¿SABES POR QUÉ, CUANDO JESÚS VINO, EL COMPLOT PARA MATARLE FUE - TopicsExpress



          

¿SABES POR QUÉ, CUANDO JESÚS VINO, EL COMPLOT PARA MATARLE FUE CONCEBIDO EN EL CORAZÓN DEL SUMO SACERDOTE CAIFÁS Y LA CORTE DEL SANEDRÍN? ¿Cómo pudieron tales hombres, Ancianos de Israel, que se suponía conocían a Dios y buscaban su voluntad en todas las cosas, tramar la muerte de su Mesías, el tan esperado hijo de David, Rey de Israel? El nombre Israel no puede existir sin la identidad y reconocimiento de Dios. Etimológicamente, el nombre Israel quiere decir: un príncipe que ha luchado con Dios. El nombre Israel es compuesto y se desglosa en tres partes integradas: 1) Is la cual es una contracción de Ishi que quiere decir antiguamente señor o príncipe; 2) ra la cual tiene una raíz Egipcia de poder; y 3) el el cual es una contracción de Elohim el nombre del Dios Creador en Génesis 1:1. Así, sin el nombre de Dios en el nombre Israel habría solamente Isra o Ishra que quiere decir un hombre que ha luchado solo sin Dios. El nombre ISRAEL dado a Jacob después de toda una noche de combate de lucha y que quedara su muslo herido (después de allí él cojeó), no puede existir si Dios es quitado de éste nombre. O sea, es el nombre lo que identifica y te da una conexión con ese algo. Cuando leemos Marcos 16:16, “El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado”, Jesús no está dando otra alternativa a los judíos sino creer en él como el Mesías, el hijo de David, y entrar en el Reino de Dios. Si ellos rechazaban el Reino de Dios, entonces ellos llevarían el nombre Israel pero no disfrutarían las bendiciones de Jacob. En cambio ellos serían maldecidos. Si ellos no se humillaban y rechazan a Dios, ellos serían un pueblo condenado que no tiene nada que esperar en la eternidad sino castigo eterno. Por eso Jesús les dijo a los Judíos que ellos verían a Abraham, a Isaac, y a Jacob en el Reino de Dios y ellos estarían excluidos (Lucas 13:28). Lo que Jesús nos muestra es un cuadro espeluznante en cuanto a lo que sucedía en la nación de Israel, ellos ya no creían ni podían ver a los mensajeros enviados por Dios. ¿Qué había sucedido a este antiguo pueblo y a sus líderes que les ocasionó tener tal horrible ceguera de ojos y dureza de corazón? ¿Qué tomó lugar en la ciudad de Jerusalén y el Templo que ocasionó que este santo lugar fuera llamado la abominación desoladora y fuese destruido en el 70 d.C.? Debe haber una razón de por qué Dios permitió la destrucción de Jerusalén y el Templo Judío. La razón la da la misma Escritura, ellos rechazaron a Jesús y crucificaron a su Señor-Rey y dijeron que “su sangre sea sobre nosotros y sobre nuestros hijos” (Mateo 27:25). Dios es el Juez ya que él ha sido el único que los ha esparcido entre las naciones. Por supuesto, no está bien para cualquier persona en la actualidad perseguir u odiar a un judío, estas líneas no amparan ni apoyan a ningún tipo de antisemitismo. Sin embargo esto no excluye a judíos oponentes que son “anticristos” o que son anti-cristianos, anti-gracia, anti nuevo-pacto, anti-plenitud, como sea que le llame, etc. Si bien la violencia física y odio hacia los judíos, aunque sean incluso anticristos, es inaceptable de todo credo o persona. Podemos ver que todos los castigos contra judíos desde la cautividad de Asiria pudieron haber sido evitados si hubieran permanecidos en una apropiada relación con Dios. La diáspora de los pasados 2000 años se pudo haber evitado simplemente dejando a Jesús a un lado, sin hacerle caso, si ellos no creían. Pero no, el culto del Templo exigió e hizo complot por su muerte. Entonces es correcto decir que todo el juicio que les sobre vino es por su propio obrar y que cualquiera que ampare tal cosa viene a ser parte del complot y apoya tal crimen nacional. Después del periodo de exilio pos-Babilónico, Israel es sólo una nación sin Dios, pero no solamente eso sino, una nación sin real descendencia ni sumo sacerdote. O sea hay un período de casi 2000 años en que no tienen ni a Dios ni a un verdadero descendiente dentro de sus sumos sacerdotes Aarónicos. Si hay algún hombre israelita que está ocupando tal cargo o pretende ocuparlo es sólo la más grande usurpación jamás antes conocida y una total decepción para el mundo que ha puesto sus ojos en el Israel actual. La Nación sin un válido sumo sacerdocio Aarónico Bíblicamente, el oficio de sumo sacerdote fue dado a los hijos de Aarón en Éxodo 28:1-43. Nadie estaba