SALUDO GRUPAL AL MEJOR AMIGO. (De Buenas Noticias) Jesús … Es quien me oye cuando nadie más lo hace. Quien concede las peticiones de mi corazón y cumple cada promesa. En él puedo poner el 100% de mi confianza y saber que no me defraudará. Es mi todo, lo más importante. Satisface, llena todo lo que necesito. Es el que siempre me sorprende. Jesús me hace feliz … me alegra el corazón. Fue, es y será mi esperanza. Es el amor de mi vida. Es aquel que me da vida abundante. Jesús siempre ha sido mi confidente, mi mejor ejemplo de hombre y mi súper héroe. Las mejores líneas de mi vida han sido escritas por él, y mis aventuras las ha vivido junto a mí. Jesús es el compañero más leal. Siempre está ahí para escucharnos, aunque nosotros no nos acordemos de él. Es mi confidente, me toma de la mano; él está más allá de todo, y entiende todo. Esa sabiduría me hace estar en paz. El es mi fuerza, mi único ayudador. Es la luz que alumbra esas noches oscuras que a veces aparecen en mi vida. El es mi descanso cada noche cuando voy a él cansada. Es la fuente de todas mis alegrías. Es el dueño de mi vida. ¡El ha hecho tanto por mí! Cuando me equivoco y ofendo su nombre, mi corazón se entristece porque me siento un grandísimo tonto al fallarle a alguien tan especial. Lo amo mucho y trato de hacer lo mejor delante de él y de alcanzarlo todos los días un poquito más. El es mi amigo fiel, el que nunca me ha fallado. En una palabra: es incondicional. Jesús es paz, es bondad, es dulzura, es amor, es vida, es puro, es fiel. Yo no soy todo esto, aunque lo pretenda. Pero a través de él, su Palabra me asegura que puedo serlo. Jesús habita dentro de mi corazón. Nunca me abandona ni me desampara. Pase lo que pase, él siempre está. El es lo especial que hay en mí y yo soy lo especial que hay en él. Es el despertar de mi vida, el amor verdadero y puro que me impulsa cada día hacia la eternidad. Es mi fuente de vida, amor, perdón, inspiración, creatividad, desafío. Es mi pronto auxilio, incluso ante mi corazón engañoso, dándome claridad. Es mi fortaleza, mi esperanza, agua eterna que sacia mi sed. Es lo que más anhelo tener. Es mi guía, ilumina mis días y llena de amor mi corazón. Es el mayor valor que yo tengo. Jesús es mi refugio. Cuando estoy con algún problema veo que me lleva amorosamente en sus brazos, y me mira con inmenso amor. Sin él es imposible vivir. Lo amo con todo mi corazón. Es insustituible e irrevocable. Jesús es mi confianza, quien da sentido a mi vida. Es la segura oportunidad y la solución. Es mi Salvador y el redentor de la humanidad. Es mi amado. El principio y el final de mi vida. Quien me creó y después dio su vida por mi para que hoy mi vida tenga sentido Y el sentido es devolvérsela a él, viviendo para él. Es aquel por lo cual lo que estaba muerto vuelve a la vida; lo seco, florece; lo triste se torna alegre. Es mi Roca fuerte, de la cual no me voy a soltar. Es quien me da propósito, sentido y dirección. Jesús es el motor de esperanza que me permite querer seguir en la vida. Es el motivo por el cual vivo y respiro. Sin él simplemente moriría porque él es mi vida. Es el amado de mi alma, quien cada día me sigue sorprendiendo. Es como si fuera música en el aire, la mayor expresión de todo, incluso de esos gritos en silencio que muchos guardan. Es pura libertad, interfiere en todo, con todo. Jesucristo es el paradigma supremo del amor de Dios para con el hombre. Es el Rey de Reyes que siempre nos oye y responde personalmente a nuestras solicitudes. Nunca deja de ser. El es