Reforma energética: iniciativa contra el medio ambiente. NO ES RENTABLE La reforma energética, presentada recientemente en México, se fundamenta únicamente en el petróleo y deja fuera, según los ambientalistas, todas las demás formas de energía. Gabriel Infante / Radio Nederland Wereldomroep (26 de agosto, 2013).- El presidente mexicano, Enrique Peña Nieto presentó hace unos días su iniciativa de reforma energética, que busca incrementar la producción de petróleo y modernizar al sector para que vuelva a ser la principal fuente de ingresos y “motor” de la economía mexicana. Uno de los principales puntos que plantea la iniciativa, es la modificación del artículo 27 constitucional para que vuelva al planteamiento original del presidente Lázaro Cárdenas (1934-1940), que permitirá la participación del sector privado en las áreas de “exploración, extracción, refinación, petroquímica, transporte y almacenamiento”. Con esta modificación, el gobierno mexicano asegura que el país podrá también contar con inversiones y medios necesarios para extraer recursos en aguas profundas y campos de lutitas. Ante esto, organizaciones ambientalistas como Greenpeace México y el Centro Mexicano de Derecho Ambiental consideran que la reforma energética tendrá un impacto negativo al medio ambiente. “Se está promoviendo un par de proyectos, sobre todo los que están enfocados a la explotación petroleras en aguas profundas del Golfo de México y la explotación de gas shale —el gas de lutitas—, y consideramos que este tipo de proyectos tienen un elevado riesgo ambiental. No se ha evaluado ni se han hecho todos los análisis correspondientes, sobre todo, en lo referente al gas shale, que requiere grandes cantidades de agua para su explotación. “La línea que marca la reforma actual no es eco-amigable, no es sustentable. Esto es porque seguimos viendo una clara prioridad de explotación de hidrocarburos” – Mariana Castillo Estas son las principales razones por la que consideramos que no se han evaluado de una manera clara, abierta, integral y objetiva todos los impactos ambientales que pueden traer estos tipos de proyectos, y de ninguna manera van a mitigar el cambio climático”, explica a Radio Nederland, Beatriz Olivera, coordinadora de la campaña de energía y cambio climático de Greenpeace México. En este sentido, Mariana Castillo, analista de política pública y especialista en energía del Centro Mexicano de Derecho Ambiental, señaló a Radio Nederland, que México sigue teniendo una enorme dependencia por los hidrocarburos. “La línea que marca la reforma actual no es eco-amigable, no es sustentable. Esto es porque seguimos viendo una clara prioridad de explotación de hidrocarburos. Hace mención (la reforma) en diversos apartados sobre la importancia de los hidrocarburos en México, las reservas que todavía se tienen y el deseo de buscar nuevos yacimientos y de continuar explotándolos, ya sean, convencionales o no. Esto, por supuesto, tendrá impactos negativos en el medio ambiente y en el cambio climático.” Castillo añade que, para considerar que una reforma energética sea sustentable y eco-amigable debe encaminar a una reducción de la dependencia del uso de combustibles fósiles e incorporar energías renovables a la matriz energética. México, se está quedando sin “oro negro” A pesar que el país presenta un agotamiento en los principales yacimientos petroleros del país, y que ha derivado al mayor declive de producción de petróleo crudo entre los siete principales productores de América Latina y el Caribe, con caídas de 4 y 5 por ciento anuales, contra el 3% que presentan países como Venezuela y Argentina, como señala el reciente estudio de la Comisión Económica de América Latina y el Caribe, sobre la renta de recursos no renovables. El estudio además advierte que, si se mantiene así, “a mediano plazo, puede ponerse en riesgo la seguridad energética, el desarrollo (energético) sostenible, el financiamiento y el sustento fiscal”. Sin embargo, el país le sigue apostando a los hidrocarburos, y esto se debe de acuerdo a la analista de política pública y especialista en Energía, Mariana Castillo, que el gobierno está tomando decisiones de corto plazo y atendiendo a necesidades inmediatas y coyunturales. “La misma reforma habla como Cantarell, el principal yacimiento se está agotando, y sin embargo, la apuesta sigue siendo los hidrocarburos, por lo tanto, consideramos que esta reforma no está teniendo una visión de largo plazo, porque justamente no se toma en cuenta a las energías renovables como una fuente importantísima para asegurar la seguridad y el abasto energético del país, ni lo que tiene que ver con las finanzas ni la parte ambiental. Al final esta reforma está atendiendo necesidades de este momento y coyunturales”. “No se ha podido todavía vender las energías renovables como una excelente alternativa, no sólo para mitigar el cambio climático sino para garantizar un mayor desarrollo en el país” – Beatriz Olivera Beatriz Olivera, coordinadora de la campaña de energía y cambio climático de Greenpeace coincide con Castillo, de que la reforma es de corto plazo y que no garantiza el futuro energético del país, y asegura que el gobierno continúa con una lógica “adictiva” de seguir explotando hidrocarburos, pese al “agotamiento claro del petróleo para las próximas décadas”. Asimismo, Olivera considera que una de las razones por la cual el gobierno no ha optado por apostarle a las energías renovables, se debe a que no han logrado venderlas como una excelente alternativa. “No se ha podido todavía vender las energías renovables como una excelente alternativa, no sólo para mitigar el cambio climático sino para garantizar un mayor desarrollo en el país. Todavía se les ve con desconfianza y se les percibe como otro tipo de energía, cuando la realidad no lo es, las energías renovables llevan décadas en el mercado”. Energía renovables, ¿menos costosas y más rentables? “Las energía renovables aún son caras en el mercado, sobre todo la energía fotovoltaica, esto es debido a que precisamente no se han dado todo los instrumentos legales, incentivos ni subsidios que se le han dado a todas las energías provenientes de combustibles fósiles”, asegura la coordinadora de la campaña de energía y cambio climático de Greenpeace. Ella explica que para poder equilibrar el costo de este tipo de energías más limpias para que sean competitivas en el mercado, es necesario que se evalúen y se consideren de manera equitativa las externalidades de ambas energías, las provenientes de combustibles fósiles y las provenientes de las energías renovables. En cuanto a la rentabilidad que le significaría al país la energía renovable, Mariana Castillo del Centro Mexicano de Derecho Ambiental, asegura que la energía elóica y la solar son cada vez más rentables en México, pero hacen falta incentivos, apoyos y sobre todo que sea una prioridad para el gobierno la inversión en energías renovables. En ese sentido, Beatriz Olivera de Greenpeace México, sostiene que las energías renovables es una fuente de empleos y pueden detonar toda una cadena productiva de la infraestructura hasta todo lo que tiene que ver con la cadena de suministro de este tipo de energía, además de que puede resultar “más competitiva y más barata para el país y puede abastecer el futuro energético de México, dado que es un recurso infinito”.
Posted on: Tue, 27 Aug 2013 02:29:54 +0000