Reír, llorar de emoción, que se te erice la piel mirando al - TopicsExpress



          

Reír, llorar de emoción, que se te erice la piel mirando al cielo mientras te cae la lluvia-aguanieve, abrazarte y agitar con desconocidos, cantar hasta quedarte sin voz...todo eso lo genera una sola persona: Carlos Alberto Solari. Pasaron dos años desde la última misa y, después de muchas idas y vueltas, entradas agotadas, cambios de lugares, llegó el día más esperado, el 14S. Miles de personas llegaron desde todos los puntos del país, también de Uruguay y Paraguay; se dice que había 1200 micros! Una locura. El clima no acompañó, hizo mucho frío y en el momento del recital llovió bastante, y cayó aguanieve. Pero poco le importó a la gente, que improvisó algún que otro fueguito en la previa, y ni hablar de los asados que se veían. Por suerte no hubo muchos disturbios, para ir callando a esa gente que dice giladas en contra del rock. Nada junta tanta gente como el rock, se vieron miles de camisetas de equipos de fútbol y no hubo ningún inconveniente, se podía ver gente de River y Boca compartiendo la previa, Newell´s y Central, entre otros. Cerca de las 17 horas se abrieron las puertas y empezó a ingresar la gente, sin ningún problema y en orden, sabiendo que si no nos cuidamos entre nosotros no nos cuida nadie. La noche de a poquito iba llegando y el frío era cada vez mayor y la gente iba entrando en calor con los cantitos y los saltos, sino se complicaba, porque los pies ya no se sentían de tanto frío. De repente se apagaron las luces y empezó la locura, cerca de las 21.48 se escuchó la voz en off del Indio Solari presentando a Los Fundamentalistas del Aire Acondicionado y arrancaron con Luz Belito, para la primer sorpresa. El Indio salió con una gorra de aviador (poco habitual) y unas gafas. Más allá del frío se lo vio de buen humor, hablando mucho y bailando. "Esto es una locura, estoy muy emocionado. No sé cómo agradecer esto. Gracias por la fidelidad, por bancarse este frío, esto es muy emocionante", esas fueron las primeras palabras del Indio antes del segundo temazo: El Templo de Momo. "Viene un vientito de frente que me congela la lengua", decía Solari, e iba a ser un show complicado, sobre todo para la banda, a la cual agradeció infinitamente ya que se hacía difícil tocar con ese frío. Se vino la primera canción de su etapa solista, y fue perfecta para la situación: Ceremonia Durante la Tormenta. Pegadita, también del último disco, Torito es Muerto. Decía antes que el Indio estuvo de buen humor y hablando mucho, antes de la siguiente canción dijo: "Vamos a saltar un poquito para combatir el frío" y explotó todo con otro viejito: Todo Preso es Político". Los viejos ricoteros estaban en su salsa, 5 temas y 3 de Los Redondos. Más emocionados todavía con La Hija del Fletero. “Somos una ciudad. Me dicen que nunca tanta gente pagó por un recital”, oficialmente hubo 120.000 personas, pero dicen que llegaron a casi 150.000. Una locura!! Volviendo a la etapa solista, la canción que da nombre al primer disco: El tesoro de los Inocentes. Pegado Vino Mariani (donde el Indio le erró algunas partes, pero se le perdona todo). Se sabía que, al ser un lugar tan grande, el sonido no iba a ser el mejor, mucho más con tanto viento. Hubo una gran puesta e infraestructura: en el medio había varias pantallas y eso también complicó ya que en algunos lugares se acoplaban los sonidos del escenario y el de las pantallas. Pero, las pocas veces que paró el viento, se escuchaba muy bien. Volviendo a Los Redondos llegó El Arte del Buen Comer. Antes de Vuelo a Sidney el Indio dijo que iban a parar un ratito porque el piso estaba muy mojado. Volvieron con otro muy festejado: Las Increíbles Andanzas del Capitán Buscapina y uno de los más emocionantes, en el que se me cayeron varias lágrimas: Gualicho. Era todo perfecto, esa letra bien profunda y la lluvia cayendo. Hacía mucho frío y había que volver a moverse, y