autorizado para ofrecer incienso y ocuparse del fuego en el menorah excepto el sumo sacerdote (Éxodo 30:7-8). El oficio era hereditario y nadie excepto en línea directa podía realizarlo. Recuerde que, Elí, perdió su alma porque él no cuidó del menorah y dejó que el fuego se apagara. Como sumo sacerdote era su deber y su alma estaba en peligro si él fallaba a su obligación. Los ramales de Aarón no podían realizar el oficio. Levitas en general no podían realizar el oficio. Nadab y Abíu fueron castigados porque ellos intentaron ofrecer fuego e incienso extraño delante del Señor. Ellos estaban fuera de la orden Aarónica. Ellos no tenían derecho a usurpar el oficio ordenado de su padre. Así que el fuego que ellos ofrecieron fue llamado extraño que quiere decir extranjero o falso. La salvación de Israel dependía del ministerio Levítico de Aarón y sus hijos. No podía haber expiación sin un válido sumo sacerdote Aarónico. La Ley era un legado de años en donde Dios testifica que no permitiría que ningún judío le insulte o rechace sus Mandamientos y Ordenanzas en ellas prescritas. Todo aquel que lo intentó e hizo, entró en los juicios de Dios y sufrió. La evidencia bíblica es que, sin expiación, la nación entera era culpable delante de Dios por sus maldades e impiedad y esto demandaba juicio. Cuando el Tabernáculo fue rechazado y el sacerdocio se contaminó con los asuntos del mundo, el Dios de Israel abandonó su lugar de habitad entre los dos Querubines sobre el propiciatorio del Arca del Pacto. Cuando Dios salió de Jerusalén así como él salió de Silo, Ichabald fue escrito en el Templo, y la nación con sus líderes cayeron en gruesa impiedad. Cuando Israel dejaba a Dios, Dios dejaba a Israel (Jueces 2:12; 1 Reyes 9:9; Isaías 2:6; Jeremías 12:7; Óseas 1:9). La pregunta es, ¿sabe usted que la nación judía después del exilio de Babilonia no tenía un verdadero sacerdocio Aarónico?, es más, ¿sabía la nación judía que entre ellos no había un verdadero sacerdocio Aarónico? ¿Cómo pudieron los judíos que regresaron después de la cautividad Babilónica aceptar en su Templo a alguien que no tenía un válido sacerdocio Aarónico? ¿Cómo pudieron ellos aceptar un falso sacerdocio que no tenía verdadera unción, derecho hereditario, o poder con Dios? Si podemos probar que no hubo un verdadero sacerdote de la línea de Aarón durante el tiempo del regreso de Babilonia hasta el tiempo de Jesús, entonces la nación entera estaba en juicio inminente ante Dios. ¿Por qué la Corte del Sanedrín aceptó a un hombre como sumo sacerdote que no era un hijo de Aarón? La respuesta está en el alma del culto del Templo ya que fue este culto el cerebro de la crucifixión y que trajo sobre Israel la amarga destrucción y los horrores del 70 d.C. Los judíos niegan esto hasta este día, pero mientras ellos niegan la verdad de la cautividad satánica del pueblo Judío y la causa, ellos permanecerán enemigos de Dios y Dios continuará enviando sus juicios generación tras generación. Todo esto puede detenerse justo en este mismo segundo, si judíos alrededor del mundo se arrepintieran y se volvieran a Dios y declarando que Jesús fue el Mesías Rey de David que fue enviado por Dios. Ellos deben parar de colocar confianza en los usurpadores Talmúdicos Babilónicos que se hacen pasar como sacerdotes, rabinos, y líderes religiosos. Ellos deben arrojar su Kabbalah y brujerías místicas y volverse a Dios en humildad y amor. Hasta que ellos lo hagan, ellos escogen traer sobre sí más juicios de Dios. Judíos de todas las naciones deben en este mismo segundo volverse de estos inspirados ladrones satánicos y anticristos religiosos y buscar a Dios fuera de las páginas de su Biblia. Él los guiará a la Verdad y ésta no será el Judaísmo Talmúdico o brujería Cabalística. El sumo sacerdocio ha sido pirateado La realidad es que el sumo sacerdocio ha sido pirateado, robado, ya que ha sido operado por hombres que no tenían ni una pizca de sangre de Aarón en sus cuerpos. Los hijos de Aarón no estuvieron en el oficio del sumo sacerdocio durante la vida de Jesús y los Apóstoles. En consecuencia no podía haber expiación para la nación porque el sacerdocio autorizado para alcanzar esta gran salvación fue usurpado. Nadie sabe, hasta la actualidad, qué sucedió a los hijos de Aarón en aquellos años de apostasía e impiedad. A los judíos no les importaba documentar la perversión del oficio del sumo sacerdocio en los tiempos antes y durante la vida de Jesús. Tenemos