Réplica a las “Reflexiones Universitarias: La Libertad de Cátedra” del profesor Arnoldo Castilla (la Crónica, 13-nov-2013): Maestro Castilla: 1.- He leído con verdadera fruición su columna de hoy en y no sabe el gusto que me da saber que usted y otros profesores de DERECHO UABC sí pudieron acudir al foro sobre Libertad de Cátedra y Derechos Humanos que se llevó a cabo en UABC Tecate. Francamente me da envidia. Por más que lo intenté, no tuve el “placet” de los mandos universitarios. 2.- Fíjese que yo de plano no pude ir; y no porque no tuviera ganas de participar en ese foro … ¿ cómo no quererlo para escuchar a nuestros amigos comunes Mario Alvarez y Manuel González Oropeza, hoy por hoy verdaderos modelos de erudición en derechos humanos ? … se me quemaban las habas por estar ahí. Pero desde mi exilio la cosa se veía un tanto complicada, pues como usted sabe, las relaciones humanas no se le dan mucho a los gobiernos mungarayistas. 3.- Estuve a punto de irme “ de colado” pero algo en mis adentros me dijo que no; que la UABC no merece que uno de sus profesores – ni siquier un exiliado -- tenga que “colarse” a un evento académico; la alta dignidad de nuestra universidad lo prohíbe implícitamente. Eso pensé, magister… ¿ Estaría usted de acuerdo conmigo en este punto ? 4.- Movido por ese afán, con mucha anticipación le pedí a los doctores Alfredo Buenrostro y Daniel Valdez, coordinador del CESU y director de la Facultad de Derecho, respectivamente, que me hicieran la merced de abrirme un espacio para presentar en ese foro una ponencia, o una comunicación, o un lo que sea, pero a pesar de mi insistencia nunca logré ni siquiera su respuesta … ¿ puede usted creerlo de un mundo universitario civilizado ? 5.- Y cuando le digo que me da envidia de que usted haya podido acudir a ese foro, no lo digo en broma. De verdad que yo quería estar ahí. Fíjese usted maestro Castilla, eran tantas mis ganas de acudir al foro que desde el exilio donde vivo, con fecha 22 de octubre hice llegar a los maestros Buenrostro y Valdés la comunicación que sigue: “… Maestros Alfredo Buenrostro Ceballos y Daniel Valdés Coordinador del CESU y director de la Facultad de Derecho, respectivamente: Ruego inscribirme para presentar mi ponencia: LIBERTAD DE CÁTEDRA ,LIBERTAD DE EXPRESIÓN Y AUTONOMÍA UNIVERSITARIA, UNA PROPUESTA DE REFORMA A LA LEY ORGÁNICA Y AL ESTATUTO GENERAL DE LA UABC” dentro del seminario que aparece anunciada en la página del CESU. Para prepararme adecuadamente espero su respuesta a la mayor brevedad posible, precisando el día y hora de mi intervención y el tiempo disponible para cada ponente. Daniel” Aunque de esta comunicación le marqué copia a los doctores Felipe Cuamea y Roberto Castro y al maestro Ricardo Dagnino Moreno, pasaron varios días y yo estaba sin respuesta; fue por eso que cuatro días después, con fecha 25 de octubre les mandé un recordatorio: “… Maestros Alfredo Buenrostro y Daniel Valdés: me hace falta su respuesta en cualquier sentido. Me estoy preparando con mi ponencia sobre Libertad de Expresión, Libre Cátedra y Autonomía Universitaria. Si no puedo presentarla en ese foro universitario veré qué hago con ella. Suplico no me dejen sin respuesta. Daniel Valdés, ya se que no es asunto tuyo sino del maestro Buenrostro, pero me he dirigido a ti porque siendo nuestro director, puedes interceder para que Alfredo me de la respuesta que estime pertinente. Daniel Solorio” Y bueno, pues, … ¿ sabe cuál fue la respuesta ? … exacto, maestro Castilla … ¡¡ un silencio sepulcral !! … yo esperaba que -- por civilidad universitaria -- el doctor Cuamea, les sugiriera darme una respuesta aunque fuere negativa, … ¡¡ pero nada !! 6.- Y deveras, maestro Castilla, con esos antecedentes su columna de hoy me ha traído abruptas reflexiones que no puedo dejar dentro de mi pecho: • ¿ Un profesor corrido por el doctor Cuamea es un muerto civil para la comunidad unviersitaria ? • ¿ La falsaria expulsión (disfrazada de rescisión) que sigue rodando perezosamente en los tribunales lleva implícita una muerte civil para efectos universitarios ? • ¿ Le preguntaron Alfredo Buenrostro y Daniel Valdés al doctor Cuamea ( o al doctor Mungaray) si podían darme respuesta, o simplemente decidieron ignorar mi solicitud ? Para mi, todas estas son preguntas sin respuesta… ¿ me ayuda a encontrar una respuesta, maestro Castilla ? 7.- Por eso, a usted que conoce las entrañas de nuestra UABC y especialmente el “modus operandi” del mungarayismo rampante que padece nuestra casa de estudios, no puedo sino felicitarle muy afectuosamente por la fina ironía que despliega su columna de hoy, en la que uno puede deleitarse al leer: “… Me asusta una Universidad que teme abrir espacios a la discusión de corrientes de pensamiento radical; el miedo a tesis que disienten con la cultura pasiva, sin compromiso, sin crítica, comodona y forjadora de una erudición pragmática, no tiene sentido ni repercute en la formación humanista que deben tener nuestros alumnos…” “… La Universidad es un censor moral político y económico de la sociedad … se equivocan quienes las consideran … maquiladoras de profesionistas para servir a los intereses de la economía global …” “… En el universitario debe existir un espíritu abierto, transformador, generoso y honesto… y cuando una universidades permite que el Estado limite su libertad de cátedra, influya en la designación de sus autoridades, elija … su orientación ideológica, … esa Universidad habrá fracasado …” 8.- No quiero ser ave de mal agüero maestro Castilla, pero me parece que estas frases suyas no serán bien leídas en las altas esferas del gobierno de nuestra UABC; ellos quieren oír elogios y ditirambos; no les gustan las insinuaciones ni las ironías, maestro Castilla, y su escrito -- dicho sea con el mayor respeto – está cargado de insinuaciones e ironías que no serán disfrutadas en las altas esferas del gobierno de UABC. Y es que usted no deja mucho espacio para dudar de que está denunciando que eso es precisamente lo que están haciendo los gobiernos mungarayistas: ¡¡ poniéndose al servicio de interese ajenos a la vida universitaria !! 9.- Y bueno, maestro Castilla, usted sabe que yo comparto plenamente las verdades que subyacen en su columna de hoy. No me la tome a mal. Pero de antemano le digo que acá, afuera de la nómina universitaria, no se vive demasiado mal. Duele no estar en el salón de clases; duele no convivir con estudiantes y colegas profesores; duele no disfrutar la chispeante conversación en el “serpentario” de Derecho, pero aunque no lo parezca, acá afuera hay vida. En el exilio se vive mal, pero no tanto. Le saludo muy afectuosamente, maestro Castilla. Le ruego recibir un abrazo lleno de cordialidad. Mexicali, B.C., a 13 de noviembre de 2013. Daniel Solorio Ramírez Profesor “en el exilio” de la UABC
Posted on: Thu, 14 Nov 2013 03:26:05 +0000
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