regresión histórica??. Hechos son amores. Y los hechos nos dicen que la izquierda, de facto, no ha existido en estas últimas tres décadas. Unos se aliaron al estado, los intelectuales más conspicuos. Otros le dieron la espalda al estudio, a la teoría, al análisis, a la crítica. Otros más se sumergieron en los fanatismos y los fundamentalismos ortodoxos. Y en un país de ciegos, los tuertos se convirtieron en príncipes. En tanto que el motor de la derecha no ha parado, constante, invencible, terco, riguroso. Suerte en su viaje.
Posted on: Fri, 05 Jul 2013 08:13:16 +0000

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