una visión momentánea del linaje Aarónico cuando fue registrado que Elizabet, esposa de Zacarías, era de las hijas de Aarón (Lucas 1:5). Así, Juan el Bautista era de la simiente de Aarón. Zacarías era también Levita pero no se nos dice que él era de los hijos de Aarón. Hay evidencia que él era de la simiente de Aarón (compare Éxodo 30:7 y Lucas 1:9 “solamente un sumo sacerdote estaba autorizado para hacer el trabajo que Zacarías estaba haciendo”). Si en efecto Juan el Bautista era el sumo sacerdote no reconocido (después que su padre murió), siendo de los hijos de Aarón, habría sido su trabajo o labor prender incienso y encender el menorah. Si él era en efecto el verdadero sumo sacerdote, entonces el oficio de sumo sacerdote habría CESADO cuando Herodes lo decapitó. No habría habido nadie que reasumiera el sacerdocio de Aarón. ¡ÉSTE HABRÍA LLEGADO A SU FIN! Esto muestra el derecho de Juan el Bautista a ser el último sumo sacerdote de la Ley para señalar a Jesús el Mesías como su reemplazo (“él debe crecer y Yo debo mengüar”). Esto trae luz a una magnifica revelación al llamado y propósito de Juan de anunciar la llegada del Mesías de Israel. Actuando como el verdadero sumo sacerdote en el espíritu y poder de Elías, Juan el Bautista representó a la entera nación por su justicia delante de Dios en la persona de Jesús. ¿Es esto lo que Jesús quiso decir cuando en su bautismo él le dijo a Juan que cumplamos toda justicia (Mateo 3:15)? ¡Juan el Bautista tenía un trabajo que desarrollar antes que su oficio expirara y llegara a un eterno fin! Algunos podrán objetar a Juan el Bautista siendo el legitimo sumo sacerdote pero debe haber una razón especial por qué él fue escogido para representar el cierre del periodo de tiempo de transición entre el Pacto de la Ley y anunciar la abertura del periodo de tiempo del Nuevo Pacto y día de la gracia. Una cosa es verdadera, Juan el Bautista prefirió estar en el desierto buscando a Dios que estar entre los usurpadores en Jerusalén y jugar juegos religiosos con el pueblo como un mercenario del culto del templo y falso sumo sacerdote. ¿Cuál es entonces la historia del oficio del sumo sacerdote papal que no tendría un hijo de Aarón en ese ministerio exactamente como Roma no tiene representante verdadero de los Apóstoles en su genealogía papal hasta la actualidad? ¿Cómo fueron los hijos de Aarón quitados de su lugar legítimo y un pirata puesto en el control? ¿Es esto lo que Jesús quiso decir cuando él dijo: Escrito está: Mi casa, casa de oración será llamada, mas vosotros la habéis hecho cueva de ladrones (Mateo 21:13)? ¿Y en Juan 10:8 cuando él habló de ser el Pastor (protector nacional el cual se suponía era el sumo sacerdote), y todos los que vinieron antes que él eran ladrones y salteadores en control del Templo? De hecho es muy interesante descubrir que Jesús estaba realmente citando un verso del libro de Jeremías (Jeremías 7:11). En el texto de Jeremías la palabra ladrones como es usada por Jesús es realmente salteadores. Un vistazo en la palabra Hebrea para ladrones es bastante único y aterrador. Esa palabra Hebrea es periyts; per-eets (Strongs 6530). Al comparar periyts con piratas la misma identidad se aplica a ambos términos. Un pirata es alguien que roba algo que pertenece a otro y afirma estas posesiones como suyas. Jesús acuso al Culto del Templo de ser ladrones, Jeremías los llamó ladrones, es una fantástica exactitud que lleva más que atención casual. Jesús resumió al culto del Templo en control de la Casa de Dios como ladrones y salteadores, Jeremías los llamó ladrones. Sabemos que el sumo sacerdocio ha sido largamente una posición de poder robada de los hijos de Aarón y comprada con dinero de impuestos. El oficio no estaba lleno con un hijo de Aarón. Les presento la historia del oficio del sumo sacerdocio para que puedan ver y saber que la nación de Israel estaba sin Dios y un sumo sacerdote válido en el tiempo de Jesús nuestro Señor y Salvador. No hubo expiación para Israel porque ellos no tenían sumo sacerdote. Jerusalén y el Templo fueron condenados y los Judíos no tienen a nadie que culpar sino a sí mismos. ¿Incluso hoy ellos no tienen sumo sacerdote válido pero les importa? Ellos han manipulado su religión para poder afirmar el judaísmo por religión, pero una religión que no tiene a Dios, sin sumo sacerdote, sin Templo, y sin expiación Bíblica. Así que sus sacerdotes, rabinos, y Bet Dins crean falsas tradiciones