¡Renovación!. Hoy, el PAP se encuentra desfigurado - TopicsExpress



          

¡Renovación!. Hoy, el PAP se encuentra desfigurado orgánicamente por obra de unos cuantos facinerosos de los que hay que huir para seguir siendo apristas, y también de los hay que renegar para no ser como ellos. Y, cuando el desconcierto y la desesperanza son ya el pan nuestro de cada día; un solo camino es posible: La Renovación. Esa es la llave maestra y el único camino probado que le permitirá al partido salir de las honduras de su crisis para continuar su destino histórico. Una Renovación que vaya desde la dirigencia del sector hasta la dirigencia nacional es la urgencia de esta hora para ser dignos de con Haya de la Torre, a quien propios y extraños reconocen la virtud de haber desdeñado las riquezas mundanas y haber cultivado una modestia que siempre enorgulleció a los militantes apristas. Ya no es posible seguir creyendo ni confiando en los mismos dirigentes que casi han convertido al PAP en un bien inmueble. Ellos, son unos soberbios sin remedio y muy poco o casi nada pueden presumir de cultura democrática. Son tan poco humildes que se creen los exclusivos conductores del pueblo aprista, los únicos poseedores de los méritos para representarnos y los únicos capaces de cambiar el partido. Su acercamiento al pueblo aprista siempre fue falso y artificial, siempre han tenido dos caras, y las dos han sido falsas. Por ingenuidad, con frecuencia se comete el error de creer que los comportamientos de las personas cambian cuando se arrepienten y prometen un nuevo idilio. Nada mas falso, la evidencia histórica y científica demuestra que cuando las personas se arrepienten, su energía negativa no desaparece sino que pasa de un estado de movimiento permanente a otro estado de reposo temporal. Durante ese tiempo, la energía negativa se va transformando en forma de energía potencial hasta alcanzar un punto de explosión y volver a las andadas de siempre. Por eso, el pueblo en su sabiduría popular suele decir: “gallina que come huevos, aunque le quemen el pico”. Por eso, ha llegado el momento de poner fin al reinado de los oligarcas que han tenido una cercanía efímera o inventada con Haya de la Torre, pero que haciendo uso de la viveza criolla han logrado fabricarse un pasado de maquillaje que les ha permitido conseguir poder para desde allí ganar el dinero que con el sudor de su frente jamás lo habrían conseguido. No habrá salida real a la desesperanza que hoy ahoga al pueblo aprista mientras sigamos teniendo como dirigentes a los mismos oligarcas o a sus incondicionales. Creer que la moral no es lo más importante en política y que el “todo vale” es lo único que produce resultados, ha sido la ideología miserable que ha guiado los pasos de esa oligarquía decadente que nos ha llevado al infierno en el que nos encontramos. Por eso, la Renovación es una necesidad impostergable. Necesitamos Renovación, porque es urgente contar con dirigentes de calidad que faciliten el trabajo de los constructores del aprismo y que no estén contaminados de los viejos o los nuevos defectos ni tengan la carne amasada con el barro de Sodoma. Necesitamos Renovación para que nuestros dirigentes no sean solo dirigentes de la capital, para que el pueblo aprista vuelva a tener el poder de decisión en los grandes temas nacionales y para que pueda elegir democráticamente a sus dirigentes, representantes y candidatos; y no como hasta ahora, sólo sometido a los intereses personales de unos cuantos que han hecho de la política el más rentable de los negocios. Necesitamos Renovación para volver al partido escuela, donde las generaciones mayores entreguen su sabiduría a las generaciones jóvenes que habrán de sustituirlos, y acabar definitivamente con la intolerancia de no permitir que nuevos dirigentes crezcan bajo su sombra. Necesitamos Renovación, para hacer de la política pedagogía y decencia en la que el pueblo tenga razones suficientes para creer, pero también, para poder enfrentar a los corruptos con firmeza y decisión en vez de encubrirlos, porque el pueblo está harto de que los corruptos queden siempre impunes. Necesitamos Renovación para que no se siga sacrificando a los mejores apristas en beneficio de los peores, y para que la lealtad entre compañeros vuelva ser lo más importante. Y, no como los oligarcas lo entienden: si cumples sus reglas y le eres fiel, si eres agradecido con las oportunidades que solo ellos pueden darte, tendrás retribuciones espléndidas e inesperadas. Necesitamos una Renovación auténtica y profunda para defender a los mas humildes, a los mas necesitados, a los campesinos de las viejas comunidades que por millones viven carentes del mínimo bienestar que otros podemos tener, a los desempleados, a quienes viven en el subempleo y el trabajo ambulatorio, a los pobres de la ciudad y el campo, a los trabajadores sin defensa y a los que trabajan por el Perú con honestidad y patriotismo. Necesitamos Renovación para volver a ser dignos de Haya de la Torre y de los viejos sueños, dignos de la esperanza del pueblo, de los que murieron por la justicia y dignos de lo que el Perú espera del Apra en esta hora. Necesitamos Renovación para que el pueblo aprista vuelva a expresar su rebeldía contra la injusticia social de los todopoderosos del dinero y las finanzas que todo lo tuercen para su propio beneficio. Y no solo embriagarse con la sonrisa aprobatoria de los Romero, los Brescia, los Graña, los Camet, los Miró Quesada reciclados, los Favre, Fidel Ramírez, los Vega Llona, los Oviedo, los Rodríguez Banda, los banqueros, los Benavides de la Quintana etc., y de todos los que reciben favores del Estado. La renovación, es fundamentalmente una acción racional y un hecho de voluntad. Tiene que comenzar rescatando la voluntad del pueblo aprista que nos haga dueños de nuestro partido y dueños de su destino histórico, porque hace tiempo que el partido ha sido privatizado por una oligarquía envilecida y sin ley. La Renovación es el camino realista al futuro, un trabajo difícil en el que se requiere de una conciencia valerosa para que no se sobresalte nuestra existencia, y para que cualquier cosa que ocurra no sea obstáculo en el camino; para que cuando haya algún problema no caigamos en el desánimo, y por el contrario digamos que todo eso es parte de la lucha, es parte del camino que nos conducirá hacia algo mejor. Lo que el pueblo aprista hoy exige agitando lo más profundo de su conciencia y de su rebeldía, es una Renovación profunda, no una simple modernización de lo existente. Exige rescatar los valores y el ejemplo de los hombres del aprismo auroral para repotenciar y revitalizar al partido con un impulso inspirador diferente, para dejar de hacer lo que sin escrúpulos se ha venido haciendo hasta ahora y comenzar a hacer lo que nos señaló Haya de la Torre pero con nuevos bríos; y con todo eso, poder abrir un capitulo diferente en la historia del Perú. Lo que hoy el pueblo aprista cuestiona no es solamente la conducta de los dirigentes bajo cuya dirección el partido ha llegado a la situación en que se encuentra. Lo que hoy se cuestiona es la calidad de los dirigentes mismos. Por eso, no quiere simples cambios similares a los anteriores para relegitimar esta oligarquía, sino, por el contrario, una renovación profunda destinada a reemplazarlo por otra cualitativamente diferente y mejor.
Posted on: Fri, 20 Sep 2013 18:54:55 +0000

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