Reflexión- Vivifícame Por: Rvda. Olga Y. Robles Iglesia del Nazareno Superintendente Distrito Este de P.R. “Estoy completamente desalentado: estoy tirado en el polvo. Revíveme por tu palabra. Te dije mis planes y tu respondiste. Dame ahora tus instrucciones. Hazme comprender lo que deseas; porque entonces veré tus milagros. Lloro de sufrimiento; tengo el corazón agobiado de pena; aliéntame y anímame con tus palabras. Dime solamente qué debo hacer; y lo haré, Señor. Ayúdame a preferir la obediencia al dinero. Apártame de querer ningún otro plan, sino el tuyo. Reaviva el afecto de mi corazón hacia ti. Confírmame la seguridad de que tus promesas son para mi, porque en ti confío y te reverencio”. Salmo 119:33-34; 36-38 ¡Qué situación! La descripción parece tomada del día de hoy vivido por muchos. ¿Será esto calidad de vida? La ciencia de la conducta se atrevería a identificarla como una depresión mayor. Jesús dijo: “Él vino para darnos vida y vida en abundancia.” El Señor que te llamó, te respalda. Tal vez el enemigo te ataque con emociones como éstas, pero, tú como el salmista, cuentas con la oración como herramienta. Dile al Señor: VIVÍFICAME. Así que si te sientes desalentado, tirado por la frustración, sufriendo y llorando con agobio del corazón por no ver el fruto de tu trabajo, solo ausencia de los resultados esperados; haz como el salmista: ORA, ORA Y ORA. Busca un compañero de oración. Crea grupos de oración y distribuye minutos de oración diaria entre amigos y/o compañeros. Haz tuyas las diez peticiones que presenta el pasaje. Enuméralas. Derrama tu corazón frente a Él con genuina transparencia. Identifícate con el salmista. Dios te conoce perfectamente y su anhelo es llenarte de vida significativa. Verás realizado tus sueños y te sentirás victorioso por su intervención en la cosecha de almas. Solo así le darás la gloria a Él. Testifica: El Señor me ha llenado de vida. Dilo en voz alta. Si te atreves, grítalo desde un monte. Asume la actitud del salmista en medio de la situación. Como él reconoce la respuesta de Dios a tus oraciones previas. Esto aumentará tu fe. Verás milagros, el cumplimiento de sus promesas. Así harás la tarea con alegría, lleno de reverencia, esperanzado en quien da el crecimiento. Finalmente, procura como el salmista obedecer a Dios. Empéñate en hacer Su voluntad. Dale todo al Señor, sin reservas. El te dará nueva vida para que lo glorifiques siempre. El permanece fiel. Adelante con Jesús.
Posted on: Fri, 16 Aug 2013 19:00:39 +0000
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