SE CIERRAN LOS ROMÁNTICOS BARES DE SANTANDER Si... es un pena. El viejo Patache en la Calle Barcelona de santander cerró sus puertas y con ellas quedó mudo el rincón del bolero donde se sentaran boleristas como Don Alberto Lemaur, creador del trío de Bolero "Los Tres del Norte" en 1945, o Julio Lasa, que grabó más de 15 discos con el trío "Los Carabelas". Cerró "La taberna Escondida" en Casimiro Sainz, donde el maestro habanero Hermes de la Torre abrió un lugar para los músicos de Santander donde nunca faltaba el bolero en sus dinámicas "descargas" enlazando uno con otro interminablemente con la participación activa de prácticamente toda la sala. Ya no se oyen notas del piano de "el brujo cubano" en Puertochico, ni se oye la cálida voz de Karme Carmen cerrando los ojos cuando canta bolero en el bar Madrid. Cerró en Niagara Santander y se callaron las notas melosas que gimió el violín de Paula Segarra del Trío Horizonte y el Retros Santander donde se hicieron homenajes a Benny Moré con la presencia de un sobrino suyo tocando el piano. Queda - eso si- el incombustible tesón del piano de "La Conveniente" que entre el murmullo de los comensales desgrana nota a nota exquisitos boleros como "contigo en la distancia" para un auditorio que tiene la desvergüenza de subir a pedirle "una de Iron Maiden".... ya no se escucha el exclente bolero de "Nanín" Rodríguez en las noches del Pub Oppium de Cañadío: el estruendo de la música a alto volumen de los bares cercanos se oía a veces en el silencio apasionado y recogido del veterano bolerista que utilizada como "gasolina" e inspiración los ojos de una mujer a la que dedicar un bolero apasionado. Quedan pocos lugares para el bolero en Santander, pocos lugares para amarse entre notas apasionadas y entre mensajes que incitan al amor, donde tomarse de las manos y mirarse a los ojos, sin prisa, en la penumbra cómplice de una vela, con un bolero que susurra palabras como "toda una vida me estaría contigo...": Se quedó sin bolero el bar La Tienduca Santander, donde se escuchaba cantar el bolero feeling de "Sólo dos y un bolero" a escasos metros del "drink club" donde se incoara el maestro Juan Carlos Calderón y hay cada vez más ruido, más golpe percusivo, más bombo que machaconamente lleva al trance a una juventud acostumbrada a canciones sin letra o con letra ininteligible en inglés, y ya en la brisa apenas se escuchan los ecos de los ochotes que en Restaurante Zacarías Santander o en La Mulata, o el bar del Puerto de Puertochico entonaban boleros como "quiero vivir en cantabria" o "pescadores de la costa verde y bella" o "Santander eres novia del mar" y habaneras... Quedan - eso si- lugares como "casa Miguel" en Corban ( Casamiguel Restaurante) donde aún los espíritus románticos de Cantabria pueden sentir la emoción de un buen bolero cantado en directo en un ambiente íntimo... y alguno más... pero son pocos los lugares que quedan para el bolero en esta Santander que Jorge Sepúlveda llamara "la novia del mar". Resulta imprescindible hacer vales el tesoro que guardan las puertas del Patache, del Retros, de la Taberna Escondida: EL BOLERO Y LA HABANERA, porque es un legado de nuestros indianos y forma parte por derecho propio de nuestro acervo cultural ( con infinito más derecho que la música de los Beatles, por ejemplo). Espero que con el apoyo de todos y del ENCUENTRO INTERNACIONAL DE BOLERO DEL CANTÁBRICO no se cierren más bares del alma, y se abran puertas para el amor, para el romance, para la pasión y para el disfrute de sentirse enamorado y de saber que existe un género musical que sabe como ningún otro expresar todos esos sentimientos que inundan el alma en cualquiera de los estadios del amor. Ojalá se abran de para en par las puertas de los corazones de los santanderinos y santanderinas y entre como una racha de Nordeste, el mensaje profundo y apasionado de amor de un bolero para inundarles el alma.
Posted on: Wed, 04 Sep 2013 22:42:29 +0000
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