Reflexiónes de las Buenas Nuevas Martes de la Vigésima Segunda - TopicsExpress



          

Reflexiónes de las Buenas Nuevas Martes de la Vigésima Segunda Semana del Tiempo Ordinario Septiembre 3, 2013 Memorial del Papa Gregorio el Grandíoso Lecturas de hoy: 1 Tesalonicenses 5:1-6, 9-11 Salmo 27:1, 4, 13-14 Lucas 4:31-37 La autoridad del amor El Evangelio de hoy nos dice que tan poderosa era la autoridad de Cristo – y todavía lo es. Lo vemos sanar un hombre que no le pidió sanación. Por qué tú crees que él arrojó el demonio del hombre? Porque era Dios? Ahhh, pero él todavía no había derrotado a satanás sacrificándose él mismo en la cruz y conquistando la muerte. En este momento de la historia de la salvación, Jesús había derrotado a satanás a un nivel personal (recuerda cómo él enfrentó las tentaciones en el desierto). O sería porque el hombre estaba listo para arrepentirse de los pecados que habían atraído al mal espíritu? No hay una indicación de esto. Jesús con frecuencia expulsa demonios fuera de personas no convertidas. Entonces, de dónde él obtuvo ésta autoridad? Dicho de una manera simple, el Padre se lo dio. Y luego Jesús se lo pasó a sus discípulos (ver Lucas 10:19), el cual ahora te incluye! La autoridad fue una de las tentaciones que satanás le ofreció a Jesús en Lucas 4:5-8. Hay dos clases de autoridades: buena y mala. Una autoridad buena está basada en el amor. Jesús no expulsó demonios porque él podía. El lo hizo porque a él le importaba. Los demonios odian el amor. Ellos no pueden estar cerca a él. Es por eso que siempre estamos peliando en contra de él, siempre buscando maneras de quebrar los matrimonios y las relaciones santas. En cuál relación amorosa estás y está bajo un ataque? El amor perfecto contiene todo el poder de Dios, porque él ES amor. El amor perfecto quiere decir que nos importan tanto los otros que estamos dispuestos a ir a la cruz por ellos. Un matrimonio herido, por ejemplo, es sanado cuando ambos esposos hacen sacrificios por el otro, lo cual es una cruz que supera la división. La cruz nunca ha sido graciosa ni es fácil. Muchos de nosotros tratamos de manejarla apoyándonos únicamente en las oraciones tales como: “San Miguel Arcangel, defiéndenos en la pelea….” Vencer al mal requiere más que oración. Requiere sacrificio personal. La autoridad mala busca hacer la persona más importante. Esto controla los otros, los oprime, ignora sus necesidades y lo que otros quieren, rechaza las oportunidades de servirle a otros, se niega a animar a otros para que usen la autoridad que Dios les ha dado. Siempre que interecedemos por otros y rezamos por ayuda, podemos apoyarnos en la auntoridad de nuestro Salvador, pero no podemos suponer que él va a hacer nada más lo que cada uno desea. Quiere decir no arreglos rápidos, pero a medida que usemos el tiempo para crecer más fuertes en nuestra habilidad de amar a otros incondicionalmente y sacrificialmente, tendremos muchas oportunidades de aprender como vencer el mal con amor. De ésta manera, Jesús pasa su autoridad a nosotros.
Posted on: Tue, 03 Sep 2013 02:54:18 +0000

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