religiosas donde un hijo de Aarón no es necesario exactamente como los 270 años cuando falsos compraron el oficio del 200 a.C-70 d.C. Sin sanción de la Torá, ellos fabricaban en sus mentes su propia expiación aunque ésta fuera falsa. Podemos ver la atención dada a los hijos de Aarón en el periodo de exilio pos-Babilónico cuando Esdras y Nehemías regresaron a Israel. Eche un vistazo a Esdras 2:62; 7:5-6. Mire también en Nehemías 7:64; 10:37-39 y Zacarías 6:11. Podemos ver el deseo de los regresados del exilio de re-instituir el oficio de Aarón en el sumo sacerdocio y los Levitas como sacerdotes. Todo esto ocurrió alrededor del año 465-424 a. C. Se cree que los hijos de Aarón permanecieron en sus respectivos oficios y también los Levitas hasta alrededor de la conquista de Alejandro el grande en el 323 a.C. Cuando el imperio de Alejandro se dividió en cuatro partes e Israel cayó en el reino de los Seleúcidas, el oficio del sumo sacerdote se convirtió en un cargo político. Los judíos pudieron haber protestado tan fervientemente cuando lo hicieron por los ídolos que fueron erigidos en Jerusalén, pero no lo hicieron. Estos escogieron estar sin expiación de un legítimo hijo de Aarón y aceptaron muchos usurpadores y designados para fingir expiación en su nombre por ceremonias religiosas solamente. El hecho es que, un hombre que no era Levita y específicamente no era un hijo de Aarón, no tenía derecho o título para entrar al lugar santísimo y ofrecer expiación. Que los Ancianos y el Sanedrín permitieran y apoyaran a hombres para entrar a este sagrado recinto y fingir expiación era prueba que ellos no eran los verdaderos ungidos de Dios. El pueblo de Dios demanda no solamente que la carta del Pacto de la Ley sea impuesta sobre aquellos culpables de quebrantar los Mandamientos y Ordenanzas, sino que también insiste que aquellos que sirven al Templo califiquen en sus respectivos oficios. Los judíos insultaron a Dios una vez que aceptaron un sacerdocio falso, fingiendo expiaciones, y permitiendo pompa y ceremonias religiosas. Ellos escogieron estar y tener el control de su Templo pese a que pasaban por alto uno de los mandamientos más importantes de sus ordenanzas. El Templo llegó a ser y significar un edificio político, por lo cual la nación podía ser controlada. Los miembros de este clan elite influenciaban a casi todo gobierno conocido en el tiempo e intentaron tener su propio hombre puesto en el poder como el sumo sacerdote. Este es el nacimiento de los Faríseos que vinieron de Babilonia para tomar control sobre el Templo de los hijos de Aarón y Levitas pos-exilio que intentaron restaurar la nación a la antigua adoración y ley de Moisés. Estos Levitas pos-exilio se unieron con otros hombres religiosos (doctores, abogados, escribas, no Levíticos) y se nos dice que eventualmente se desarrollaron en la secta de los Saduceos. El oficio del sumo sacerdocio era deseado por muchos, comprado por muchos, y algunos incluso asesinaban para obtener el poder. Para controlar a Israel, los conquistadores Gentiles paganos aprendieron que ellos tenían que solamente controlar al liderazgo del culto del Templo e influenciar a los mal llamados líderes espirituales. Ellos aprendieron que el sumo sacerdocio era un oficio de vida hereditario que podía ser comprado y vendido. Para controlar a Israel todo lo que era necesario era vender el oficio a un hombre que fuese lo suficientemente despiadado, suficientemente intrigante, y suficientemente loco por el poder que pagara el lucro para obtener el control del Templo y la nación. El primer sumo sacerdote de la nueva orden no Aarónica fue la línea de familia de Onías II, que, influenciado por su amor al gobierno Seleúcida, compró el oficio sacerdotal a Tolomeo III Evergetes (242-240 a.C.). Después Tolomeo revocó su contrato de trabajo y transfirió el sumo sacerdocio a un recolector de impuestos judío no-Aarónico del otro lado del rio Jordán llamado Josefo Ben Tobías. Tobías ofreció a Tolomeo una gran suma de dinero si se le concedía el derecho de colectar los impuestos. Se hizo una fortuna con este nuevo sumo sacerdote que se apropiaba del dinero. Él enviaba a sus recolectores de impuestos la diferencia entre lo que era recolectado y lo que se le pagaba a Tolomeo era sus ganancias. Este Tobías era un simpatizante griego y era tan impío y pagano que él era bienvenido en Alejandría, Egipto, por Gentiles paganos y demás Judíos Helenistas. En una carta a