Recordar quién tú y tus hijos son realmente Tengo un hijo que - TopicsExpress



          

Recordar quién tú y tus hijos son realmente Tengo un hijo que es Escorpio y si tienes un niño Escorpio sabes que pueden ser muy intensos. Desde una edad temprana fue como si mi hijo fuera dos personas diferentes. Hubo momentos en los que iba a un lugar muy oscuro y podía decir y hacer las peores cosas. Pero cuando pasaba la crisis se convertía en su suave y cariñosa persona de nuevo. Venía a abrazarme y besarme como si estuviera tratando de disculparse. No sabía cómo responder a esto. Era una verdadera lucha para mí. Después de pensar largo y tendido sobre la situación, y volviendo a los fundamentos que aprendo todos los días como estudiante del Centro de Kabbalah, entendí el problema. Me di cuenta que en esos momentos debía simplemente dejar a mi hijo ser; debía dejar yo misma de ser reactiva –juzgándolo y gritándole, criticando su comportamiento, diciéndole cómo no estaba bien–. Él ya sabía que no estaba bien; sólo que no podía contenerse. Entonces la siguiente pataleta que tuvo le dije, “Sé que la persona que estaba gritándome no es quien realmente eres. Sé que a veces ese oscuro sentimiento es más fuerte que los demás, y que cuando estás en él crees que es quien eres, pero no es así. Tu verdadero yo es Luz, no estás frustrado y no sientes ira, sólo quieres amar y compartir, la Luz dentro de ti me está abrazando y besando ahora mismo. Entonces la próxima vez que estés a punto de entrar a ese lugar oscuro, respira profundo y recuerda quién eres realmente. Las cosas no van a cambiar de la noche a la mañana pero poco a poco aprenderás cómo escoger ser tu yo real cada vez”. Una de las cosas que enseñamos en el programa de Espiritualidad para Niños, es que la mayoría de las veces los niños no entienden que su mal comportamiento es sólo eso; no es quien son. Comienzan a pensar que son malos, lo que sólo hace que la situación sea peor. Un principio importante para recordar es que todos somos fundamentalmente buenos ya que cada uno de nosotros nació con una chispa de Luz –la energía del amor incondicional—. Cuando tomamos malas decisiones, o actuamos de manera egoísta, o entramos a un lugar oscuro, creamos vasijas que cubren esa Luz dentro de nosotros y eventualmente podemos perderla de vista. Pero siempre está ahí y siempre puedes encontrar el camino de vuelta a ella. Esta es una lección importante para nosotros como padres, al igual que para nuestros hijos. A menudo nos vemos a nosotros mismos negativamente, juzgamos nuestra forma de crianza o nuestra reactividad, pensando que es quienes somos y que no hay nada que podamos hacer. Este es un buen momento para recordarnos a nosotros mismos que muy profundo dentro de nosotros tenemos una chispa de Luz —tenemos todo lo que necesitamos para ser grandes padres— y al ir removiendo los velos que hemos creado esa perfección se revela en toda su magnificencia.
Posted on: Sun, 11 Aug 2013 16:54:55 +0000

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