cómo nos movimos los 150.000 con Yo caníbal. Otro viejito, en el que el Indio avisó que la próxima la iba a cantar una de las coristas, fue Blues de la Libertad. Y al comenzar se escuchaban los "uh no puede tocar esta canción", la sorpresa de la gente era grande porque estaba haciendo temas que nunca había tocado en esta etapa. La banda suena cada día mejor y a veces es cerrar los ojos y escuchar a Los Redondos (no es por comparar al grupo, solo que el Indio eligió hacer muchos temas ricoteros). Más allá del frío, hay que destacar los solos de Gaspar Benegas y Baltasar Comotto, con los dedos duros practicamente. La potencia de los dos bateristas: Hernán Aramberri y Martín Carrizo; la cadencia de Marcelo Torres en el bajo, el polifuncional Pablo Sbaraglia en teclados y guitarra acústica, las coristas impecables y los vientos rompiéndola con Colombo en saxo y Tallarita en la trompeta. Uno que hicieron en Junín, cuando había pasado el caso Candela, y que ya adoptaron para tocar seguido fue Murga de la Virgencita. Desde Porco Rex llegó Pedía Siempre Temas en la Radio, para mover el cuerpo ante tanto frío. Una canción muy sentida, en la que el Indio pidió que lean un libro acerca de esta masacre, fue Pabellón Séptimo. Canción que sonó en todos los recitales de los Fundamentalistas. "Para todos los que van volviendo, se fueron hace tiempo pero van regresando" más o menos así fueron las palabras antes de tocar To Beef or not to Beef. Uno de los momentos más especiales y emotivos, mirar al cielo, que te caiga la lluvia y gritar: Pensando en vos siempre, siempre extrañandote. Muchas lágrimas cayeron. El show ya entraba en la recta final y para todos los que atravesaron las rutas vino Un Ángel Para tu Soledad. "Vamos con dos rockitos y paramos de nuevo a secar el escenario", un enganchadito que ya habían hecho en Tandil: Rock Para el Negro Atila y Divina TV Führer. Después del parate volvió a explotar todo con Todos a los Botes, que esta vez no lo eligió para abrir el show, como venía haciendo. Esto es sin dudas el Rock del País, por eso no podía faltar Mariposa Pontiac. Una canción que le dedicó a un platense y que no tocaba desde Salta fue El Pibe de los Astilleros, y el agite fue terrible. Último parate y se venía el final. Aparecieron los trapos y en un escenario ideal: lluvia, amigos y mucha emoción en Juguetes Perdidos. El final era inminente y el Indio seguía sin poderlo creer, se tomaba la cabeza y hacía el gesto del abrazo para agradecer semejante locura de la gente. Llegaban los primeros acordes de Flight 956 y todos volamos en el pogo. "Esta vez si va a ser el pogo más grande del universo" dijo el Indio antes de empezar con Jijiji y que la gente termine de estallar en ese increíble agite de 150.000 almas, sin violencia ni inconvenientes, disfrutando del rock, que es lo más puro que existe. Todos esperábamos que en las pantallas aparezca la nueva fecha de diciembre pero no, solo los agradecimientos y los créditos. Habrá que seguir esperando. Mientras tanto hablaremos por mucho tiempo del show más grande del rock nacional, en el que más gente hubo y trataremos de explicar este fenómeno imposible de explicar...porque solamente se siente!! 1. Luzbelito y las sirenas 2. El templo de Momo 3. Ceremonia durante la tormenta 4. Torito es muerto 5. Todo preso es politico 6. La hija del fletero 7. El tesoro de los inocentes 8. Vino Mariani 9. El arte del buen comer 10. Vuelo a sidney 11. Las increibles andanzas del capitan buscapinas 12. Gualicho 13. Yo canibal 14. Blues de la libertad 15. La murga de la virgencita 16. Pedía siempre temas en la radio 17. Pabellón Séptimo 18. To beef or not to beef 19. Un angel para tu soledad 20. Rock para el negro atila 21. Divina TV Führer 22. Todos a los botes 23. Mariposa pontiac 24. El pibe de los astilleros 25. Juguetes perdidos 26. Flight 956 27. Jijiji
Posted on: Thu, 19 Sep 2013 05:35:15 +0000

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