Apolonio el ministro de finanzas de Tolomeo, Tobías dio alabanza a los dioses. No es secreto entre los Israelitas que los judíos ricos y educados eran apostatas Helenistas (influenciados por la cultura griega) y no tuvieron problema con que Tobías comprara y usurpara el oficio de Aarón y el sumo sacerdocio. En el 200 a.C. Antíoco III el Grande anexó a Judea de los Tolomeitas cuando Panion fue derrotado. Los impuestos ahora corrían a Antíoco y debían ser pagados al sumo sacerdote mediante sus recolectores de impuestos, que enviaba la contratada simonía al nuevo conquistador Gentil. No era la autoridad de Antíoco vender el sumo sacerdocio de Aarón. La familia de Tobías permaneció en el control hasta alrededor del 180 a.C. cuando Onías III secretamente se convirtió en pro-Tolomeita. Su hermano Jason (Joshua) sin embargo, viendo su cambio para comprar el oficio del sumo sacerdote, apoyó al régimen Seleúcida. Jason secretamente ofreció a Antíoco IV Epifanes una más grande suma de tributo que su hermano si él le vendía el sumo sacerdocio. En el 175 a.C. Jason ganó su oferta y fue ungido sumo sacerdote y su hermano expulsado. Él reinó como sumo sacerdote hasta el 172 a.C. cuando él fue expulsado. Esto finalizó la afirmación hereditaria de la familia de Tobías en este sagrado oficio. El oficio fue vendido a Jason que no permaneció para heredarlo durante su vida. No solamente Jason compró el oficio de Aarón con dinero, él obtuvo de Antíoco el derecho de cambiar a Jerusalén en un estilo de ciudad Griega (polis). Él intentó cambiar el nombre de Jerusalén a Antioquía. Él incluyó en su diseño Helenista un gimnasio donde judíos y gentiles desnudos e incircuncisos desarrollaban sus deportes. ¡Todo esto fue ideado por un sumo sacerdote judío de ese tiempo! Esto no solamente aterró a partidarios ortodoxos de Jason, causó una gran ruptura entre las clases sociales y económicas. En esta nueva ciudad-estado griega el pobre no gozaba de ciudadanía y sin duda muchos de ellos no querían en ninguna manera este Israel paganizado. Jason fue a su debido tiempo derribado y llevado al exilio a Esparta. Él fue derrocado por Menelao que no era un judío ortodoxo practicante. Menelao prometió a Antíoco incluso más dinero de los impuestos que el que Jason había ofrecido. Así que, él compró el oficio y fue designado sumo sacerdote y la usurpación no-Aarónica continuó. Mientras estos sumos sacerdotes no-Aarónicos estuvieran en el oficio no podía ser realizada expiación en el Templo. ¿Cree usted que habrá habido verdadera expiación en el pueblo que se acerca confiado en Dios al hacer sus holocaustos? Toda ceremonia del Templo era sólo una imitación. El Templo externamente era un lugar de religión y muchos judíos eran fieles en asistencia no sabiendo la importancia de un sumo sacerdocio falso y la falta de expiación. Aunque ellos realizaran el día de expiación con un ritual y con un día anual de recordatorio igual el problema era que no había Aaronita en el oficio de sumo sacerdote que calificara para las ceremonias. Dios no aceptará los análogos del clan de Tobías, la vida de Jason o Menelao, como dignos de hacer expiación por la nación. La nación estuvo en oscuridad cuando la impiedad espiritual en lugares altos expulsó a Dios del pueblo. En el 186 a.C. Jason regresó de Esparta y encarceló a Menelao y derrocó la administración del estilo griego. Antíoco IV creyó y confió en Jason ya que él estaba pesadamente comprometido en guerra con Egipto. En los años anteriores (169 a.C.) Antíoco, durante su guerra con Egipto vino y saqueó al Templo tomando mucho dinero. En el año 168 a.C. en el camino de regreso de Egipto y habiéndosele opuesto varios Judíos, él fue a Jerusalén y masacró a sus oponentes, instaló una tropa Siria de soldados en la ciudad, y dedicó el Templo al dios griego Olímpico Zeus. Judíos píos fueron ultrajados. En el interior del Templo estaba vacante de Dios, no había sumo sacerdote de Aarón válido, las enteras ceremonias todas eran un fraude y falsas, pretenciosas, con Dios y su orden Divino rechazados. Ahora los Judíos estaban en un gran clamor por el grande edificio sin dios siendo dedicado al dios putero griego llamado Zeus. Parece haber una contradicción aquí con los judíos antisemitas. ¿Por un lado ellos toleraron sumos sacerdotes griegos paganizados dando saltos de alegría por el Templo como pequeños dioses, y no hicieron gritos o disturbios por el gimnasio y deportes nudistas, pero