Todopoderoso. Le pertenezco: es mi Señor, mi Dueño, el que guía mis pasos y gobierna el rumbo de mis decisiones. Es el espejo por donde debo mirarme y por donde deben pasar mis aspiraciones y mis anhelos en esta vida. Es el amor perfecto manifestado en mi vida. Es mi Amado, mi Protector, mi Pastor, mi Refugio. Es quien me descubrió y me mostró la verdad y la razón de vivir. Es la esencia que nos da vida. Su perfecto amor, su fidelidad y su presencia lo llena todo. Es el que me ayuda y fortalece día a día ya que es difícil la vida. Jesús me mostró que es una realidad y me enseñó el propósito por el que estoy en la tierra. ¿Quién es Jesús para mí? En este mismo instante se me llenan los ojos de lágrimas tan sólo por pensar quién es. Fue una nueva oportunidad de vida. El es amor, digno de compartir con todos los que te rodean. Es quien estuvo, está y estará en todos los momentos de mi vida hasta la eternidad, guiándome, socorriéndome, ayudándome, haciéndome feliz y secando mis lágrimas; abrazándome y mirándome de lejos y de cerca. Su compañía llena todo en mí. Es el que restauró mi corazón cuando estaba hecho pedacitos. No sólo lo sanó sino que también puso su vida en él. Me dio sueños y esperanza. Cuando creía que no valía nada y otros también lo pensaban … el me dio mucho valor. Me dio su perdón cuando creía que no lo merecía. Me dio su ADN. Fui adoptada por él. No tengo papá de sangre pero encontré en Dios a mi Verdadero Padre. Jesús es mi razón para vivir. Es mi consuelo en horas tristes, el que contiene mi corazón roto entre sus manos y lo hace seguir latiendo. Mi única esperanza en esta vida tan falta de esperanzas. Es el que me da vida día a día. Es mi ejemplo a seguir. Es pasión, mi motivación. Mi inspiración y mi fuerza. La mayor expresión de la vida y del amor. Es, fue y será mi sustento siempre. Es mi vida, mi Dios. Porque una vez lo reconocí, siempre está a favor mío y nunca en mi contra. Es la persona más maravillosa. Conocí su abrazo en momentos muy difíciles y su mano de amor, contención, provisión cuando menos lo esperaba. Es quien aquieta mi corazón y me dice: “esto también pasará”. Jesús es mi amado, el aire que respiro. Si no tengo su amor me muero. Soy como una flor que si no recibe su agua se marchita. Lo amo con toda mi alma. Sin él hoy no tendría vida. El es mi sueño de amor hecho realidad. Nunca nadie me amó así. Es quien me motiva cada día a dar lo mejor de mi. Jesús me enamora, me llena, me suple, me enseña a aceptarme, me recuerda que soy hija. Le dio valor a mi vida, sin considerar mi entorno, cuando ni yo misma me quería. Lo amo y me alegra pensar que me acepta tal cual soy. ¡Cómo no amarlo si es el que recibe mi vida como un perfume, aunque no lo merezca! Es el centro de mi vida, mi canción. Mi principio y mi final. Es lo más grande que hay, es mi Rey. No hay nada ni nadie más importante que Jesús. Es la fuente donde en mi desesperación encuentro todo. Cuando estaba en mi hora más oscura, y la noche era más negra, y la mar me estaba tragando, apareció un faro a lo lejos: era una luz tenue, débil, casi imperceptible, pero era un hálito de esperanza, y con el tiempo fue brillando y creciendo más y más hasta que llegó el momento que no tuve más temor, y ese faro lo fue todo, porque alumbró el camino que me llevó a la Vida, y no sentí más miedo a la oscuridad porque la Luz la disipó para siempre. Con él nadie estará solo. Es la razón para vivir y seguir adelante. Jesús es Amor, Ejemplo, Amigo, Salvador, Paz. Capo, Maestro, Iluminado, Hijo de