ahora, dedicar esta abominación desoladora a Zeus, era inaceptable? En realidad, hubieron Judíos y Griegos que afirmaron que el actual Dios de los Judíos pos-exilio y Zeus eran el mismo dios. Hay algunos hechos que pueden llevar en esa dirección. Considere esta información: El dios Griego Zeus también era el dios Romano Jove. Este dios también era conocido como Júpiter. Los judíos afirmaron como es reportado que el nombre de su Dios era Jove o Jahove y éste más tarde desarrollado en Jehovah. Otros que manipulan este supuesto nombre sagrado van a los Samaritanos que pronunciaban el nombre de Dios como Yabe. La letra b tiene el sonido de v y así que es pronunciado Ya-ve y luego deletreado como Jah-ve. Puede ver entonces cuantos judíos y griegos veían a Zeus y al Dios de los Hebreos en el tiempo de Jesús como el mismo Dios. Hubo místicos Cabalistas que manipularon la gematría y el juego de números con el tetragrámaton “YHVH” en el nombre equivalente de Jove, Jehováh, y por último Yahweh. Hay amplia evidencia que todos estos nombres se derivan del de Zeus y Júpiter. Con esta información, podríamos imaginar si Antíoco IV estaba intentando enfurecer a los Judíos con su sacrificio de un cerdo a Zeus, o si él estaba del alguna manera intentando avergonzar al culto del Templo porque él hizo abiertamente una abominación que igualó a su obra interna de abominación. Muchos judíos devotos sin embargo se resintieron que Antíoco ofreciera un cerdo y un disturbio se inició que no terminó hasta que hubo varias muertes y una larga guerra. El falso sumo sacerdocio permaneció en lugar y ceremonia con ritual continuo que se hacía pasar como la autentica adoración y religión de los Judíos. Sólo los judíos Mesiánicos objetaron y permanecieron en la esperanza que el Mesías liberador pronto debía venir y limpiar la nación y desalojar el culto secreto que controlaba el Templo. Ellos esperaban que el Reino de Dios viniera y purgara a la nación de todos estos falsos pretendientes y falsos líderes religiosos. Estamos ciertos que Dios no reconoce ningún nombre para salvación excepto el del Señor Jesús Mesías. La revuelta contra Antíoco IV fue guiada por Judas Macabeos un sacerdote de la casa de Asmón. La familia Asmón afirmó sacerdocio de un antiguo ancestro llamado Asmón. No hay registro o prueba que esto sea verdadero y ciertamente no hay evidencia que ellos eran de la simiente de Aarón y calificaban para ser sumos sacerdotes y hacer expiación para Israel. Sabemos que los Macabeos tomaron control como reyes en Israel y usurparon el oficio del sumo sacerdocio (esto sale en la página de los Manuscritos del Mar Muerto hasta el 8vo. párrafo, bájelo de la web). No hay registro que el sumo sacerdote Asmoneo siquiera hiciera una expiación aceptable por Israel. La afirmación de sacerdocio está basada solamente en una afirmación de los Judíos que los nombres en esta genealogía parecen ser Levíticos. Más allá de esta suposición, no hay validez a la afirmación y ésta es usada para cubrir la realidad que Israel no tuvo sumo sacerdote válido para ofrecer expiación durante cientos de años. Judas fue apoyado por un grupo de Hasidims (Faríseos) que supuestamente eran devotos pero no lo suficientemente devotos para hacer una protesta contra la simonía y compra del sumo sacerdocio por mongoles del poder no-Aarónicos. ¿Ellos no querían a Zeus y el Helenismo establecido en Israel, pero al mismo tiempo no hacían nada por la falsa ceremonia de expiación de un sumo sacerdote falso? ¿Esto hace imaginar por qué tales Judíos estarían dispuestos a morir para limpiar el Templo de la profanidad de Antíoco pero no dispuestos a morir para mantener el sumo sacerdocio Aarónico sobre la casa de Dios? Las guerras de los Macabeos están bien publicadas. El sumo sacerdocio fue entonces tomado por la familia Asmonea de los Macabeos. Ellos también no eran de la orden Aarónica y no calificaban para llevar a cabo este oficio. Pero, ellos entonces prefirieron tenerla en control a un judío que comprara el trabajo con impuestos. Así que, los Macabeos consintieron que Alcimo retuviera el oficio del sumo sacerdocio hasta el 159 a.C. Él evidentemente reinó desde el 164-159 a.C., seis años con otro falso sumo sacerdote y simuló expiación. En el 159 a.C. el Macabeo Asmoneo Jonatán obtuvo el oficio del sumo sacerdocio hasta el 152 a.C. Él también no era del linaje Aarónico y no calificaba para hacer expiación por Israel. Otros ocho años de condenación para la nación mientras el oficio político del sumo sacerdocio permanecía una posición de poder codiciada. El partido Asmoneo confió en los Saduceos para el poder y apoyo. Entonces, en el 134 a.C. Juan Hircano entró en el oficio del sumo sacerdocio. A continuación la lista completa de sumos sacerdotes no-Aarónicos desde Simon Onías I hasta Phinnias en el 70 d.C. que no tenían derecho Divino para realizar ese oficio ni derecho a realizar expiación por la nación de Israel. Cualquier ofrenda de una novilla en el 68 d.C. no apaciguaría a un Dios enojado, ni alejaría la ira del juicio por la crucifixión de Jesús y el asesinato de su hermano Esteban, a quien el sacerdote lanzó abajo desde los 200 pies del muro del Templo. Sumos Sacerdotes de Israel Reinado y control del sumo sacerdocio de la familia Onías: 1. Simon Onías I, 242-240 a.C. (Compró el oficio de Tolomeo) 2. Josefo Ben Tobías (y familia) 240-180 a.C. (Compró el oficio de Tolomeo)--comprado con dinero de impuestos. 3. Simon Onías II, 180-180 a.C. (Compró el oficio de Antíoco)--comprado con dinero de impuestos. 4. Onías III, 180-174 a.C. (Compró el oficio de Tolomeo)--comprado con dinero de impuestos. 5. Jason/Joshua Onías, 175-172 a.C. (Compró el oficio de Antíoco IV)--comprado con dinero de impuestos. 6. Menelao Onías, 172-164 a.C. (Compró el oficio de Antíoco IV)--comprado con dinero de impuestos. 7. Jason/Joshua Onias, 164-162 a.C. (Restaurado por Antíoco IV)--comprado con dinero de impuestos. Reinado y control del sumo sacerdocio de los Asmoneos 8. Alcimo, 162-159 a.C. (Compró el oficio de Antíoco IV). 9. Jonatán, 159-152 a.C. (Compró el oficio del pretendiente Seleúcida Alejandro Balas). 10. Simón, 152-135 a.C. (Elegido por el pueblo como el sumo sacerdote). 11. Juan Hircano I, 134-104 a.C. (Heredó el oficio de su padre Simón). 12. Arístobulo I, 104-103 a.C. (Heredó el oficio de su padre Juan Hircano). 13. Alejandro Janneo, 103-76 a.C. 14. Hircáno II, 76-67 a.C. 15. Arístobulo II, 67-63 a.C. 16. Hircáno II, 63-40 a.C. (Compró el oficio de Herodes el Grande). Los Sumos Sacerdotes desde Herodes el Grande hasta la destrucción de Jerusalén: 17. Antígono, 40-37 a.C. (Compró el oficio de Herodes el Grande). 18. Jonatán, 37-36 a.C. (Asesinado por Herodes el Grande). 19. Ananel, 36-35 a.C. (Compró el oficio de Herodes el Grande). 20. Arístobulo III, 35 a.C. 21. Joshua, hijo Phiabi, ? -22 a.C. 22. Simón, hijo de Boethus, 22-5 a.C. 23. Matías, hijo de Teófilo, 5-4 a.C. 24. Josefo, hijo de Elam, 5 a.C. 25. Joezer, hijo de Boethus, 4 a.C. 26. Eleazar, hijo de Boethus, 4-1 a.C. - (Compró el oficio de Herodes Arquélao). 27. Joshua, hijo de Sie, 1-6 d.C. 28. Anas, 6-15 d.C. (Designado por Quirinius). 29. Ismael, hijo de Phiabi I, 15-16 a.C. (Compro el oficio de Valerius Gratus). 30. Eleazar, hijo de Anas, 16-17 d.C. 31. Simón, hijo de Kamithos, 17-18 d.C. 32. Josefos Caifás, 18-37 d.C. (Compró el oficio de Herodes). En el Nuevo Testamento, Caifás era el Papa Judío y sumo sacerdote a quien Jesús fue llevado después de su arresto en el huerto de Getsemaní. Juan el Bautista se rehusó a servir bajo su falsa administración. Él jugó un papel decisivo en la crucifixión de Jesús. En el capítulo 26 de Mateo, Caifás, otros sacerdotes, y el Sanedrín son mostrados buscando falsos testigos y evidencias con las cuales acusar a Jesús (26:59). Una vez Jesús declaró que él era el Mesías (Marcos 14:61-62), el Hijo del Bendito, Caifás y los demás hombres le acusaron con blasfemia. Entonces Caifás rasgó su túnica pontificial para señalar la pena de muerte (Mateo 26:5). Cualquier sumo sacerdote de Aarón sabría que según Levítico 21:10 a él se le ordenó NO RASGAR SU VESTIDURA PONTIFICIAL. El Sanedrín sobre esta señal pidió por su crucifixión y se ordenó que Jesús fuese golpeado entre ellos. Estamos absolutamente seguros que Dios NUNCA aceptó un sacrificio de expiación de este demonio llamado Josefo Caifás. La crucifixión de Jesús le hizo culpable de asesinato con consentimiento fabricado y lo descalificó aún si él fuera de la simiente de Aarón. Ya que el sumo sacerdote permanece como tal hasta su muerte, estamos seguros que Caifás murió en el año 37 d.C. cuando su hijo Jonatán le sucedió al oficio del Papa nacional y sumo sacerdote. 33. Jonatán, hijo de Anas, 37 d.C. (Compró el oficio de Vitelio fue también uno de aquellos culpables en la crucifixión de Jesús). 34. teófilo, hijo de Anás, 37-41 d.C. (Compró el oficio de Herodes). 