Dios. Trajo una filosofía de vida de empatía con el otro, de amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos. Jesús es amor sin límites. Es el Jefe Ejecutivo del Reino de Dios. Manso como cordero y poderoso como león. No alcanzan los libros para describir su grandeza o medir su bondad. Jesús es la causa y el efecto de todo. Es la respuesta a las preguntas más profundas de la humanidad. Es el Camino que tiene una dirección; una Verdad tan pura que cualquier afirmación correcta y concreta al lado de su Nombre se hace ver como algo sucio y vil, pero hace brillar y resplandecer al que la cree. Es la verdadera Vida. Me di cuenta que realmente estaba vivo cuando lo conocí. Es la espina clavada en el talón del orgulloso y la corona del humilde. Pero sobre todo, él es el Verbo, el más importante de todos: Amor. Es la acción misma del Padre demostrándole al mundo que lo ama con profunda pasión a pesar de que los humanos le hayamos dado la espalda infinidad de veces. Es el guía turístico que pagó nuestro boleto con su propia vida para acompañarnos por la más hermosa eternidad en el Reino de los Cielos. Gracias a Jesús algún día voy a ver a Dios cara a cara. Por él tengo acceso a la vida eterna. Jesús es tan simple y tan complejo al mismo tiempo. Es la mirada pura de un niño, es el amor inmerecido, tan profundo que no lo llegamos a entender. Es la humildad hecha persona, y a la vez es tan impresionante porque es Dios y fue parte de la creación del Universo. Jesús es el maestro y el hermano, es mi sanador y mi ayudador. Mi único amor eterno. No hay límites para su presencia. Cuando él te rodea, te envuelve. A donde miremos, ahí está él: como un niño para jugar a las cosquillas, como un Padre para contener, corregir, alentar y animar, como un amigo para estar fielmente a nuestro lado. Además de ser creativo es divertido, y muy romántico. Es mi cobija cuando hace frío, es mi guía cuando no veo. Es mi mejor inversión, el organizador de mi vida. Su amor en mí es constante. Me da la oportunidad de seguir su camino. ¿Qué puedo hacer para agradecerle, más que adorarle? Ya que cuando lo hago ya no lo busco yo a él, sino que él me busca a mí. El siempre seguirá diciendo “yo te amo eternamente”. El llena los corazones y transforma la realidad. Cuando te encuentres con el corazón de Jesús, no podrás resistir a su amor. En resumen … Ninguna definición escrita por un hombre se podrá jamás comparar con su Gloria y su Grandeza. No alcanza una frase para definir a Jesús. Mil gracias a los siguientes amigos de Jesús que colaboraron y armaron este escrito: Abigail, Alex, Amorina, Aurin, Adriana C., Adriana T., Bárbara, Barbra, Belén, Brenda, Cecilia, Cintia, Claudio, Christian, Cyntia, Daiana, Daniel, David D., David M., Denise, Diana, Eduardo, Elizabet, Elizabeth, Evelyn, Ezequiel Pe, Ezequiel Po, Fabiana, Fabiola, Fernando, Flavia, Francisco, Gabriel, Gabriela, Gastón, Georgina, Giselle, Gustavo, Hyndira, Inés, Irma, Jack, Javier, Jonathan, Jorge B., Jorge R., Juan, Judith, Karina, Lidia, Livia, Luciana, Luciano, Luis, Mariano, María Fernanda, María Isabel, María Laura, Maritza, Mayra, Mariela L., Mariela M., Matías, Melisa, Micaela, Mónica, Natalia, Natanael, Orlando, Oscar, Pablo B., Pablo C., Pablo G., Pablo S., Patricia F., Patricia M. Paula, Pilar, René, Richard, Romina, Roxana, Rubén, Sandra, Sergio B., Sergio K., Sheila, Silvina, Valeria, Vanesa, Vanessa, Vanina, Walter y Yolanda.
Posted on: Tue, 23 Jul 2013 04:10:38 +0000
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