35. Simón Canteras, hijo de Boethus, 41-43 d.C. (Compró el oficio de Herodes Agripa I). 36. Matías, hijo de Anás, 43-44 d.C. (Compró el oficio de Herodes). 37. Elionaius, hijo de Kantheras, 44-45 d.C. (COmpró el oficio de Herodes). 38. Josefo, hijo de Kami, 47-47 d.C. (Compró el oficio de Herodes del Calcis). 39. Ananías, hijo de Nebedaius, 47-55 d.C. 40. Ismael, hijo de Phiabi III, 55-61 d.C. (Compró el oficio de Herodes Agripa II). 41. Josefo Qabi, hijo de Simón, 61-62 d.C. 42. Jesús, hijo de Damnaius, 62-65 d.C. 44. Joshua, hijo de Gamaliel, 63-65 d.C. 45. Matías, hijo de Teófilo, 65-67 d.C. 46. Phinnias, hijo de Samuel, 67-70 d.C. (Elegido por el Pueblo) Lo que es presentado a ustedes es la lista de sumos sacerdotes desde el 200 a.C. hasta el 70 d.C. que no podían representar a Dios en la santidad de la expiación para la nación de Israel. El pueblo durante 240 años, hasta el 30 d.C. no tuvo sumo sacerdote. Eso significa que no hubo válida reconciliación durante 240 años para los penitentes judíos. Israel no tuvo sumo sacerdote según el orden de Aarón para ser salvación de misericordia y gracia sobre la nación. Debido a esto, la nación cayó en demonología con el tomar juramento a elementos satánicos subversivos. Había el Iscarri que eran asesinos contratados que operaban desde los túneles bajo el Templo y desde la fortaleza del desierto de Massada. Judas se unió a este Iscarri y ese es el por qué él fue llamado Iscariote. La nación fue llena con maldad, impiedad, y pecado. Del desierto vino una voz que clamaba: “Enderezad el camino del Señor”. En unas cuantas semanas, de la ciudad silenciosa de Nazaret, vendrá una figura solitaria caminante hacia Jerusalén para presentarse a Israel como el Mesías. Estando de pie en los bancos del Jordán, él oyó a Juan predicar: allí está en pie uno entre vosotros a quién no conocéis, Jesús se alejó y salió del Betabara aquel día. Este era el último día de la 69ª semana de Daniel y él no se podía revelar hasta el día siguiente cuando la 70ª semana introduciría al Mesías como Daniel profetizó. Al día siguiente, Juan viendo a Jesús venir a él, dijo, He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo (Juan 1:26-29). Allí en el agua, estando en pie un Levita de la simiente de Aarón, un Profeta con la unción de Elías certifica al Rey de Israel, el Mesías: y el que venía a él era Jesús de Nazaret de la simiente de Aarón y David (Jesús era de la simiente de Aarón mediante la madre de María, acuérdese que junto a Elizabeth eran primas, al igual que el Bautista y Jesús eran primos), Dios manifestado en carne. Jesús, el sumo sacerdote eterno vino para reemplazar a Juan que tenía igual un sacerdocio mutable (Hebreos 7:11-24). Jesús pudo ser tocado por los pecados y enfermedades del pueblo, había llegado al Gilgal, el lugar de hacer reyes: y allí el Rey de Israel, el Pastor del redil, el Dueño de la viña, el Gran Dios en pie ante del mundo. Al fin, el oficio de sumo sacerdote de Aarón ya no importaría más. La expiación sería hecha por Israel y todo el que la recibiera tendría remisión de pecados. Israel, como está escrito: ALÉGRATE MUCHO, HIJA DE SION; DA VOCES DE JÚBILO, HIJA DE JERUSALÉN; HE AQUÍ TU REY VENDRÁ A TI, JUSTO Y SALVADOR, HUMILDE, Y CABALGANDO SOBRE UN ASNO, SOBRE UN POLLINO HIJO DE ASNA (ZACARÍAS 9:9). El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado (Marcos 16:16). Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos en Dios por el Señor nuestro Jesús Cristo, por quien hemos recibido ahora la reconciliación (Romanos 5:11). Por fin, la expiación fue disponible y por el sumo sacerdote que no compró su oficio con vil metal. Jesús trajo salvación y expiación cuando no había habido durante 240 años. 240 años de almas sin un medio válido de misericordia y gracia. 240 años de cautividad del Templo finalizaron con la aparición de Jesús y declarando libertad para los cautivos. Un nuevo día había llegado, y un nuevo sacerdote estaba en el pueblo para abrir las puertas de salvación a todos los que creyeran. Hechos 2:1-4 y el derramamiento del Espíritu de Dios mostró que Dios estaba de regreso en el pueblo pero se negó regresar al componente del Templo. Éste quedó una abominación desoladora hasta el 70 d.C. cuando el Monte Moriah entero se convirtió en una abominación desoladora por el sobre extendimiento de la iniquidad en sus entrañas.
Posted on: Sat, 30 Nov 2013 19:05:16 +0000

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